Impresiones Escape Dead Island

Los zombis se despiden de PlayStation 3 con esta entrega a caballo entre el primer y segundo Dead Island

Escape Dead Island también formó parte de nuestro periplo por Koch Media para probar todas las novedades que la compañía acercará a los usuarios en el corto y medio plazo. En esta ocasión estamos ante un spin-off que está a camino entre la historia del primer Dead Island y la que nos contarán en la recientemente anunciada segunda parte a cargo de Yager.

Escape Dead Island está siendo desarrollado por el estudio sueco Fatshark y será lanzado por Deep Silver en otoño de este mismo año para las consolas de la ya vieja generación, entre ellas PS3, obviamente. Contará con un nuevo protagonista conocido como Cliff Calo. Este muchacho decide acudir por su cuenta al archipiélago de Banoi, aquel en el que se desataba el brote de infectados en el primer juego. Más concretamente, sus aventuras tendrán lugar en la isla de Narapela, donde podremos ver de nuevo el horror en forma de muertos vivientes.

Escape Dead Island tiene dos grandes novedades con respecto a las anteriores entregas (Dead Island y Dead Island: Riptide): en primer lugar se ha cambiado la perspectiva para pasar a ser un juego de acción en tercera persona por la primera que hasta ahora había hecho acto de presencia en el juego. La segunda es que en esta ocasión se ha optado por unos gráficos de estilo cel-shading en contraposición a los tridimensionales vistos hasta el momento.

La historia se estructurará entre las clásicas escenas guiadas, con un desarrollo bastante pasillero en esta ocasión, en lugar del estilo de juego de mundo abierto que hemos visto hasta ahora, con otras escenas de tipo deja-vu. Según nos contaron, se producirán eventos como en la película del Día de la Marmota, cada día despertaremos con la sensación de haber vivido ya algunos eventos que se funden con otros nuevos de corte sobrenatural -por si un brote zombi no fuese lo bastante paranormal- como una lluvia de contenedores de carga.

Esta vuelta a revivir el mismo hecho hará que tengamos acceso a lugares en los que anteriormente no se podía acceder. Lo mismo sucederá con las herramientas que debemos desbloquear para segur adelante. Como matiz, en esta ocasión el crafting es automático, en lugar de recoger los distintos materiales que necesitábamos. Un toque de tipo Metroidvania en la que volver tras nuestros pasos que nos gustó mucho.

También nos gustó bastante el cambio al nuevo estilo visual, más cercano a un cómic o a una novela gráfica interactiva del estilo de las de Telltale Games The Walking Dead o The Wolf Among Us. Notamos que casi todo era relleno en color, echando en falta algo de contornos, pero nos mató el hecho de que en los ataques apareciesen representaciones de onomatopeyas como Splash!, Crank! y demás, que nos recuerdan a esos espectaculares combates del Batman de antaño (nótese la ironía). No es una novedad como sí lo fue la llegada del primer Borderlands, pero sí que supone una ruptura con lo que ha sido la saga hasta ahora (sin contar el MOBA Dead Island Epidemic).

Donde más errores notamos en esta prueba de una fase bastante temprana de desarrollo, fue en el combate. No terminaban de convencernos las animaciones de ataque así como el clipping presente entre arma y víctima. Confiamos en que se solventen antes de su lanzamiento, pues tiene mimbres para, sin apuntar a gran lanzamiento, sí ser lo suficientemente divertido para hacer más llevadera la espera hasta el lanzamiento de Dead Island 2 que tendrá lugar en 2015 y del que podremos disfrutar de su beta si adquirimos Escape Dead Island cuando se ponga a la venta este invierno.