Análisis EA Sports UFC

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El combate más crudo salta al ring de la nueva generación
Por Manuel Gimeno 9 julio, 2014

Con la llegada de la nueva generación de consolas, Electronic Arts dispuso una serie de juegos que iban a abanderar la aparición de la compañía en la nueva generación de consolas. Varios de ellos, en concreto, los relativos a los juegos de deporte, iban a venir acompañados de un nuevo motor, el Ignite Engine. De esta manera se preparaban toda la batería de títulos deportivos para ofrecer una experiencia gráfica y jugable de otro nivel con la nueva tecnología disponible.

Con el rescate por parte de Electronic Arts de una franquicia que había pertenecido a la ya extinta THQ, UFC se colaba entre sagas tan consagradas como FIFA, Madden NFL o NHL -y en menor medida, NBA Live– para mostrar de una manera diferente el potencial de la nueva herramienta gráfica, pero queriendo ofrecer un conjunto de atributos lo suficientemente interesantes como para atraer a todos aquellos amantes de los juegos de lucha más realista.

Porque si la Ultimate Fighting Championship destaca por algo, es por un realismo en sus combates fuera de toda duda. Dejamos de lado la espectacularidad y el teatro de competiciones como la WWE para centrarnos en la crudeza de unos golpes que nacen de las artes marciales más diversas, estando permitido el contacto más directo, y sólo acabando el combate por rendición, noqueo del rival o por la decisión de los jueces presentes en cada una de las peleas de declarar un empate.

Antes de comentar nada del juego, hay primero que entender algo del mismo, y es que nos encontramos ante un título que trata de simular los combates más espectaculares que se pueden observar hoy en día en las competiciones oficiales de este estilo. Partiendo de esta base y de la renuncia a una mecánica arcade, el acercamiento de los usuarios a UFC deberá siempre hacerse esperando un resultado anclado en el desarrollo más cercano a la realidad, con todas sus consecuencias.

Parece una advertencia algo exagerada, pero en ningún momento lo es. La combinación de simulador de lucha con las herramientas disponibles hacen de UFC un juego complicado en sus inicios, pero que se ve recompensado en el transcurso de muchas horas cuando se consiguen dominar la gran mayoría de mecánicas que deberemos aprender para defendernos de la forma más óptima posible dentro del octágono.

El problema radica seguramente en un aprendizaje en el manejo de los luchadores con una curva de dificultad extremadamente elevada. El tutorial del principio del juego se antoja insuficiente para todo lo que se nos viene encima, con lo que deberemos ir al apartado Guía directamente nada más terminar la primera toma de contacto para trabajar de lleno en el manejo del juego, memorizando todas las combinaciones posibles y las diferentes fases de pelea que pueden componer una única lucha.

Este será sin duda el mayor de los problemas que encontraremos en el juego. En nuestro caso, nos costó mucho hacernos por completo a todos los controles, sin haber llegado todavía a encontrar un patrón de comportamientos en el combate que se adapte a nuestras necesidades, o al menos nos permita defendernos bien ante la inteligencia artificial del juego. En este caso no es por su habilidad, sino por la dificultad que entraña aspectos como la sumisión, que resulta extremadamente complejo de forma algo innecesaria.

Por lo demás, nos encontramos con unos movimientos y unas animaciones totalmente veraces que transmiten la fuerza que desprenden todas estas peleas. El motor Ignite Engine no solo actúa de forma totalmente eficiente en el apartado gráfico, sino también a la hora de exhibir unas físicas complicadas de reproducir en un deporte de tanto contacto, haciendo que la inmersión en cada pelea sea de un nivel muy elevado.

Otro de los problemas que nos encontraremos en UFC es la falta de originalidad y variedad en los distintos modos de juego que nos encontraremos en el juego. Como no podía ser de otra manera, el ya clásico modo carrera se establece como la opción más interesante a la hora de empezar a adentrarnos en la propuesta, siendo además la más divertida de largo de todas las que encontraremos en el título de EA Sports.

El modo desafío, por otro lado, se convierte en la elección ideal para contrarrestar ese deficiente tutorial o esa curva de aprendizaje tan elevada que comentábamos anteriormente. Siguiendo unos interesantes retos planteados, lograremos mejorar drásticamente nuestras habilidades, además de tener una concepción más amplia de todo lo que tiene que ver con la Ultimate Fighting Championship.

Pero si hay algo que nos ha encantado en UFC es la posibilidad de crear a nuestro propio luchador para trasladarlo luego, por ejemplo, al modo carrera. Sí, no es una novedad en absoluto, pues en la mayoría de juegos de EA Sport podemos hacerlo. Pero resulta realmente curioso, dado el realismo de los personajes en la pelea, poder crear un luchador que se asemeje a algún personaje famoso del panorama actual.

Pese a todo, echamos a faltar opciones algo más profundas para aquellos que se atrevan a elevar el grado de realismo en las caras de los personajes al máximo. Nos hemos encontrado juegos con un editor de personajes mucho más amplio que el que cuenta UFC y que, aunque cumple sobradamente su función, no estaría de más mejorarlo de cara a futuras entregas.

Puede sonar extraño, pero curiosamente en UFC hemos podido ver uno de los ejemplos gráficos más potentes y espectaculares de esta generación. Es cierto que nos encontramos en unos escenarios pequeños con, principalmente, dos modelados de personajes únicamente presentes en pantalla para exponerlos con detalles máximo, pero eso no quita para que el resultado sea el que és: totalmente espectacular.

El detalle de todos y cada uno de los luchadores es tremendo, pudiendo en todo momento apreciar cómo sus músculos aguantan todos los golpes posibles, o cómo imprimen un fuerte daño sobre el rival. De la misma manera, los efectos de sudor y sangre o el mismo desgaste de de la cara que va acusando las heridas de los puñetazos y las patadas recibidos, suponen otro componente necesario para aumentar ese realismo al que hacemos referencia. Todo un conjunto de recursos que Ignite Engine muestra de forma brillante en UFC.

Por último, el juego cuenta con una buena cantidad de temas musicales licenciados que aportarán una variedad en el repertorio acústico bastante destacada. La retransmisión de la pelea en el octágono se realizará en un perfecto inglés, sumergiéndonos aún más en las peleas y no perdiéndonos en ningún momento por los menús ya que la navegación y los subtítulos de los vídeos vienen traducidos perfectamente al castellano.

UFC es buena primera base para todo lo que podemos esperar en los próximos años. Sorprende por la excelencia de algunos aspectos, como todo aquellos referentes al apartado gráfico y a las físicas. Sin embargo, palidece en los modos de juego expuesto, pero sobre todo en un aprendizaje en el manejo que imposibilita un disfrute del juego a no ser que se inviertan en él una cantidad de horas desproporcionadas.

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Jugabilidad: 8
Gráficos: 9.25
Sonido: 7
Satisfacción: 5.5

Análisis

UFC es un buen simulador de lucha, pero que cuenta con serios problemas en el aprendizaje de su manejo. Todo ello, unido a la escasez de modos de juego, supone la mayor problemática del título de Electronic Arts, que en cambio cuenta con un apartado gráfico ciertamente espectacular.