Impresiones Final Fantasy XV

Square Enix asalta la siguiente generación de consolas resucitando el ansiado Final Fantasy Versus XIII

Para sorpresa de todos los seguidores de la franquicia, el universo ambientado en la saga Fabula Nova Crystallis supera la barrera asentada por la serie Final Fantasy XIII con el nuevo rumbo tomado por Versus. El juego, presentado en 2006 como uno de los JRPG más ambiciosos de Square Enix, salta a la nueva generación de consolas para aprovechar el nuevo hardware perpetrado por la todopoderosa PS4. Y, lo que es más importante, lo hace re-bautizado como Final Fantasy XV.

La historia parece no haber cambiado de forma sustancial: en un mundo permanentemente unido al poder de los cristales, cuando estos empiezan a escasear de forma realmente alarmante se desata un caos político de dimensiones inabarcables. En un abrir y cerrar de ojos, los estados que aún reciben las ventajas de los cristales pasan a ser el objetivo principal de sus vecinos.

Bajo este telón de fondo interpretaremos el rol de Noctis, príncipe heredero del Reino Lucis, en un momento de caos total: Niflheim ha atacado la nación utilizando todos sus recursos estratégicos y militares ante la sorpresa de los dirigentes. En medio del caos Noctis intenta escapar junto a sus compañeros para establecer una plan en aras de recuperar la paz de su pueblo.

Lo que más nos ha llamado la atención de la demostración interactiva del título es su tremenda puesta en escena, centrada más que nunca en la acción ultravitaminada y la sucesión de eventos electrizantes. Pese a que los creadores aseguran que Final Fantasy XV conservará muchas de las virtudes de la saga, lo cierto es que podríamos estar ante el videojuego de la franquicia más cercano al concepto Hack’n’slash que tan buenos resultados ha dado en videojuegos a la altura de Devil May Cry, Ninja Gaiden o Bayonetta.

El espacio escénico interactivo presentado en la demo nos traslada a una ciudad en proceso de destrucción. Y nosotros, mientras la urbe cae a golpe de edificios destrozados y barrios inundados por espectaculares efectos de agua, luz y electricidad, nos moveremos con pasmosa verticalidad a lo largo, ancho y alto de escenarios en continuo proceso de metamorfosis.

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De esta forma, la acción se vuelve vertiginosa mientras asestamos brutales golpes, invocamos espectaculares hechizos o damos órdenes a nuestros compañeros para acabar con los enemigos más duros de roer sin darles ni un solo respiro. Una de las principales habilidades de Noctis (aquella que le permite teletransportarse de manera inmediata), nos permitirá añadir espectacularidad a la escena mientras tomamos la retaguardia de nuestros enemigos, les asestamos el golpe definitivo y, antes de que sus aliados puedan reaccionar, nos teletransportamos a la fachada de un edificio kilométrico para aprovechar su disposición vertical y cubrir grandes espacios en poco tiempo, tanto en el plano horizontal como en el vertical.

Todo ello decorado de forma brillante mediante el uso intensivo del motor Luminous (principal apuesta tecnológica de la compañía japonesa para las consolas de última generación), lo que repercute en un acabado visual más cercano de lo que nunca hubiésemos imaginados a largometrajes como Advent Children. El diseño de personajes (perpetrado por el siempre efectista Tetsuya Nomura) brilla con luz propia, valga la redundancia, gracias a un motor de iluminación de otro planeta y un cuidado por el detalle nunca visto en la saga.

Se nota la influencia europea de los chicos de Naugthy Dog en la disposición de las escenas interactivas, donde nuestro personaje será capaz de avanzar por el interior de un edificio mientras este sucumbe a un proceso de inundación en tiempo real, mientras Noctis se cubre en las esquinas, avanza con paso firme y logra superar las dificultades mientras decenas de elementos se destrozan a su alrededor.

Los momentos Over the Top popularizados por sagas como God of War tendrán su respuesta en Final Fantasy XV mediante escenas jugables impresionantes, donde nuestro personaje revivirá momentos equiparable en espectacularidad a la lucha final de Final Fantasy: Advent Children.

Gracias a la demostración jugable que hemos podido observar en el E3 2012, nos hemos percatado de un hecho indiscutible: el rimbombante y barroco planteamiento visual de Final Fantasy XV se verá complementado por una banda sonora de primer nivel, donde los momentos más intensos de la trama se verán realzados mediante cortes musicales de importante presencia coral y recargada intervención orquestal. El tejido resultante, donde la acción reclamará mayor protagonismo que de costumbre, reservará un lugar especial para la polémica (tal y como ha sucedido en los últimos capítulos de la saga). Por lo que parece, Final Fantasy toma un nuevo rumbo, reinventa el JRPG por medio de una fusión directa con el Beat’em’up y se prepara para una nueva acometida del público: el tiempo dirá si el juego que nos ocupa será recordado por su calidad global o denostado por los fans más conservadores (que son legión).