Análisis Borderlands 2 – PS Vita

66
La historia de como un juego sobresaliente pasó a ser un port del montón
Por David Soriano 6 junio, 2014

Borderlands 2 ha llegado a PS Vita tras su llegada hace año y medio al resto de plataformas. Precisamente porque ya ha pasado el tiempo (qué jóvenes éramos todos cuando la obra de Gearbox se puso a la venta) os animamos a que reviséis el análisis que un servidor publicó en su momento con respecto a la versión PS3 del título si queréis una idea global sobre la experiencia Borderlands 2 para centrarnos en este análisis en las diferencias con la adaptación del estudio Iron Galaxy para la portátil de Sony.

Borderlands 2 sigue en boca de todos y no solamente porque fuese incluido como juego gratuito de PlayStation Plus hace unos meses, sino porque sus creadores han desarrollado una serie de campañas alternativas para ir alargando la vida del título. En la versión de PS Vita encontraremos desde un comienzo estas cuatro campañas alternativas o complementarias, según el punto de vista. De este modo, cual edición GOTY de cualquier título, se añaden otros complementos como los dos personajes adicionales que se sumaban a los cuatro buscadores de la Cámara que teníamos por defecto. En este sentido es encomiable que 2K haya decidido incluir la experiencia completa en un juego en el que sus DLCs han sido de los pocos que justificaban de sobra su compra con el contenido que ofrecían.

Siendo el Borderlands 2 original un juego tan bien puntuado, aquellos que hayáis echado un vistazo a la nota os estaréis preguntando ¿qué falla para que sea tan baja con respecto a la original? Principalmente los problemas encontrados están en el apartado técnico. Borderlands 2 – PS Vita Edition intenta transferir la experiencia original en cuanto a diversión, pero puede que sea un proyecto demasiado ambicioso para la joven -aunque potente- portátil de Sony.

En primer lugar, notamos un bajón en el colorido de la versión. Si por algo se ha caracterizado la saga Borderlands -y se potenció sobremanera en la segunda entrega- es por ese estilo visual cel-shading que ofrecía una paleta de colores muy extensa. En PS Vita hemos notado un acabado algo apagado, y el juego ha sido probado en una Vita original, que recordemos que tiene mejor resultado en cuanto a pantalla. Además de este bajón a nivel de colorido, la distancia de dibujado de las amplias extensiones de terreno de Pandora juega en contra de esta versión, pues se ha recortado bastante. Este defecto técnico hace que el popping sea demasiado acusado cuando en la versión de PS3 apenas hacía acto de presencia.

Por último, y por desgracia más grave pues el problema técnico se entremezcla con lo jugable, el número de personajes en pantalla también se ha reducido, quedando de esta manera mucho más limitada la sensación de descontrol en los tiroteos que aparentaba el Borderlands 2 de sobremesa. Se acusa aún más cuando se opta por ir a las zonas de combate por oleadas existentes en el mapa de Pandora. Ni siquiera el aspecto sonoro se salva de la quema: pese a que mantiene el doblaje en castellano y los temas de banda sonora, la compresión a la que se han visto sometidos juegan obviamente en su contra y la calidad deja mucho que desear encontrándose en ocasiones desincronizaciones entre lo que está sonando y lo que de verdad sucede en pantalla. Los tirones que sufre (en plena época en la que contamos los frames por segundo de cada lanzamiento next-gen) no se entienden viendo cómo han respondido otros lanzamientos de la portátil de Sony.

Si las limitaciones técnicas encontradas en esta versión no nos satisfacen nada a aquellos que hemos disfrutado de la frescura que supuso Borderlands 2 y su mezcla de estilos, no encontraremos tampoco la redención en su faceta jugable. Como hemos comentado, el contenido de Borderlands 2 PS Vita es exactamente el mismo que la versión sobremesa con sus 4 expansiones incluidas: La Capitana Scarlett y su botín pirata, La escabechina sangrienta de Mr. Torgue, La gran cacería de Sir Hammerlock y Tina Chiquitina Asalta la Mazmorra del Dragón. Nada se puede reprochar entonces en cuanto a horas de juego. Si somos poseedores de la versión PS3 del título, podremos acceder a la funcionalidad Cross-Save para pasar nuestra partida de una plataforma a otra e incluso conseguir los trofeos que nos falten en cualquiera, pues la lista de trofeos se ha vuelto común para ambas.

El principal problema lo encontramos en el esquema de control elegido para la adaptación. Es curioso que juguemos de lujo la mayoría de lanzamientos para PlayStation 4 con la funcionalidad del juego a distancia y el control adaptado para PS Vita y una versión propia para PS Vita se controle tan mal, en su mayor parte por los comandos táctiles. Otra limitación es la del número de jugadores simultáneos. Mientras que el cooperativo era pieza casi fundamental para el avance y la diversión en Borderlands 2, con hasta cuatro Cazadores de la Cámara jugando simultáneamente, en esta ocasión nos sentiremos más solitos, pues el coop se ha reducido a únicamente dos usuarios.

66
Jugabilidad: 6
Gráficos: 6.75
Sonido: 7.5
Satisfacción: 6.5

Análisis

Pocos juegos hemos adorado tanto como Borderlands 2. Sin embargo, la adaptación de Iron Galaxy tiene demasiados lastres como para que la experiencia resulte satisfactoria. No parece problema de la potencia del hardware sino más bien de una optimización que deja mucho que desear. Raro es que a base de parches la experiencia pueda merecer la pena, por lo que no es un producto nada recomendado a estas alturas. Si quieres disfrutar de una buena mezcla de RPG y FPS, hazte con su versión para PS3.