Análisis Dark Souls II – La Corona del Viejo Rey de Hierro

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La segunda de las Coronas Perdidas
Por César Rebolledo 1 septiembre, 2014

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, el Rey Vendrick tenía dos lugartenientes. Uno era Velstadt, El Escudo Real, mientras que el otro era Raime. Sin embargo, hubo un enfentamiento entre ellos y Raime fue tachado de traidor. En busca de un poder mayor, llegó a la Torre de Bruma, encontrando a Nadalia, la Novia de Ceniza. Nadalia había llegado aquí buscando al Viejo Rey de Hierro, pero éste ya había abandonado la tierra que antaño había soñado con convertir en un reino eterno…

Raime encontró el poder que buscaba. Lo encontró en Nadalia. En el mal, la oscuridad. En la niebla. Escuchad la llamada, guerreros de Drangleic, que resuena desde las profundidades de la Torre de Hierro y el mar de lava, invitándonos a buscar la Corona perdida del Viejo Rey de Hierro.

FromSoftware nos presenta el segundo contenido descargable que forma parte del trío Las Coronas Perdidas, que llegaba hace unos días (aunque con ciertos problemas para los propietarios del Pase de Temporada) para todos los jugadores ávidos de más aventuras.

Para aquellos que tengan el contenido descargable, indicamos que la forma de acceder al DLC es llegar al Torreón de Hierro, a la Hoguera Ídolo de Eygil. Continúa hasta el lugar donde luchaste con el Viejo Rey de Hierro y avanza hasta la Hoguera Primordial, como con el primer DLC. Pasado ese punto verás un nuevo altar, a través del que llegaremos a una nueva zona. Habiendo comprado el DLC podremos abrir las puertas de éste nuevo lugar y llegar a la Torre de Bruma.

Éste segundo contenido descargable nos ofrece un único mapeado nuevo, la Torre de Bruma, a diferencia de las tres mazmorras que se incluían en la Corona del Rey Hundido. No obstante, a diferencia del anterior DLC, que tenía un camino muy lineal, la Torre de Bruma puede convertirse en un auténtico laberinto.

La llegada a éste nuevo mapa es bastante impresionante y sobrecogedora. Si nuestro primer vistazo a Shulva, Ciudad Santuario estaba caracterizado por la oscuridad de las profundidades, en éste caso es el cielo lo que nos recibe. Nuestro viaje comienza en una montaña desde la que tenemos vistas a la impresionante torre, a la que llegamos a través de una gigantesca cadena… no miréis abajo.

La arquitectura de la Torre de Bruma es, como decimos, bastante laberíntica, con un montón de ascensores por todas partes que conectan varios niveles, separados por distintos sectores. La parte principal tiene varios de estos ascensores, por los que accederemos a casi todo el complejo.

La puesta en escena de esta mazmorra está bastante lograda. Se trata de una mazmorra-torre del rey-fundición bastante bien organizada, en la que el mayor peligro estructural son los propios ascensores, si es que eres un tanto patoso, además de un par de trampas de fuego colocadas con muy mala idea. Repartidas por aquí y allá, en las zonas exteriores, vemos figuras de los que seguramente hayan sido los antiguos habitantes de la torre, ahora reducidos a cenizas.

Pese a que sólo sea una mazmorra, la duración del contenido descargable es parecida a del primero, por tres razones. Comenzamos con el trazado del mapa, que nos obliga a dar muchas, muchas vueltas. Arriba, abajo, por esa puerta, consigue la llave, vuelve…

Otro de los factores son los enemigos. En Shulva el veneno se interponía en nuestro camino, aquí es la fuerza bruta. Los soldados enemigos son tremendamente peligrosos, tenemos espectros armados con armas llameantes que no caerán tan fácilmente y gigantescos mastodontes impulsados por fuego.

Además, tenemos unas hechiceras que dominan el rayo, capaces de provocar peligrosas tormentas y teletransportarse a nuestra espalda para darnos un buen susto. Pequeños homúnculos dan vueltas por determinadas zonas, cargando barriles explosivos… mucho cuidado con atacar cerca de ellos con fuego. Un tercer enemigo de esta zona, aunque muy poco numerosos, son los Astrólogos, que pueden darnos serios disgustos al prácticamente inmovilizarnos, dejándonos a merced de los monstruos que nos rodean.

Y cómo no, el evidente combate con un impresionante jefe final. Muchos verán aquí un reflejo del combate con Artorias del DLC del primer Dark Souls, de hecho, éste enemigo incluso es zurdo, pero por suerte no será tan rápido. Pero antes tendremos que destruir las monstruosas figuras que rodean la zona y le permiten regenerarse, o no tendremos ninguna oportunidad…

La forma en la que La Corona del Viejo Rey de Hierro amplía las posibilidades y el tercer factor por el que tiene una duración parecida al primer DLC, es con un par de caminos opcionales, que nos llevan por peligrosos derroteros y ofrecen interesantes recompensas.

Por un lado, aunque técnicamente la Torre de Bruma sea el único mapa, existe una cueva bajo ella, el Paso de Hierro. Se trata de un túnel con dos caminos posibles. El que nos interesa es precisamente el más peligroso: activar una palanca y cruzar a toda prisa un pasillo plagado de enemigos mientras nos escupen bolas de fuego, para llegar rápido al otro lado antes de que baje una verja. Esto nos permitirá cruzar la zona por un paso algo más elevado, algo más seguro.

La otra opción es cruzar el Paso de Hierro por el camino normal… y más peligroso. Nos atacarán un montón de soldados, al tiempo que las hechiceras nos lanzan rayos, los espectros flechas de alma y los Astrólogos nos paralizan, dejándonos a merced de los demás. Al final de éste peligrosísismo camino nos espera un enorme demonio que ya conocemos…

La segunda ruta opcional la podremos recorrer una vez hayamos terminado nuestra misión principal y tengamos la Corona del Viejo Rey de Hierro en nuestro poder. En lo alto de la Torre de Bruma descansa una vieja armadura de aspecto oriental, con una gigantesca espada a sus pies. Con la Corona y el Corazón de Cenizas podremos acceder a la Memoria del Viejo Rey de Hierro.

Nos esperan Caballeros de Alonne en el camino, además de gigantescas salamandras escupefuego que nos pueden dar un serio disgusto. Avanzar demasiado rápido por esta zona supondrá vernos rodeados pronto, lo que unido al factor de las salamandras y la rapidez de los Caballeros de Alonne puede ponernos en serios aprietos.

El final de éste camino nos lleva a un interesante combate. El mismísmo Sir Alonne, que fuera mano derecha del Viejo Rey de Hierro y ayudase en el establecimiento de su reinado. Armado con una impresionante espada capaz de golpearnos desde cualquier distancia a una velocidad inimaginable.

A grandes rasgos, tenemos que decir que pese a que el primer contenido descargable tenía más trabajo a sus espaldas, la Corona del Viejo Rey de Hierro no decepciona. La dificultad en general es un buen aliciente, descubrir los caminos opcionales de la Torre de Bruma, así como el interesante combate con Sir Alonne el dan bastante cuerpo al DLC. Fans de la primera entrega, prestad atención a la aparición estelar del arma de Artorias en la Torre. Recordad que el guerrero era zurdo, a lo mejor si la usáis con esa mano pasa algo especial…

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Jugabilidad: 10
Gráficos: 9.5
Sonido: 8.5
Satisfacción: 8.5

Análisis

La Corona del Viejo Rey de Hierro se diferencia bastante del primer DLC. Más dificultad, menos mapeado, más posibilidades opcionales. En general, sigue siendo una experiencia más que interesante, no es un simple contenido adicional, tiene su propia historia a descubrir... para aquellos que presten atención