El condensador de fluzo: Gran Turismo 2

El garaje más grande de PSX

Kazunori Yamahuchi y sus chicos de Polyphony Digital nos trajeron a Europa, a finales de enero del año 2000, la segunda propuesta de su ya mítica saga de conducción, apenas dos años después del lanzamiento del primer Gran Turismo. Americanos y japoneses habían podido disfrutar del juego con un poco de antelación, pues se había lanzado en estos territorios en la campaña de Navidad de 1999. Comenzaba así una tradición ya clásica en la que las versiones pares de Gran Turismo vienen a afianzar lo hecho en la anterior versión, para hacer el juego más redondo de la marca en la consola de turno de Sony.

El simulador de conducción real, como reza su subtítulo, nos llegaba presentado en dos discos con un modo distinto de juego cada uno. Por un lado teníamos el Arcade Mode que nos permitía jugar solos o acompañados a pantalla dividida y por otro el propiamente denominado Gran Turismo Mode que era la verdadera alma del juego y donde se desarrollaba el mayor potencial del mismo.

Ese modo Gran Turismo ofrecía la friolera de 650 coches y 27 circuitos, por 178 coches y 11 circuitos que tenía el Gran Turismo original. Todo un salto en cantidad y variedad que gracias al taller, una opción dentro del mundo del juego con la que podíamos retocar más allá de lo imaginable, con múltiples opciones de tunear todos los coches con pinturas, alerones, mecánica a todos los niveles… El más completo de su generación sin duda. Por poner una pega se podía echar de menos la ausencia de marcas como Ferrari, o que Porsche nos llegara a través de Ruf, que fabrica sobre chasis de esa marca, pero es considerado un fabricante independiente por la inclusión de piezas propias.

Los coches en esta segunda edición recibieron un mejor modelado y para el potencial de PSX eran de lo mejor que nunca se pudo ver en la consola. La sensación de velocidad de cada vehículo era acorde a su potencia, no era lo mismo pilotar un deportivo que un utilitario. A pesar de la pixelación del asfalto o de los escenarios, nos encontrábamos ante lo mejorcito que podía ofrecer aquella primera PlayStation.

La canción principal de la banda sonora corría a cargo de The Cardigans, con My Favourite Game, pero el juego incluía más canciones de grupos como Fatboy Slim, Everything But The Girl o Stereophonics. Destacar que para las versiones PAL y NTSC/USA se occidentalizó la banda sonora con respecto a la versión japonesa. Los efectos de sonido alcanzan unas cotas impresionantes al reflejar el diferente sonido de los motores de cada coche, algo que Yamahuchi siempre ha querido conseguir. El resto de sonidos como derrapes o golpes aunque son inferiores no se hacen notar en este impresionante simulador.

A la hora de jugar y tomar nuestros volantes apreciamos que cada coche se conduce de forma diferente y no es lo mismo colocarse ante un tracción delantera o un tracción trasera, se comportan como en la vida real, podemos comprobar donde reside la potencia del coche por las reacciones que tiene al conducirlo. También otro aspecto a destacar es que apreciamos que la física es real, el peso del coche nos empuja en los giros, lo notamos en la aceleración y las frenadas. Se trataba de plasmar la realidad de conducir un coche de verdad, no todo era pisar el acelerador como en otros juegos de corte más arcade.

Estábamos ante un juego en el que uno de sus modos era casi infinito, con una gran cantidad de competiciones, carreras de resistencia y rally. Con la necesidad de sacar hasta seis licencias de conducir para poder manejar los coches más potentes del juego. Conseguir dinero para poder comprar las máquinas más bellas que podíamos ver por los circuitos era una tarea que nos recompensaba a largo plazo cuando a los mandos de coches de competición volábamos por el asfalto. Un juego, Gran Turismo 2, que encumbró al Suzuki Escudo en su versión Pikes Peak como el más potente y de fácil manejo para afrontar cualquier evento.

Gran Turismo 2 consiguió vender más de diez millones de copias en todo el mundo y a día de hoy PlayStation 3 recibió a finales de 2013 la sexta entrega de la franquicia. Una saga que es exclusiva de las consolas de Sony, que incluso ha tenido su versión para la portatil PlayStation Portable (PSP). Ahora nos toca esperar a que Kazunori Yamahuchi deje salir a su hijo en las consolas de nueva generación con Gran Turismo 7 para PlayStation 4.