Sin duda se trata de un gran espectáculo visual, y si no le doy un 10 en este aspecto es por dejarles ese margen de mejora de cara a la versión final del juego, ya que a buen seguro, y aunque parezca casi una misión imposible, lográn mejorarlo hasta que se confundan lo real y lo virtual.
Sin embargo, y a mi modo de ver (habrá opiniones y gustos para todo), donde si que han de poner todo su empeño para pulir el juego y convertilo en una obra maestra, es en la jugabilidad, que sin lugar a dudas, y como se desprende de su nombre, es el aspecto más importante de cualquier juego. Y más concretamente, tratándose de un simulador, espero que consigan dotar a este aspecto del mismo realismo gráfico que tiene el juego. Un arcade de conducción puede ser muy adictivo, y tener un 10 en jugabilidad. Pero a la hora de valorar la jugabilidad de un simulador, uno no se puede conformar con un aspecto gráfico impecable, sino que ha de percibir esas sensaciones que emulan la conducción real. Por ello espero que no se limiten a añadir una gran cantidad de circuitos y de coches, y que dediquen más tiempo a mejorar la simulación. Y no me refiero a la ya confirmada implementación de los daños en tiempo real en los vehículos, algo que es un añadido que complementa el juego, pero que no es imprescindible, sino que me refiero, valga la redundancia, a la simulación, a las sensaciones de velocidad y control de los coches, donde si bien el juego cumple con nota, no consigue alcanzar el realismo que el juego tiene en otros aspectos.