Max Payne 3, la esperada secuela de la saga de acción que esta semana ha "resucitado", confirmándose su lanzamiento para el próximo mes de marzo, podría ser uno de los juegos más caros de la historia según los cálculos de la firma de inversión Sterne Agee. Sus analistas estiman que la producción del juego costará un total de 105 millones de dólares debido al largo tiempo de desarrollo, y que para que le sea rentable a Rockstar tendrá que vender al menos cuatro millones de unidades.
La compañía estima que un equipo de 200 personas está desarrollando el juego, y calcula en 100.000 dólares anuales el sueldo medio de cada empleado, multiplicándolo por cinco años y un trimestre de desarrollo. El resultado son 105 millones de dólares.
En la tabla que os mostramos a continuación, elaborada por la firma de inversión, se hacen pronósticos de ventas, ingresos y beneficios dependiendo de diferentes número de unidades vendidas, a un precio medio de 48 dólares y estimando diferentes costes de marketing según el número de unidades vendidas.
La rentabilidad para Max Payne 3 según esta tabla llegaría con los cuatro millones de unidades, lo que lograría que Rockstar Games ganase 600.000 dólares con el juego, 180.000 de los cuales irían a parar a los hermanos Houser, jefes creativos de la compañía. A partir de los cinco millones de unidades vendidas, el juego ya comenzaría a reportar pingües beneficios para Take-Two, matriz de Rockstar Games (22,54 millones de dólares con cinco millones de copias, y hasta 111 millones de dólares con nueve millones).