Avance Lost Planet 3

Tratamos de sobrevivir al implacable frío de E.D.N. III por tercera vez

Seguramente no nos equivocaríamos al afirmar que Lost Planet 3 supone uno de los títulos más importantes para CAPCOM dentro del catálogo de juegos que a medio plazo tiene pensado lanzar al mercado. Sin embargo, con esta saga el reto que se plantea no es otro que acabar de consolidarse con un cambio sustancial una propuesta que nunca llegó a cuajar del todo dentro del sector, pues contaba con carencias claras en sus dos anteriores entregas, pero sobre todo con un rumbo poco claro que con Lost Planet 3 se vuelve a alterar.

Y por lo que hemos podido comprobar en las primeras horas de juego, dicho cambio se da para bien, sobre todo con respecto a lo que supuso el desarrollo poco ligado de la segunda entrega. Además, estableciendo como referencia lo visto en Los Ángeles durante el pasado mes de junio cuando se produjo el E3, el título ha evolucionado gráficamente de manera sustancial hasta ahora, encontrándonos esta vez con una versión que se acerca claramente al resultado final que nos encontraremos en las tiendas a finales del próximo mes de agosto.

A diferencia de la misión que estaba disponible en el E3, en este anticipo de Lost Planet 3 nos encontramos justo ante el inicio del juego, presenciando cómo el protagonista, Jim Preyton, comienza la peligrosa andadura en el plantea E.D.N. III al servicio de la empresa NEVEC, que busca explotar los recursos energéticos del planeta para salvar a la Tierra de la terrible crisis en la que se encuentra sometida. Pero, aunque las intenciones son claras, el proceso no lo es tanto, pues como sabemos los Akrid campan a sus anchas por un mundo que emite E-Term por los cuatro costados, empleando incluso estos mismos seres dicha energía para poder subsistir.

Todo esto lo viviremos desde una perspectiva de flashback total, tomando como inicio un futuro desde el cual echaremos la vista atrás para ver cuáles fueron los inicios de Jim Preyton en todo este asunto. Y es que el motivo que empujó a nuestro protagonista a cruzar miles y miles de kilómetros no es otro que el de mantener económicamente a una familia a la cual ama, no dudando ni un solo instante en derivar todas las ganancias a su mujer y su hija que desde la Tierra le observan con añoranza.

Este telón de fondo es el que motiva a Preyton a coger el petate, desmontar el Mecha y transportarlo todo a E.D.N. III para ofrecer sus servicios a NEVEC. Este hecho acaba teniendo una incidencia inmediata que detectamos con facilidad, y es un aumento de la intensidad narrativa al reforzar ciertos aspectos de los que carecía la entrega anterior. De esta manera, podemos ver cómo los primeros personajes que salen a nuestro paso gozan de una personalidad bastante marcada, haciéndolos distinguibles por ello más allá del aspecto que tengan o del papel que ejerzan en la empresa.

Además, ayuda en parte una animación convincente de los personajes, que si bien no es que cuenten con gestos faciales precisos o detalles gráficos abrumadores, sí que quedan totalmente coordinados con el mensaje que se nos transmite en un más que correcto doblaje al español. Tal vez, y dejando de lado los aspectos jugables que nos hemos encontrado y que ahora pasamos a relatar, este hecho sea uno de los más destacables que descubrimos al entrar en contacto con esta versión tan avanzada de Lost Planet 3.

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Teniendo como base de operaciones las instalaciones de NEVEC donde se aglutina la mayor cantidad de trabajadores destinados al planeta E.D.N. III, iremos cumpliendo misiones que nos llevarán por los diferentes caminos que se abren paso desde nuestra posición. En la base tendremos la posibilidad de entablar conversaciones con los diferentes operarios para recabar información, nutrir a la aventura de las misiones principales y reforzarla con las tareas secundarias que nos puedan ir encomendando. Todo esto mientras se nos da la posibilidad de ir adquiriendo registros de audio y texto –similares a Dead Space, aunque no será la única coincidencia- que se muestras como coleccionables, pero que también estarán presentes a través de todo el terreno que rodea la central.

Y es que alrededor de nuestro Mecha girará absolutamente todo. Adentrarnos en la indomable capa de hielo y nieve que recubre el planeta sin la ayuda de nuestro gigante de acero sería casi un suicidio, con lo que, de inicio, las expediciones que realicemos –y hasta dónde hemos podido llegar- las haremos a lomos de nuestra máquina, pero con matices. La jugabilidad se caracteriza por emplear una variedad de situaciones que nos llevarán desde estar dentro de la cabina del Mecha a pisar tierra firme cuando necesitemos atravesar un lugar inaccesible para tan gran monstruo mecánico. Además de ser siempre una fuente de protección contra los peligros meteorológicos y la amenaza de los Akrid, nuestro Mecha podrá realizar tareas pesadas imposibles para nosotros con sus dos brazos que sirven de gigantescas herramientas, y que darán variedad a las diferentes exigencias que el título nos vaya planteando en cada ocasión.

Pero para aquellas situaciones en las que deberemos saltar de nuestro montura y explorar las salvajes tierras heladas, contaremos con un arsenal bastante amplio de armas para poder defendernos, así como de otros utensilios que nos harán la vida algo más fácil en nuestro recorrido. Como ejemplo podríamos hablar de la linterna, que se activa automáticamente en lugares de poca luz. O también el gancho, una herramienta que nos ayudará a descender o a escalar a través de las escarpadas paredes de hielo, y cuyo manejo hemos comprobado que es bastante ágil e intuitivo.

Aunque lo que realmente nos sacará de apuros son precisamente las armas y los movimientos evasivos que logren dar al traste con las ansias depredadoras de los Akrid. Nuestro personaje no es que sea el adalid de la variedad de movimientos ni de las animaciones ágiles -en parte por justificaciones lógicas, como la aparatosa armadura térmica que le aísla del frío mortal-, pero entre la rápida evasión rodando por el suelo, las funcionalidades típicas de un third person shooter y las armas que conseguiremos usando como moneda de cambio la energía térmica, lograrán darnos la suficiente consistencia para apoyar todo el desarrollo jugable.

Porque además, nos enfrentaremos a situaciones en las que los enemigos nos exigirán acciones diferentes dependiendo de sus habilidades, su poder ofensivo o las protecciones con las que cuenten. De esta manera, tal vez para los monstruos más elementales sea suficiente nuestra pistola, aunque para aquellos más voluminosos haga falta el uso de la escopeta, o incluso un rifle de mayor precisión para los Akrid que sólo tengan una parte de su cuerpo vulnerable.

En líneas generales, y en el aspecto jugable, lo experimentado se fusiona de una forma más que correcta con el argumento de la historia, aunque ciertas mecánicas (como el uso del Mecha como transporte más que como herramienta de trabajo) han llegado a ser algo reiterativas durante las primeras horas de juego. Si bien es cierto, todo esto queda a expensas del resultado global de la aventura, y si la variedad de posibilidades que hemos descrito se reparten de manera equitativa, podemos estar ante un conjunto de posibilidades interactivas y bastante atractivas

Como comentábamos al principio, una de las cosas que más nos ha sorprendido es el cambio gráfico tan drástico que el juego ha experimentado con respecto al E3. Es habitual que en estas ferias nos encontremos con productos en pleno desarrollo, pero el salto dado en pocos meses ha sido sustancial, y realmente nos encontramos en estos momentos ante un juego que exprime de forma correcta las cualidades de un motor todoterreno y tan usado como el Unreal Engine 3.

En concreto, el efecto lumínico del juego es la parte que más destaca de todo esto. Importante vertiente sobre todo cuando pensamos que en un mundo congelado los reflejos de la estrella de ese sistema solar pueden dibujar cantidades de haces de luz por todas partes. Aunque, además de de este hecho, elementos como la energía termal que emana de los enemigos, de nuestros trajes y de su uso en las maquinarias despierta otros efectos susceptibles de ser admirados de forma concreta.

Más allá de esto, hemos encontrado algunos defectos gráficos que no nombraremos aún a la espera de encontrarnos con la versión final, sobre todo viendo el cambio tan sustancial que se ha producido en poco tiempo. Pese a todo, no son problemas que vayan a dar al traste con la experiencia, y ya en este punto nos encontramos ante un juego con unas bases sólidas en el aspecto técnico que garantizan también su correcta experiencia en esta vertiente.

Con todo esto, las expectativas son bastante halagüeñas con este nuevo cambio de ritmo que CAPCOM ha llevado a cabo con Lost Planet 3. El hecho de darle a la campaña muchas más importancia y fuerza se hace palpable desde el primer momento, y visto cómo se está llevando a cabo no deja de ser, a priori, una decisión acertada para abordar esta tercera entrega.