Análisis Daylight

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De nuevo el terror hace aparición en PS4 de la mano de los estadounidenses Zombie Studios
Por Jesús Salvador 6 mayo, 2014

Tras la reciente incursión en el género que tuvimos con Outlast por parte del estudio Red Barrels, ahora nos llega otro videojuego con una temática y puesta en escena similar que vuelve a pegarnos al asiento, a hacernos mirar alrededor y nos llena de sobresaltos en forma de sustos en medio de una atmósfera opresiva y oscura. De nuevo una vista en primera persona y muy pocos elementos como inventario hacen que sobrevivir a la experiencia dependa más de nuestra capacidad para huir que de defendernos arma en ristre.

Y es que Sarah Gwynn, nuestra protagonista, aparece a la entrada de un antiguo sanatorio mental, posteriormente reconvertido en prisión y abandonado de cualquier práctica hace ya años, sin saber muy bien por qué está allí. Este es el argumento del que partimos, escueto y lleno de misterio. La historia se irá desarrollando a medida que avanzamos por la voz de un extraño interlocutor que nos habla y por las notas y recortes de periódico que la joven va encontrando en las estancias del hospital que tendremos que recorrer para encontrar la salida.

Cada nivel, llamémosle así, está compuesto por múltiples salas y pasillos, siendo nuestro objetivo encontrar la salida del mismo para poder avanzar. Partiremos de una localización e iremos abriendo puertas a nuestro paso mientras el motor gráfico genera aleatoriamente el recorrido laberíntico por el que nos movemos, lo que hace que cada partida de este juego sea una experiencia diferente y un buen motivo para rejugarlo varias veces. La salida solo es uno de los objetivos a encontrar, en cada nivel hay otra sala llena de dibujos fluorescentes, como los que podemos ver en el sello de la salida, donde aparecerá un objeto que será nuestra llave para salir. Para conseguir que aparezca el objeto en la sala antes debemos recoger ciertos artefactos repartidos por las estancias. Con el objeto en la mano ya podemos dirigirnos a la salida y avanzar al siguiente nivel.

Es esta una mecánica sencilla no carente de dificultad, puesto que solo contamos con un teléfono móvil que nos ilumina un poco el camino con el flash de la cámara de fotos y a la vez nos sirve de mapa; unas barras fluorescentes que además de iluminar un poco más sirven para encontrar objetos con los que podemos interactuar, como cajas que se pueden mover para acceder a otros lugares trepando por ellas o el distinto mobiliario donde al abrir sus cajones o puertas se hallan objetos o notas; y unas bengalas incandescentes que van a ser el único arma disponible, en muy pequeña cantidad, por la capacidad que tienen de espantar a las sombras que nos acechan a medida que avanzamos. Por lo que dicho todo esto queda claro que nuestra mejor esperanza siempre será correr para escapar.

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Epic Games ha presentado recientemente la nueva versión de su motor gráfico y Daylight es el primer juego que hace gala de él. Cierto es que los efectos conseguidos con la luz son bastante buenos, pero no se puede decir lo mismo a nivel diseño de escenarios, pues durante más de la mitad del juego todo son habitaciones cerradas que tampoco cuentan con un nivel de detalle muy destacable.

La calidad de las texturas tampoco raya a un gran nivel quedando un juego visualmente resultón pero sin grandes alardes, cosa que muy posiblemente tampoco ha pretendido Zombie Studios, más concentrados en conseguir una experiencia de terror basada en el desconocimiento que tenemos de la situación del personaje y en los diferentes sustos que sufriremos, ya que tampoco podemos hablar de que exista un componente de terror psicológico, pues son contadas las ocasiones en las que el ambiente que nos rodea interactua para provocarlo.

Nos moveremos básicamente por cuatro escenarios diferentes que se antojan pocos, sobre todo por el poco detalle que encontramos en el diseño del hospital, con habitaciones y pasillos un tanto clónicos. Los mapeados tampoco son muy grandes y recorrerlos de punta a punta ayudados por el mapa apenas nos lleva unos minutos.

A nivel sonoro el juego si experimenta una mayor calidad, destacando la banda sonora lúgubre que nos acompaña y nos mantiene en tensión, unos efectos de sonido que nos hacen sentirnos encerrados entre cuatro paredes, e incluso los gritos de nuestra protagonista cuando se sobresalta por alguna aparición. El apartado de los diálogos se centra casi en exclusiva a la voz que nos acompaña a través del teléfono móvil, pausada y tenebrosa, muy conseguida. El juego nos llega con las voces en inglés, pero con una traducción al castellano que podríamos considerar perfecta.

También juega en contra su corta duración, apenas unas dos horas tardaremos en completar la historia de Sarah, aunque si queremos encontrar todos los fragmentos de la historia y aprovechar que cada partida es diferente por la generación aleatoria del mapeado entonces la experiencia jugable se hace bastante más duradera. Pero deja la sensación de tratarse de partidas que vienen a durar lo que una película y una vez que conocemos el final tampoco resulta un gran aliciente no conocer el camino en cada fase del juego.

El juego cuenta con diferentes niveles de dificultad que nos obligaran a necesitar un mayor número de fragmentos para conseguir desbloquear la aparición del objeto desencadenante que nos permitirá abandonar cada nivel, con la consiguiente mayor aparición de enemigos y la ya conocida falta de bengalas para ahuyentarlos, lo que aumenta considerablemente la sensación de huida hacia adelante buscando evitar la muerte que el contacto con ellos nos provoca tras un breve periodo de tiempo.

La jugabilidad está muy bien implementada, aunque la base del juego y sus mecánicas sean muy simples. Los controles son muy básicos y se limitan a los sticks para manejar la dirección en la que nos movemos, como podemos hacer en cualquier shooter en primera persona, y apenas cuatro botones de nuestro DualShock 4 para encender las barritas fluorescentes, las bengalas, correr o interactuar con los objetos que vayamos encontrando. Correr por zonas estrechas y quedarse trabado contra cualquier obstáculo no será un problema en ningún momento, todo es muy fluido en el manejo de la protagonista y escapar, como base del juego, será relativamente asequible, al menos en los niveles de dificultad inferiores.

Daylight ofrece en su lanzamiento y durante dos semanas un precio rebajado de 11,99€ (9,59€ si estás subscrito a PlayStation Plus, un 20% de descuento más) para después establecerse en 14,99€ como precio oficial.

Puedes encontrar Daylight en PlayStation Store.

67
Jugabilidad: 6.5
Gráficos: 7
Sonido: 7.5
Satisfacción: 6

Análisis

Daylight cumple como juego de terror en cuanto a los sobresaltos que tendremos a lo largo de nuestro corto viaje por New Kipling, pero no ofrece apenas novedades y el argumento no sorprende ni aporta nada nuevo al género. Si no has probado Outlast a lo mejor encuentras en este juego indie la opción de pasar miedo en PS4 mientras esperamos la llegada a lo largo de 2014 de títulos como Until Dawn o The Evil Within.