El presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, volvió a irse de la lengua y, sin que nadie se lo pidiera, desveló que Rubén de la Red sufrió “un ataque al corazón” en el partido de Copa del Rey ante el Real Unión en Irún, en el que el jugador se desplomó sobre el terreno de juego, perdiendo momentáneamente la conciencia.
Calderón analizaba la delicada situación deportiva que atraviesa el equipo en declaraciones a la cadena SER cuando se refirió a la baja de De la Red, rompiendo el pacto de silencio establecido entre el entorno del futbolista, los médicos y el propio Real Madrid para evitar que se especulara sobre su estado de salud. “Nadie podría prever que e pobre Rubén de la Red tuviera un ataque al corazón, un problema de corazón que le llevó a desplomarse en Irún”, declaró el presidente madridista.
Calderón intentó luego matizar sus palabras y a partir de ese momento sólo habló de “un problema cardíaco”, pero ya había soltado la bomba sobre algo que había permanecido en riguroso secreto, a instancias de los servicios médicos del club, que lo consideraban necesario para no provocar mayores tensiones en De la Red.
“No han descubierto nada anormal y todas las investigaciones que se están llevando a cabo no detectan ninguna anomalía”, apuntó Calderón, quien aseguró que el futbolista no volverá a los terrenos de juego “si no hay certeza de que no peligra su integridad”. A este respecto, en el caso de que el futbolista decidiera en un futuro regresar a los terrenos de juego, el Real Madrid podría hacerle firmar un documento en el que aceptaría asumir toda la responsabilidad, de la que quedaría eximido el club. De la Red se desmayó en el citado encuentro cuando corría el minuto 13. Fue retirado en camilla y antes de llegar a los vestuarios recuperó la consciencia aunque fue trasladado al Hospital Comarcal de Bidasoa para que se le realizara un chequeo.
Tras la realización de las pruebas pertinentes, el jefe de los servicios médicos del Real Madrid, Carlos Díez, ofreció un primer diagnóstico, asegurando que el futbolista sufrió “un síncope por esfuerzo”. Desde su regreso a la capital, el mutismo en la casa blanca había sido absoluto y se desconocía la verdadera situación del jugador porque así lo habían acordado todas las partes interesadas. Sin embargo, Calderón se saltó el pacto por su cuenta y riesgo y aumenta la presión en el futbolista, su entorno y en los médicos.
Calderón analizaba la delicada situación deportiva que atraviesa el equipo en declaraciones a la cadena SER cuando se refirió a la baja de De la Red, rompiendo el pacto de silencio establecido entre el entorno del futbolista, los médicos y el propio Real Madrid para evitar que se especulara sobre su estado de salud. “Nadie podría prever que e pobre Rubén de la Red tuviera un ataque al corazón, un problema de corazón que le llevó a desplomarse en Irún”, declaró el presidente madridista.
Calderón intentó luego matizar sus palabras y a partir de ese momento sólo habló de “un problema cardíaco”, pero ya había soltado la bomba sobre algo que había permanecido en riguroso secreto, a instancias de los servicios médicos del club, que lo consideraban necesario para no provocar mayores tensiones en De la Red.
“No han descubierto nada anormal y todas las investigaciones que se están llevando a cabo no detectan ninguna anomalía”, apuntó Calderón, quien aseguró que el futbolista no volverá a los terrenos de juego “si no hay certeza de que no peligra su integridad”. A este respecto, en el caso de que el futbolista decidiera en un futuro regresar a los terrenos de juego, el Real Madrid podría hacerle firmar un documento en el que aceptaría asumir toda la responsabilidad, de la que quedaría eximido el club. De la Red se desmayó en el citado encuentro cuando corría el minuto 13. Fue retirado en camilla y antes de llegar a los vestuarios recuperó la consciencia aunque fue trasladado al Hospital Comarcal de Bidasoa para que se le realizara un chequeo.
Tras la realización de las pruebas pertinentes, el jefe de los servicios médicos del Real Madrid, Carlos Díez, ofreció un primer diagnóstico, asegurando que el futbolista sufrió “un síncope por esfuerzo”. Desde su regreso a la capital, el mutismo en la casa blanca había sido absoluto y se desconocía la verdadera situación del jugador porque así lo habían acordado todas las partes interesadas. Sin embargo, Calderón se saltó el pacto por su cuenta y riesgo y aumenta la presión en el futbolista, su entorno y en los médicos.