Análisis Tales of Xillia 2

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La saga sigue reafirmándose en occidente
Por César Rebolledo 18 agosto, 2014

La ya pasada generación no ha sido muy prolija en lo que se refiere a buenos juegos de rol, eso es algo que todos sabemos. Unos pocos juegos han tenido que llevar a los niveles más altos al género, ya que si no lo hacían ellos, no habría títulos para hacerlo.

Los fans del rol japonés no son nuevos en la saga Tales, pero es sin duda desde el año pasado, cuando se puso a la venta en occidente Tales of Xillia, que comenzaron a llamar la atención por aquí, debido al hecho de que llegase, por primera vez, traducido al castellano. Hoy presentamos el último título en llegar a Playstation 3 a occidente (en Japón lo tienen disponible desde hace mucho tiempo), Tales of Xillia 2, continuación directa del juego lanzado por aquí a finales de verano del año pasado.

Advertimos de posibles spoilers para aquellos que no hayan terminado el primer juego.

Tras las acontecimientos que tuvieron lugar en el primer Xillia, Elympios y Rieze Maxima son ahora un sólo mundo que debe coexistir. Jude se encuentra trabajando en una investigación para sustituir los spyrix por spyrite, Leia es reportera, Rowen es consejero de Gaius… todos los personajes de la primera entrega han avanzado en este nuevo mundo.

La historia nos presenta en un principio a Ludger y Julius Kresnik, dos hermanos que viven juntos en Trigleph. Ambos llevan el apellido del protagonista de algunos de los mitos que circulan sobre la creación del mundo y pronto descubriremos que no es ninguna casualidad.

En su primer día de trabajo como cocinero en un tren de lujo, el destino de Ludger se verá mezclado de forma irremediable con el de Elle, una misteriosa niña que porta un reloj de bolsillo extrañamente familiar…

A nivel estético y de sonido, el juego es tan efectivo como lo fue la primera parte. Una banda sonora muy bien escogida, efectiva en todo momento y que no termina resultando repetitiva como suele ser costumbre, y un apartado visual en el que la estética anime es de lo más acertada. Se trata de un mundo colorido, con personajes con bastante personalidad (si dejamos de lado a nuestro protagonista, que es casi uno de esos personajes mudos que controlamos en bastantes RPGs y que carece del carisma de sus acompañantes).

Ahora bien, es un mundo conocido. Como es lógico, gran parte de los escenarios son reciclados de Tales of Xillia. Ciudades como Fenmont, Trigleph, Xian Du… hay nuevas ubicaciones, por supuesto, pero las viejas, salvo por la inclusión de estaciones de tren, permanecen inalteradas. Sucede lo mismo con los enemigos: nuevas variaciones de color para los enemigos de costumbre.

En cuanto a la mecánica de combate, permanece casi inalterada, lo que es de agradecer por el intuitivo control que se ofrece. Volvemos a tener las Artes que asignar al stick derecho o con el botón círculo y la dirección correspondiente, Artes Vinculadas, Arcanas, Místicas… La única novedad reside en la posibilidad de transformarnos en un ser invencible y poderoso durante un tiempo limitado, habilidad exclusiva de Ludger, nuestro protagonista.

Algo que sí que ha cambiado es el sistema de desarrollo de nuestros personajes. Ahora no basta con ir subiendo de nivel, también debemos equiparlos con “Extractores”. Cada Extractor da a los personajes acceso a distintas habilidades (cada uno cuenta con las suyas propias y luego las genéricas de todos), que iremos consiguiendo a medida que recojamos los minerales elementales correspondientes. En la práctica, se reduce a equipar el Extractor con las habilidades que queremos e ir luchando.

En cuanto a la forma de avanzar en nuestra aventura, quizás es donde se pueda ver el mayor lastre del juego. Por motivos argumentales, cerca del inicio del viaje estaremos endeudados hasta las cejas, por lo que tendremos que aceptar un préstamo de un banco. Nuestra libertad para viajar será limitada y tendremos que ir pagando esa deuda para poder avanzar por la historia. ¿Dónde está el problema? En una de las novedades.

En lugar de haber tantas misiones secundarias, lo que ahora tenemos son tablones de trabajos. Estos trabajos se pueden resumir en tres tipos: hablar con un par de NPCs, conseguir una cantidad determinada de un objeto o matar una cantidad determinada de un tipo concreto de monstruo. El gran problema reside en que esto es peligrosamente repetitivo, con lo que lo más posible es que muchos recurran a la cuarta posibilidad: buscar monstruos de élite, que a cambio de ser misiones arriesgadas (tampoco tanto), ofrecen gran cantidad de dinero con el que ir pagando nuestra deuda.

La historia en sí misma no es excesivamente larga. Una partida normal, viendo varios de los finales que nos ofrece el juego, nos lleva unas cuarenta horas de juego, una cantidad de tiempo que si bien no es para nada despreciable, queda un poco atrás en comparación con otros referentes del género. No obstante, esta duración puede verse más que ampliada gracias a las historias secundarias que nos ofrecerán los compañeros a los que iremos conociendo, y que servirán para aumentar nuestra afinidad con ellos.

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Jugabilidad: 9
Gráficos: 8.5
Sonido: 8
Satisfacción: 8

Análisis

Tales of Xillia 2 se presenta como una digna continuación. No obstante, lo repetitivo de su desarrollo y algunos giros argumentales sin sentido hacen que deje una extraña sensación una vez lo hemos terminado. Pese a todo, recomendable para cualquier fan del rol