Análisis Metro: REDUX

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Una nueva remasterización aterriza en PS4 con una lavado de cara bastante interesante
Por David Soriano 19 agosto, 2014

Es la época de las remasterizaciones para la nueva generación. Es algo innegable. Durante los últimos meses, en PlayStation 4 hemos recibido actualizaciones de Tomb Raider y The Last of Us por citar un par de ejemplos y se avecinan otras: Resident Evil, Sleeping Dogs, GTA V… o Metro: Redux, que es el que hoy vamos a tratar y se compone de versiones restauradas tanto de Metro 2033 como de Metro: Last Light y sus correspondientes contenidos descargables. En este análisis nos vamos a centrar en las novedades y mejoras contenidas en el pack; para la reseña del Metro: Last Light original podéis visitar este enlace.

Para poneros en situación, la serie Metro está basada en las novelas del autor ruso Dmitri Glukhovsky. Este best-seller no tardó en ser adaptado por el estudio ucraniano 4A Games para los por entonces aún vivos THQ. Con el tiempo y la desaparición de la editora de las tres siglas, la licencia pasó a manos de Deep Silver, que es quien se encarga de traer esta remasterización y recopilación de dos juegos en primera persona en los que la inmersión del jugador y una excelsa narrativa se han constituido como su estandarte para recomendaros que juguéis esta serie, y podéis tener con Metro: Redux la ocasión perfecta.

Estas novelas representan un futuro alternativo tras un accidente nuclear acontecido en 2013. La Tierra se convirtió en un lugar inhabitable y la mayor parte de la población humana murió. Los supervivientes a este apocalipsis se refugiaron en los túneles del Metro de Moscú donde se creó una nueva civilización. Ahora en 2033 tomaremos el rol de Artyom, uno de los últimos nacidos antes de la catástrofe y que por ello presenta cierto tipo de inmunidad que el resto no tiene. Por tanto, los emplazamientos de esta serie serán una combinación de los distintos refugios creados como últimas muestras de civilización, los túneles que unen las distintas zonas y algunas subidas a la superficie -en las que la representación de este mundo distópico se llevan la palma a nivel de diseño artístico.

Entrando en la parcela jugable de la colección, lo primero que hay que destacar es la diferencia de estilos que tenía lugar en ese par de juegos que se intuían como secuelas. Mientras que Metro 2033 -que solamente tuvo su edición en Xbox 360 y PC- sobresalía por ser un shooter en primera persona en el que la escasez de recursos era tal, que en la mayor parte de su desarrollo recordaba a alguno de los clásicos survival horror, tanto por la parte de la complicada supervivencia en un mundo post-apocalíptico en el que necesitaremos de filtros, máscaras anti-gas y demás elementos. Metro: Last Light en cambio estaba más enfocado a la acción directa, sin sentirnos tan presos de los recursos disponibles.

Pues bien, en torno a estas dos variables tan distintas entre sí de afrontar sus campañas para dos juegos considerados como secuela el uno del otro viene la gran novedad a nivel de gameplay de Metro: Redux. Se incluyen dos modos distintos para completar cada uno de los juegos que se incluyen en el pack. El modo Supervivencia está basado en la jugabilidad original de 2033, es decir, tendremos que ir rebuscando por el escenario en busca de munición, botiquines y los instrumentos necesarios para cuando abandonamos los túneles y salimos a la superficie.

En el lado opuesto situaremos la modalidad Espartano, más centrada en los baños de sangre y en los que nos preocuparemos más de la IA del enemigo, porque los recursos serán bastante abundantes. La parte buena de este sistema es que podemos revivir Metro 2033 con la jugabilidad de Metro: Last Light y a la inversa, el verdadero motivo para volver a dar oportunidad a este par de grandes juegos: cambiando la manera de afrontarlos parecen dos juegos completamente nuevos. Además, cabe remarcar que ningún usuario de plataformas PlayStation ha podido disfrutar hasta ahora de la primera entrega de la serie.

El resto de mejoras, como es de esperar, se centran en su apartado técnico al dar el salto a una consola más potente. Lo que 4A Games ha tratado en esta nueva reedición es de que el resultado a nivel gráfico se asemeje al que han conseguido en PC ambas entregas a nivel ultra. Una vez que hemos podido recorrer ese Moscú y alrededores podemos decir que realmente el trabajo de optimización ha merecido la pena y se acerca bastante a ese objetivo. Huelga decir que el juego corre a una resolución de 1080p y 60fps constantes.

Al contrario de lo que suele habitual, no se han limitado a presentar unas texturas más definidas -que sí las incluye- para que el resultado no cante demasiado con el aumento de resolución, sino que se han realizado mejoras en la representación del clima (especialmente el efecto de nevada), iluminación, partículas e incluso las animaciones, aunque es este un apartado que no nos ha terminado de convencer, pues sobre todo en 2033 aún parecen demasiado robóticas y faltas de fluidez. No se puede considerar a Metro: Redux como el estándar que esperamos a nivel gráfico para esta nueva generación, pero los cambios son más que perceptibles y para prueba un botón (en forma de vídeo comparativo que tenéis más arriba).

En cuanto al sonido, tenemos doblados al castellanos ambos juegos, con una banda sonora compuesta por Alexey Omelchuk que saben mantener la tensión en los momentos que procede junto con otras melodías más relajadas que nos acompañan perfectamente en las escenas que intentan contar parte de la historia. En cuanto a los efectos, los alaridos de las bestias son dignos de mención ya que consiguen crear una atmósfera en la que nos vemos envueltos consiguiendo un resultado que aterra bastante. Además, como novedad se ha incorporado en su versión para PS4 la posibilidad de usar la salida de audio del altavoz del DualShock 4 para avisos sonoros como el de la necesidad de cambio de filtro.

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Jugabilidad: 9
Gráficos: 8.5
Sonido: 9
Satisfacción: 8.5

Análisis

Metro: Redux en un recopilatorio que solamente recomendaremos a quienes aún no hayan disfrutado la experiencia completa. Las mejoras a nivel gráfico son evidentes pero no justifican una nueva adquisición para aquellos poseedores. Si por el contrario aún no te has adentrado en el Metro de Moscú, es tu ocasión perfecta, con la posibilidad además de elegir el estilo que más se ajuste a ti.