Análisis Panteón Marino – Ep. 1

75
La franquicia regresa a Rapture con los protagonistas de Bioshock Infinite
Por David Soriano 2 abril, 2014

La historia se ha terminado. Con el reciente anuncio del cierre de Irrational Games con la franquicia Bioshock como obra maestra en su haber, nos vemos en la obligación de analizar los que han sido sus últimos trabajos: los contenidos descargables argumentales para Bioshock Infinite.

Hace meses ya de la puesta a la venta de este primer contenido descargable llamado Panteón Marino – Episodio 1, pero hemos preferido esperar a su continuación y cierre para dar valor real a este primer episodio. Desde la perspectiva que ahora nos da el saber cómo es la expansión completa, vamos a deciros lo mejor y lo peor de esta primera parte del regreso a Rapture. En las siguientes líneas se pueden incluir spoilers sobre el primer Bioshock y Bioshock Infinite.

Panteón Marino comienza en la ciudad utópica submarina de Rapture, aquella en la que pasamos nuestro tiempo en los dos primeros Bioshock, aunque la historia contada en este contenido descargable se relaciona directamente con el primero, que fue el creado directamente por Irrational Games. Nos presenta una versión de la oficina de detective de Booker DeWitt en la que una sombra aparece por la puerta. La mujer responde al nombre de Elizabeth y el cometido del que quiere que nos encarguemos es el de encontrar a Sally, una niña a la que todos dan por perdida y que Booker parecía conocer muy bien.

El primer aspecto chocante es que parece que en esta realidad Booker no conoce a Elizabeth, pese a que sabemos que pasaron la mayor parte del transcurso de BioShock Infinite juntos. Por el contrario, la muchacha sí parece tener datos extra que el detective no conoce. Nuestra primera parada en nuestra labor de investigación será encontrar a Sander Cohen, quien ya conocimos en el primer BioShock. En este punto cabe recordar que la acción contada en este DLC es previa a nivel argumental con los Bioshock submarinos, por lo que veremos una Rapture en pleno esplendor antes de su caída.

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En estos primeros compases comprobaremos el interés de Elizabeth por las Little Sister, por lo que ya nos podemos hacer una idea que la unión de ambos mundos irá más allá de la ambientación submarina. Camino del taller de Cohen visitaremos algunas zonas realmente bellas, encabezadas por una gran cristalera en la que se divisa el fondo marino y algunos de los edificios más emblemáticos de la utopía de Andrew Ryan. Continuando esta primera sección puramente lineal, veremos otras zonas como un restaurante o una joyería hasta dar con el taller de Cohen y que el descargable de un giro que nos meta de lleno en los bajos fondos de Rapture y dé comienzo a la acción real.

Ya en los primeros compases nos haremos con un skyhook, pese a que para mantener las distancias entre ambos mundos se denomine de otra manera. Ya se probó en el final de BioShock Infinite que la conexión entre ambos mundos había otorgado mejoras técnicas y genéticas que compartir entre ellos. De este modo, se mantiene una jugabilidad más Infinite y algo alejada de lo que fueron nuestras escaramuzas en la ciudad submarina.

El gancho puede ser utilizado tanto como arma cuerpo a cuerpo como para movernos entre los distintos raíles disponibles para variar de altura. Se realiza la conversión de nombre propia a formato Rapture, por lo que las sales pasan a ser el EVE, los vigores plásmidos y los voxáfonos coleccionables simples diarios de voz. Tal y como pudimos comprobar los jugadores de ambas entregas de Irrational Games, todo elemento de un juego tiene su correspondencia en el otro. Sin embargo, Elizabeth parece conocer muy bien ambos mundos.

Este conocimiento viene de la mano de su habilidad para abrir desgarros, puertas que conectan unos mundos y realidades con otras, lo que la permite viajar en el continuo espacio-tiempo. Booker, asombrado, la cuestionará sobre esa habilidad, a lo que ella queriendo ocultar, dirá que es un nuevo plásmido. Ese misterio, esa sensación de que Elizabeth cuenta menos de lo que sabe es una constante que nos perseguirá a lo largo de la aventura.

A estas alturas comprobaremos cómo se comenzaron a originar los splicers que tanta guerra nos dieron en el primer BioShock en busca de ADAM. Los enemigos son bastante ágiles y pese a la habilidad de Booker en el manejo de armas, la munición escasea, por lo que hay que tener la mejor puntería posible. Es vital entonces la exploración para encontrar recursos y algún extra, además de para alargar la vida del juego, cuya historia se puede completar perfectamente en menos de dos horas. Es precisamente su duración la que no invitaba a su adquisición por separado, mucho mejor como parte del Pase de Temporada.

Entrando a valorar la parte puramente técnica, nos encontramos en Panteón Marino – Episodio 1 los mismos inconvenientes que en el juego base. El Unreal Engine 3 se muestra en su máximo potencial en BioShock Infinite, por lo que errores como la lenta carga de texturas al llegar a una nueva instancia o cargar un punto de control salen a relucir con frecuencia. Además de ésto, parece que la calidad de las texturas es algo inferior a lo visto en Infinite.

Cabe resaltar el excelente trabajo a nivel de diseño. Rapture es uno de los emplazamientos más originales y emblemáticos en la historia de los videojuegos y también representarlo en su época de esplendor antes de su caída debía hacerse con mimo y no meterse con calzador solamente por variar de localización. El Rapture que vemos reluce -nunca mejor dicho- con la estética de sus edificios, sus gigantescos carteles de neón y por supuesto sus Big Daddys, símbolo como personaje de esta serie de juegos.

El principal problema lo hemos encontrado a nivel de sonido. El juego mantiene una exquisita banda sonora a caballo entre Infinite y Bioshock, pero resulta incomprensible que no esté doblado al castellano cuando el juego base sí lo está. Es cierto que las voces de la versión original son magníficas, pero leer subtítulos puede privar de muchos detalles argumentales al no angloparlante. Además, volvemos a reiterar, no entendemos la postura de 2K no doblando la expansión cuando el título original habla un perfecto castellano.

75
Jugabilidad: 7
Gráficos: 9
Sonido: 6.5
Satisfacción: 7.5

Análisis

Panteón Marino - Episodio 1 es el acercamiento del universo Rapture en conexión con el de Columbia. Aporta datos interesantes a nivel argumental sin manchar la experiencia a quienes no opten por jugar a DLCs. Los gráficos siguen siendo geniales, pero a nivel de sonido es inaceptable que se haya eliminado el doblaje al español. Su escasa duración juega en contra de su adquisición por separado.