Análisis Trials Fusion

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Salta, corre, quema rueda y vuela, vuela muy lejos
Por Manuel Gimeno 16 abril, 2014

Hablar de la serie Trials es entrar de lleno en un género que mezcla diferentes conceptos para proponer una diversión rápida, con una curva de aprendizaje muy ligera y con un objetivo final de dominio total extremadamente lejano. Tal vez por eso muchos juegos similares se auparon a las primeras posiciones de popularidad en la época dorada de los juegos flash o mal llamados minijuegos, pues reunían todos los requisitos necesarios para hacer pasar un rato agradable con una inversión muy reducida de tiempo.

Pero el concepto evolucionó hasta el motivo por el que nos encontramos hoy aquí: Trials Fusion. Por primera vez, además, la saga entra en contacto con una consola de Sony (PlayStation 4 en este caso), con lo que es el momento ideal para muchos usuarios de introducirse en una dinámica tan adictiva como exigente, pero sobre todo divertida.

Con Trials Fusion tardaremos muy poco tiempo en entender el control del juego, en introducirnos en su jugabilidad. Una moto, un recorrido en dos dimensiones, y tres acciones: acelerar, frenar y equilibrar la moto. Tres conceptos asociados a un botón diferente y que serán la base sobre la que se apoye toda la propuesta. Parece sencillo, ¿verdad? Pues bien, la dificultad no radica en el control en sí, sino en los problemas que cada pista o cada escenario nos plantee.

Y aquí es donde entra en juego una de las virtudes principales que no nos cansaremos de repetir durante todo el texto: la curva de dificultad. Trials Fusion nos enseña de primeras todo lo necesario para llegar del punto A al punto B, pero no se queda ahí. Nos avisa de que la dificultad irá aumentando, que lo que ahora es un obstáculo fácilmente salvable puede llegar a ser un reto difícil de superar, una sucesión casi interminable de reiteraciones hasta que finalmente logramos pasar esa rampa que nos impedía llegar más allá.

Para ello, contaremos con multitud de retos diferentes que maximizarán la experiencia y que nos plantearán la consecución de diversos objetivos dentro de cada escenario. Uno de los primeros objetivos es la base contrarreloj que cada escenario tiene. Deberemos llegar lo antes posible a la meta midiendo bien los saltos, cayendo de forma limpia y evitando caernos de la moto. Y es que claro, cualquier contratiempo podrá impedirnos lograr la medalla de oro en cada situación, debiendo hacer una carrera casi perfecta para conseguirla.

Pero no solo a la lucha contra el reloj se reducirá la experiencia. En cada prueba puede haber hasta tres retos diferentes que lograr batir durante el recorrido, pudiendo ser, por ejemplo, aguantar sobre una rueda en un determinado tramo del recorrido, hacer un determinado número de piruetas o estrellarnos contra alguna parte concreta del escenario de una forma bastante graciosa y totalmente original.

Por supuesto, aunque estos retos están anclados dentro de las pruebas contrarreloj, también tendremos espacio para conseguir puntuaciones elevadas realizando las acrobacias más increíbles y generando las denominadas competiciones FMX, una de las novedades más llamativas de esta entrega. En este contexto se añade una variable más a la ecuación antes dicha, pues un cuarto botón aparece para, de una forma extremadamente precisa, controlar todos los movimientos del piloto en base a la posición en la que hayamos colocado la moto.

De esta manera tendremos el reto de conseguir una puntuación determinada dentro de un margen de tiempo muy concreto, consiguiendo llegar al ansiado objetivo del oro encadenando las piruetas más difíciles. Aunque también las acrobacias formarán parte de las pruebas contrarreloj. No solo por lo estético del acto en plena carrera por batir una marca, sino por los retos antes comentados y que también estarán enfocados a dichas acciones.

Otra de las características a destacar en Trials Fusion es la belleza y la formación geográfica de los diferentes escenarios que abordaremos. Aunque, como señalamos, hablamos de entornos con un marcado toque futurista -así como la indumentaria y los vehículos que llevará nuestro piloto- será totalmente normal ver formaciones naturales e incluso antiguas ruinas mientras pasamos a toda velocidad dando saltos por todas partes.

Pese a que en algunas ocasiones veremos cómo algunas texturas tardan en cargan, por lo general nos encontraremos ante escenarios realmente cuidados y que exhiben una belleza totalmente resaltable. Es de agradecer que, ante una jugabilidad tan dinámica como la que nos propone este arcade, se sucedan por detrás un baile de imágenes totalmente increibles, siempre, por supuesto, bajo el amparo de los 1080p de resolución y los 60fps.

Justo en los entornos es realmente donde nace la dificultad progresiva de Trials Fusion. Manteniéndose todo lo demás estable, lo que realmente da ese componente de adicción y ese reto constante es el encontrarnos antes escenarios que requieren diferente tacto con el mando para conseguir el objetivo final. Mucho cambiará el asunto desde los primeros mapas donde apenas hace falta pesar el pedal del freno, hasta los últimos en los que hay que medir muy bien los acelerones y los saltos, teniendo en mente que no por apretar más el pedal del acelerador llegaremos antes a nuestro destino.

[break=Página 2]Aquí es donde nace el concepto ensayo y error para entender todo el desarrollo del juego. Es muy complicado intuir qué obstáculo vendrá después. Si hace falta coger una rampa con mucha velocidad o acelerar el ritmo al llegar a su punto más alto. Justo por eso en muchas ocasiones deberemos repetir una y otra vez las pruebas para ir aprendiendo las particularidades del circuito y exprimir hasta la última centésima reproduciendo todos los movimientos necesarios para tal fin.

Lo mejor de todo este entramado jugable es que viene acompañado de unas físicas muy trabajadas que se corresponderán perfectamente a los cálculos que haremos en cada momento, a las previsiones que de manera instantánea hagamos de lo que ocurrirá con nuestra moto al dejarla caer o al saltar por encima de algún obstáculo. El trabajo en este sentido es excelente, y ayuda a sellar firmemente todo el conjunto y a dar sentido a la dificultad progresiva de Trials Fusion.

Evidentemente, el juego da la opción de de reiniciar de forma inmediata la prueba si nos hemos equivocado o nos hemos llegado a chocar. Aunque también hay pequeños puntos de guardado automático en los que volver a reaparecer si lo deseamos. Aunque en muchas ocasiones esto impedirá que consigamos el mejor tiempo pero, al menos si estamos buscando simplemente acabar la carrera, serán de una gran ayuda para no frustrarnos en exceso ante las innumerables caídas de la moto que seguro sufriremos.

Pero Trials Fusion tiene más, tiene mucho más. Gracias al sistema de medallas implantado y a la cantidad de dinero que ganaremos consiguiendo todos esos ansiados logros, iremos desbloqueando poco a poco más pistas, pero también nuevas motos, quads, -bicicletas, incluso-, piezas para los vehículos y complementos para cada uno de los variopintos trajes que podremos acoplar a nuestro piloto. Además, podremos cambiar el color de todos estos elementos a nuestro antojo, luciendo nuestro conjunto estético justo con el detalle que deseamos.

El hecho de que existan más tipos de vehículos destinados a una ocasión diferente da mucha variedad a la aventura. Ni cada moto, ni el quad, ni la bicicleta tienen el mismo peso o la misma potencia, con lo que habrá circuitos destinados a algún tipo específico de transporte, teniendo que cambiar radicalmente nuestra forma de jugar para adaptarla a la de la herramienta que en ese momento debamos utilizar.

Todos estos añadidos, junto a los retos y las medallas, dan un componente de rejugabilidad extremadamente elevado. No será raro descubrirnos en muchas ocasiones volviendo a Trials Fusion para conseguir aquella camiseta aún no desbloqueada o para intentar, por enésima vez, batir ese tiempo maldito que nos impide alcanzar la última medalla que nos falta. El contenido disponible ayuda a ello, además de la fuerza siempre presente de la superación y el reto personal que se crea con juegos de este tipo.

Tal vez, el inconveniente principal que tiene ahora mismo Trials Fusion es la ausencia de un multijugador online que dé un extra de diversión a la propuesta. Desde RedLynx aseguraron en su momento que se llevaría a cabo una actualización gratuita más adelante para incluir esta modalidad, así que nos mantendremos a la espera. Pero hubiera sido ideal contar desde este mismo momento con dicha opción.

Mientras, para hacer la espera algo más llevadera, si contaremos con un multijugador local de hasta cuatro jugadores, en el que nos batiremos por llegar lo antes posible a la meta con los amigos que tengamos a nuestro lado. Probando esta versión para el análisis no pudimos más que confirmar que la diversión llega a otro nivel, justo el que consigue siempre imprimir la emoción de una competición sana y adictiva. Aunque nos quedamos con ganas de ver más opciones dentro de este apartado local.

Trials Fusion no es un juego complejo en su aprendizaje. No exhibe una profundiad destacada. Pero es pura diversión. Seguramente, en estos momentos no hay mejor opción dentro del catálogo de PlayStation 4 para optar por un juego sencillo y divertido, pero que suponga un reto constante y que, además, siempre deje con ganas de jugar más y más.

Ya puedes descargar Trials Fusion desde aquí

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Jugabilidad: 9
Gráficos: 8
Sonido: 7.75
Satisfacción: 9

Análisis

Trials Fusion es uno de los arcades más divertidos que podemos encontrar en la actualidad. Dentro del catálogo de PlayStation 4 entra con fuerza para establecerse como una de las mejores opciones para pasar un rato entretenido y tener siempre un reto que superar.