Análisis FIFA 15 (PS4)

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El rey del género volverá a ocupar su trono este año con la primera entrega desarrollada con la next-gen como base
Por David Soriano 29 septiembre, 2014

El balón echa a rodar de nuevo con la segunda entrega de FIFA tras su llegada a la nueva generación. En esta ocasión, las nuevas plataformas han sido la base del desarrollo del simulador futbolístico por excelencia, aquel que desde hace años ocupa el trono del género. Tomando en cuenta esto, deberíamos estar ante una entrega que sobrepasara con creces a su edición del año pasado, pero no lo podemos afirmar rotundamente y en las siguientes líneas vamos a desgranas los motivos que nos llevan a ello.

Es innegable el esfuerzo que el equipo de EA Sports se ha tomado con la franquicia FIFA en este salto generacional. El primer aspecto a tener en cuenta fue la creación y uso de un nuevo motor gráfico conocido como Ignite que elevara exponencialmente el nivel visual de un título que no ha terminado de encontrar la excelencia en ese sentido. Numerosas habían sido las quejas con respecto al límite de posibilidades del hardware anterior, una vez solventado eso con la llegada de las nuevas máquinas, la excusa se ha diluido y queremos algo más.

El lema del título para esta temporada 2014/2015 es ‘Feel the Game’. Tomando esto como base, se ha pretendido recrear la curiosa e intensa manera de vivir un deporte que tiene tantos amantes repartidos por el globo. En este sentido, se ha tratado de dar un enfoque más televisivo a la representación de los partidos. Al finalizar cada parte, o simplemente pulsando el botón Options para pausar el encuentro, veremos un resumen de lo más destacado que ha tenido el partido mezclados con algunos comentarios y música de fondo que hace que se disfrute viendo lo más importante que ha acontecido en el partido.

Para continuar con ese objetivo de representar las emociones, también hemos notado mejoras en la representación de algunas de las hinchadas más destacadas. Cada una tiene sus cánticos más representativos e incluso se han añadido los bailes o movimientos específicos de algunas, como la del Manchester City y su ya conocido Poznan. De esta manera, es realmente diferente jugar un partido como local o visitante. Jugar el encuentro en estadios como la Bombonera o Anfield es todo un espectáculo que nos pone la piel de gallina, lo que indica que se está cumpliendo el cometido inicial de llegar a transmitir esa pasión al videojugador. Por sacar un poco de punta en este sentido, no nos será difícil ver cómo jugamos un partido local con algún equipo menos -o nuestro equipo de FIFA Ultimate Team- y nuestra hinchada viste de un color que nada tiene que ver con nuestras equipaciones, lo que aleja al jugador de sentirse representado por esos muñecajos virtuales que te animan pero no visten tus colores.

Si la afición es pasional, no lo son menos los protagonistas de este deporte. Lo vemos cada fin de semana, los jugadores tienen reacciones de todo tipo, de alegría al realizar una buena acción, de frustración si no salen las cosas bien, de gratitud si un compañero nos ha salvado. Se han incluido muchas animaciones nuevas para representar esta personalidad en la cancha, por lo que ahora se añadirán algunos cortes que representen ese estado de ánimo de un jugador según la situación que acaba de suceder. Las más comunes serán las de los centrales felicitando al portero en una de las muchas paradas que los nuevos porteros harán, una de las principales mejoras de las que hablaremos más adelante.

El balón echará a rodar con un primer partido entre Liverpool y Manchester City que sirve como final para ganar la Premier League. Estos primeros compases dentro del campo nos servirán para ver la representación visual de muchos de los aspectos que componen ese todo que es un partido de fútbol. En primer lugar hay que destacar el césped. Si el año pasado en PS4 ya disfrutamos de un salto cualitativo bastante acusado al pasar de tener una moqueta a un campo con cada brizna de césped representada con su forma tridimensional, este año se ha ido aún más allá y veremos cómo se va degradando a medida que avanza el partido. En la versión final hemos notado como estos daños parecen más contextuales y se representan como consecuencia real de lo que pasa en el verde elemento, que hasta ahora nos había dejado algo fríos con esa sensación de aleatoriedad.

En esta primera toma de contacto -y será una constante durante nuestra trayectoria de la mano de FIFA 15– comprobaremos la vuelta de tuerca que se ha dado a la Inteligencia Artificial de los porteros. No serán imbatibles ni mucho menos, pero les veremos hacer algunas paradas y despejes que hubieran sido imposibles en la entrega anterior. Aquellos que hayan dedicado un buen número de horas a la edición anterior no podrán evitar pensar de manera recurrente: «Esto hubiera sido gol en FIFA 14». Observamos un mejor posicionamiento, tanto que resulta mucho más complicado conseguir un tanto de vaselina, además de nuevas animaciones para representar las palomitas. La contra, que las cantadas cuando suceden, están aún mejor representadas y parecen mucho más cantadas.

Cada elemento del campo más allá de los propios jugadores intenta ser representado y con cada nueva edición observamos un número mayor de estos elementos. Cámaras de televisión que se mueven enfocando la acción, los jugadores calentando, recogepelotas y demás, hacen que el estadio parezca vivo, cada vez más alejado de los juegos de antaño en los que los protagonistas eran los 22 jugadores y ya. Además este año se ha dotado «de vida» al banderín de córner, que puede moverse si es golpeado e incluso dejar parado el balón si se acerca de forma lenta. Las vallas publicitarias también muestran un lavado de cara con la representación de la tecnología LED, que hará que esté variando durante todo el partido, tanto que puede llegar a marear si no fuese porque realmente tenemos la vista puesta en lo que sucede en el césped. El último elemento retocado que cabe destacar es la portería, que en esta ocasión con cada gol que reciba mostrará un movimiento que la levanta del suelo. Por mucho que sea algo opcional, y como hemos venido reclamando a medida que hemos ido probando el juego, nos parece algo totalmente irreal.

Si finalmente ganamos el partido se nos hará entrega del trofeo real de la Premier League. Esto se debe al acuerdo de patrocinio entre la Liga Inglesa de Fútbol y EA Sports. Por medio de este acuerdo se pueden encontrar añadidas en el juego las representaciones faciales de la práctica totalidad de jugadores de la liga de las islas, los estadios de estos equipos y hasta el marcador y publicidad en el campo son específicas de la Premier League, de manera que ver uno de estos partidos puede ser un truco para nuestra vista, que no distinga entre realidad y ficción del grado de acercamiento que tiene a la realidad.

Vemos que este año de nuevo se ha intentado que el acercamiento visual cada vez tenga menos gap entre el juego y un partido real. Sin embargo, y pese a que aún esperamos muchísimo más de un juego deportivo de nueva generación, -sobre todo viendo el aspecto de otros juegos de EA Sports que hacen uso del mismo motor- es en nuestros pulgares donde queremos encontrar sensaciones nuevas en cuanto a la jugabilidad. En este sentido nos podemos sentir un poco decepcionados, pues FIFA 15 es una entrega excesivamente continuista que poco o nada aporta en este sentido. No vamos a negar que el nivel de jugabilidad había alcanzado un punto bastante alto, pero de algún modo se tiene que justificar la adquisición de una entrega por año.

[break=Página 2]Es cierto que se han retocado las animaciones para representar más fielmente la capacidad de reacción de los futbolistas. Veremos que estos cambian su movimiento de manera contextual, según lo que verdaderamente está sucediendo en el campo. Otra de las grandes mejoras la observamos en la representación de los contactos. FIFA 15 deja atrás el no muy satisfactorio sistema de «Protect the ball» para dar paso a un cuerpo a cuerpo más dinámico que pueda tener en cuenta la corpulencia real de los jugadores. En este sentido, no será difícil ver cómo recuperamos un número mucho mayor de balones sin realizar ningún tipo de entrada.

Si anteriormente hemos alabado las mejoras en los porteros, parece que para que éstos se luzcan se ha empeorado la IA defensiva en general. Comprobamos que tienen grandes problemas a la hora de fijar la línea de fuera de juego, lo que se traduce en un clara ventaja cuando se da un pase en profundidad con triángulo y qué decir si se opta por dar este pase elevado, dejando en ventaja al delantero de turno más de lo que sería real. No podemos dejar de lado este apartado de la jugabilidad sin mencionar el par de nuevas tácticas que se ha incluido para potenciar ataque o defensa respectivamente con «Todos al ataque» y «Poner el autobús».

Cuando uno repasa los cuadriculados menús de juego puede observar la carencia de nuevos modos de juego que puedan significar un motivo real para cambiar de FIFA 14 a FIFA 15 más allá de las actualizaciones de cada temporada. En este sentido no encontraremos consuelo al dinero invertido, pues repiten tal cual lo hacían en la entrega del año pasado, aunque no por ello no tienen novedades dentro de cada una de estas modalidades que componen el global de FIFA 15. Sí que destaca la inclusión este año de una de las ausencias incomprensibles en FIFA 14: la opción de disputar una temporada offline, más allá de su aparición en el modo mánager.

La joya de la corona volverá a ser FIFA Ultimate Team. Es curiosísimo como lo que empezó siendo un DLC ha terminado por ser el eje sobre el que gira el resto del juego. En este modo se han añadido un par de novedades que pueden ser más o menos útiles respectivamente. Por un lado, la inclusión de cesiones de jugadores aporta equilibrio a las plantillas y nos pueden permitir competir en igualdad de condiciones -durante el tiempo que duren los contratos de estos jugadores- con usuarios que ya tengan una buena configuración de plantilla porque lleve bastante tiempo jugando a esta modalidad. Las cesiones se pueden adquirir en el propio menú de FUT y como parte de las recompensas del catálogo de EA Sports Football Club. La otra principal novedad es el añadido de las llamadas Plantillas Conceptuales. Se trata de un simulador que permite incluir cada carta existente en el modo de juego para observar los cambios que produce y la variación de química. Estas plantillas conceptuales se pueden guardar o compartir para tratar de que pasen de conceptuales a reales.

En el resto de modos (Clubes Pro, Carrera, Amistosos…) no encontraremos novedades significativas. Todos ellos permanecen inalterados ofreciendo en su práctica totalidad la misma experiencia de pasado año. A falta de novedades en los modos, sí encontramos algo distinto en los menús que dan acceso a ellos. Se han rediseñado con una predominancia del color amarillo-dorado que preside los mismos este año. Destacan dos módulos principales, uno que nos aporta información sobre el equipo favorito que hayamos seleccionado (en España con noticias de Goal.com) y en la parte superior derecha el nuevo widget que gestiona las novedades de nuestros amigos y actúa como acceso directo al catálogo y nivel de EAS FC.

Como hemos ido comentando, el nivel visual aumenta año tras año. Nuevas animaciones, un modelado más cercano al real (aunque lejano aún de una representación real, pues todos los futbolistas parecen demasiado cachitas), un modelado mejor en cada apartado, mejoras significativas en el motor de iluminación… y todo ello de nuevo en unos magníficos 1080p de resolución que se mueven a 60fps bastante estables.

En cuanto al sonido tenemos la cara y la cruz. Por una parte, la representación real de los cánticos de las hinchadas -capturados en los propios estadios- supone un plus en lo que respecta a la inmersión y sentirnos parte de la afición. De nuevo hay que citar que ejemplos como el cántico de «You’ll never walk alone» nos hará sentirnos como si estuvieramos en el mismísimo Anfield. La parte negativa en este sentido la tienen Manolo Lama y Paco González, quienes repiten a los micros de la versión española. Sus líneas de diálogo apenas se han expandido y sus comentarios resultan monótonos y repetitivos en menos de 10 partidos, imaginaos lo que va a ser escuchar lo mismo toda la temporada. Cómo echamos de menos esas ediciones de principio de siglo en las que nos sentíamos unos privilegiados por el nivel de los comentaristas. Año tras año con un estancamiento similar hacen que haya pasado a ser lo más cercano a un castigo. Por último, la banda sonora es de gran nivel, con una mezcla de estilos de grupos con no demasiado nombre en general, pero que funcionan a la perfección en la mezcla.

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Jugabilidad: 8.75
Gráficos: 9
Sonido: 8.5
Satisfacción: 9

Análisis

A pesar del excelente nivel general al que se ha llegado en la saga, se esperan muchas más cosas para un juego deportivo de nueva generación. FIFA 15 es una entrega bastante continuista que se dedica más a maquillar los fallos de FIFA 14 en next-gen que a aportar algo realmente novedoso. Pese a ello, es innegable que el trono que ocupa dentro del género es más que merecido y que nos dará muchísimas horas de diversión en el campo virtual.