Análisis Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos (PS4)

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Sherlock nunca dijo: “Elemental, mi querido Watson”
Por Ricardo Fernández 30 septiembre, 2014

Todos aquellos que hayan leído las noticias que hemos publicado sobre Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos, se habrán dado cuenta que el protagonista es uno de mis fetiches literarios. Sir Arthur Conan Doyle creó un personaje mítico que dotó de múltiples cualidades para un solo fin, desvelar curiosos casos que a Scotland Yard le venían grandes.

Por ello reniego de películas como las interpretadas por Robert Downey Jr. O “cosas” como Elementary. ¿Qué por qué? Supongo que a nadie le hará gracia que tiren por la borda sagas que alguien adora. Podría empezar porque el Sherlock que nos hacen ver en las películas es humorístico, más pequeño que Watson, que dejan en mal lugar a los dones que el genuino detective posee y multitud de detalles más que solo entendería un asiduo al universo Sherlockiano.

Pero en fín, aquí venimos a hablar de videojuegos y en concreto de Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos, la última aventura protagonizada por el famoso detective y su compañero John Watson. Desarrollado por Frogware Studios, el título llevaba anunciado desde primeros del 2013 y tras unos pequeños contratiempos, por fin podemos disfrutarlo en PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360, Xbox One y PC. Sin embargo en este análisis vamos a tratar a fondo la versión destinada a la última plataforma de Sony, PlayStation 4.

En esta ocasión nuestro querido detective debe de completar con eficacia ocho misteriosos casos. Aquellos que hayan leído Las Aventuras de Sherlock Holmes estarán familiarizados con la propuesta que Frogware Studios han querido ofrecernos. No por nada, sino porque cada historia que nos cuentan es diferente e independiente de las demás, como en el libro citado anteriormente. Evidentemente no os vamos a destripar ni un solo de los casos que debemos de resolver, pero sí que os vamos a destripar qué cosas buenas tiene el título y qué es lo que falla en él.

Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos podría etiquetarse como un videojuego de aventuras gráficas modernizado. Ya sea en primera persona o en la que usaremos más a menudo, en tercera, nuestra misión consiste en ponernos en la piel del detective a la vez que investigamos los escenarios en busca de pistas. En este apartado es casi tan parecido como cualquier otra aventura de la época salvo porque Sherlock tiene un par de ases en la manga que le permite averiguar posibles pistas que nadie es capaz de ver. Repasar minuciosamente la escena del crimen así como a los sospechosos (en una primera persona muy realista), será el pan nuestro de cada día y cualquier dato que consigamos se añadirá a nuestro cuaderno de notas personal.

Con las suficientes pistas, interrogar será coser y cantar. Quizás porque en el videojuego podemos repetir infinitas posibilidades hasta que demos con la acertada o porque las pruebas no den lugar a errores. Otra de las características del título es que podemos realizar una telaraña de conclusiones ligando las pistas, detalles y confesiones de los involucrados del caso que estemos llevando a cabo. Completar esta red será fundamental para solventar los misterios pero hay que tener en cuenta que a veces habrá más de una posibilidad y no siempre daremos con la deducción acertada. De hecho al finalizar los casos puedes absolver o culpar a quien creamos conveniente -aunque con limitaciones-.

Por si no lo sabéis, Sherlock es un mago del disfraz, del combate y de la química. Todas estas dotes se irán desbloqueando a lo largo del juego y haremos uso de ellas mediante pequeños puzles e ingenio. La ropa estará disponible para nuestro audaz detective en su armario pero también podrá complementar su disfraz con diferentes accesorios que lo harán camuflarse en el entorno y pasar inadvertido. Además, y también en su piso de Baker Street, encontraremos una amplia biblioteca repleta de datos de cualquier tema que necesitaremos en determinados momentos de la aventura.

Resumiendo. Nuestra labor en el videojuego será buscar pistas que nadie puede ver gracias a las habilidades especiales de Sherlock asignadas a L1 y R1, interrogar a los sospechosos, casar pistas, relacionar todos los datos que tenemos, resolver puzles, algún que otro combate y dar por finalizado el misterio. Sin embargo si fallamos a la hora de realizar algunas de estas acciones, podremos repetirla las veces que queramos hasta que demos con la correcta sin penalización alguna. Esto le quita emoción y dificultad al juego, enfocándolo más a un juego sobre raíles que a una verdadera aventura gráfica.

No es que Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos sea un castigo sin más, pero hay que reconocer que los únicos puntos negros del videojuego son sus insufribles tiempos de carga y los paseos gratuitos que debemos de dar cada 2 o 3 minutos de juego. Si las pantallas de carga se dieran cada tanto en cuando, no afectaría tanto a la nota del juego, pero no es así. Habrá ocasiones en las que debamos de visitar alguna localización solo para realizar una tarea en concreto y de vuelta a donde estábamos. Esto quiere decir que pasamos más tiempo en las pantallas de carga que jugando y para nada es agradable. Además no son cortas y buena prueba de ello es que entre medias podemos visionar nuestro cuaderno para ir adelantando faena y elucubrando deducciones.

Si a todo esto le sumamos que los escenarios no son excesivamente grandes y que las pistas suelen estar concentradas en lugares muy concretos, tenemos demasiado relleno sin sentido que junto con lo mencionado en el párrafo anterior, hace caer aún más la nota de Sherlock Holmes: Crímenes y Castigos. Nos apena mucho que la experiencia de juego se vea truncada de esta manera en un título que cuenta con capítulos muy entretenidos y tan bien hilados. La personalidad tan marcada y fielmente respetada de Sherlock Holmes en el videojuego así como la de su compañero, es la gran causante de que el videojuego atesore momentos muy buenos, aunque hay que reconocer que en algunos momentos se dan situaciones que el detective original los resolvería al instante.

Gráficamente no estamos ante un título que levante pasiones pero lo que muestra es excepcional. Los escenarios están detallados todo lo que podáis imaginar y más. Baker Street 221B es impresionante y las texturas en general son de altísima calidad. Esto se debe a que Frogware Studios ha usado el motor gráfico Unreal Engine 3 y la verdad es que luce increíblemente bien. Sí es cierto que en ocasiones y como es habitual en el citado motor, hay algunas texturas que tardan un poco en cargar pero apenas es imperceptible.

No es así en el apartado sonoro, el cual se limita a pequeñas melodías que poco o nada enganchan al jugador y que fácilmente olvidaremos. Sherlock Holmes, Mycroft, Lestrade, Holmes y todo el elenco de personajes propios del universo de Sir Arthur Conan Doyle hablan en perfecto inglés, aunque tranquilos, el videojuego está perfectamente subtitulado al castellano.

Si pasáis por alto las constantes y tremendamente largas pantallas de carga, la facilidad para solventar misterios (se pueden saltar incluso los puzles del juego) y el -en ocasiones- tosco manejo del detective, estáis ante un título de Sherlock Holmes de lo más recomendable. Sus geniales gráficos, la variedad de situaciones que aparecen a lo largo de sus ocho capítulos, los personajes y lo bien llevada al mundo virtual la obra de este ilustre autor, os darán unas más de 10 horas de auténtico vicio detectivesco.

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Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 8.5
Sonido: 7
Satisfacción: 7

Análisis

Sherlock Holmes y John Watson se estrenan en las consolas de actual generación con altibajos técnicos, pero con la merecida calidad que estos reconocidos personajes poseen en el ámbito literario.