GamesCom 2014: Impresiones Evolve

A la caza de Goliath y del Kraken

Elogiado en el E3, aplaudido en la GamesCom, ganador de premios en ambas ferias… Pocas dudas hay de que Evolve es uno de los juegos más importantes que se espera para el próximo año 2015. Un año cargado de juegos en los que se batirán en duelo diversas propuestas de todo tipo. Un escenario en el que el juego de Turtle Rock Studios no iba a verse envuelto, pero en el que estará dado el pequeño retraso en la fecha de salida que se anunció sobre el juego hace escasas semanas.

Pero no hay que dejarse llevar por el pánico ante aquella noticia, ni mucho menos. Con este tercer contacto que tuvimos con Evolve hemos podido reafirmarnos en las sensaciones tan positivas que experimentamos las veces anteriores, preguntándonos ahora hasta qué punto puede mejorar todavía el juego de cara al mes de febrero del próximo año. Sí, faltan monstruos por mostrar y escenarios que enseñar, pero seguro que no es lo único que nos deparará el juego una vez se ponga a la venta.

En esta ocasión, nos tocó situarnos en el bando de los cazadores y experimentar así en nuestras propias carnes la necesidad de cooperar para vencer a la poderosa criatura que teníamos que derrotar en Distillery, el nuevo mapa mostrado para la ocasión en la feria alemana. Os adelantamos ya que en ninguna de las tres partidas que jugamos conseguimos doblegar al poderoso monstruo -aunque estuvimos cerca de conseguirlo en un par de ocasiones-, con lo que podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que el grupo de medios que allí nos congregamos no logramos coordinarnos de la forma adecuada para equilibrar las fuerzas con la bestia.

En nuestro caso, el rol adoptado la mayor parte del tiempo fue el de apoyo, utilizando los dos personajes pertenecientes a esta clase, Lazarus y Val. El primero de ellos tenía la habilidad de resucitar a nuestro compañero caído en combate, mientras que la segunda ofrecía curación al resto de nuestro compañeros, el asalto, el trampero y el cazador. Con todo esto, nos concienciamos de nuestro rol nada más comenzar, situándonos cerca de los compañeros y aprovechando el resto de habilidades para aportar nuestro granito de arena también en la faceta ofensiva de la cacería.

Lo primero que nos llamó la atención, una vez más, es lo bien diseñado que está el concepto de búsqueda. Como ya habíamos comentado en anteriores textos, los cazadores deberán guiarse por un conjunto de pistas que deja la bestia a su paso para poder encontrarla, como pueden ser el sonido, los animales muertos de los que se alimenta para evolucionar o las pisadas que deja en el fango. El mapa, además, supone un escenario lo suficientemente grande como para que esta fase de la partida sea un momento crucial, pues si la bestia es lo suficientemente hábil para no poder descubrirla antes de alcanzar el máximo nivel, la lucha que mantengamos contra ella puede ser todavía más peligrosa de los esperado.

Se podría pensar, tal vez, que el famoso dicho de “divide y vencerás” sería útil para estos menesteres de rastreo, pero no. Dividir el grupo de cazadores en Evolve lleva la etiqueta luminosa de fracaso absoluto. Sí, cada uno por una parte del mapa garantiza la localización rápida de monstruo, pero ni en su fase más temprana de desarrollo tendríamos ninguna posibilidad de vencerlo por nuestra cuenta y sin la ayuda del resto de cazadores.

Y es que ya es complicado de por sí alzarse con la victoria si el grupo de cazadores no está lo suficientemente coordinado. Los jugadores cuentan con las suficientes herramientas para localizar, encerrar y destruir a la bestia, pero el poder y la resistencia del monstruo es tal, que únicamente la buena comunicación entre los cuatro jugadores permite generar la posibilidad de vencerlo. Goliath, por un lado, exhibe todo tipo de movimientos ofensivos con ataques cuerpo a cuerpo, alternando también las llamaradas o el lanzamiento de pesadas rocas. El Kraken, por su parte, se especializada en los ataques a larga distancia, teniendo también la capacidad de volar y huir si la situación se torna algo complicada.

No sólo es que la flora y la fauna de un escenario tan rico en detalles como el presentado nos obligue a estar atentos con los cinco sentidos, o que la cooperación y coordinación sea fundamental para ganar, sino que deberemos mantener una estrategia determinada para cada tipo de monstruo. En esta ocasión, como hemos comentado, nos enfrentamos a los dos tipos de criaturas existentes, quedando todavía una bestia más por descubrir, y conocer así todas sus habilidades.

Pero uno de los detalles con los que nos quedamos en esta ocasión es la gran diferenciación que se produce entre las clases de apoyo, asalto, cazador y trampero. Cada una de ellas lo suficientemente diferente de la otra como para que la incidencia de sus habilidades en el grupo tenga una importancia fundamental. La sensación que extraemos de todo esto es que Evolve se encuentra ya, en estos momentos, en un equilibrio de fuerzas extraordinariamente acertado. Algo que, dada la variedad de características de los jugadores que adoptan el rol de cazadores o el jugador que controla a la bestia, se torna extremadamente complicado de conseguir.

Así pues, Evolve continua, en cada cita, en cada evento, reafirmándose como una de las propuestas más divertidas que hemos visto en esta nueva generación de consolas. El proyecto, por su concepción, por intentar buscar un equilibrio entre un bando de cuatro jugadores y otro en el que solo se encuentra uno, era arriesgado, pero Turtle Rock Studios está consiguiendo demostrar que esta nueva forma de entender el juego en cooperativo puede ser toda una revolución para el género.