Análisis South Park: La Vara de la Verdad

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El poder de la Vara no solo reside en Alcafrán...
Por Ricardo Fernández 11 marzo, 2014

Para los redactores, periodistas, colaboradores y toda índole de artistas del bolígrafo y papel (ambos ya en desuso en pos del ordenador), se hace difícil analizar un videojuego con entramados guiones o compleja jugabilidad . Más aún si requiere una ingente cantidad de horas. El que firma este análisis se las ha visto con títulos como España 1936 o videojuegos de estrategia pura y dura, un verdadero dolor para gente no muy experta en el género como es mi caso. Pero uno de los más complicados que ha tenido que realizar es, sin duda, este análisis de South Park: La Vara de la Verdad.

Se hace prácticamente imposible hablar del videojuego sin mentar su asombrosa cantidad de palabras malsonantes en cada texto o conversación. Se hace ineludible el comentar sus graciosas situaciones sin parar a cada comentario mínimo un par de minutos, lo que cuesta calmarse tras una buena panzada a reir. Y más difícil todavía, realizar un análisis serio. Lo que os decimos, imposible.

Dentro de las genialidades de la serie se encuentra la de reírse de todos y con todos. Es en si una crítica a la sociedad y una burla hacia iconos de la actualidad. Las modas, aparatos, marcas o software de éxito tampoco se libran de la particular visión que tienen Trey Parker y Matt Stone, creadores de la serie televisiva South Park, sobre ello.

El humor no es apto para todos los públicos, ya no solo por la dureza en los diálogos sino en su aleatoria forma de hacer reír a los espectadores con sus forzosas conversaciones llenas de palabrotas y situaciones rocambolescas. Incluso a un servidor nunca le ha llegado a gustar la serie televisiva y cogió South Park: La Vara de la Verdad con cierto temor. Un temor que como podréis leer más adelante, se disipó en los primeros minutos.

Aquellos lectores que no gusten análisis extensos o lleno de detalles, bastará con que lean la siguiente frase: South Park: La Vara de la Verdad es uno de los mejores juegos de PlayStation 3 que hemos podido probar desde el lanzamiento de la consola. Dicho esto, procedemos pues a desgranar nuestras experiencias con este capítulo más de los curiosos habitantes de este ficticio pueblo.

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South Park: La Vara de la Verdad es un videojuego de rol de los de la vieja escuela. Utiliza las dos dimensiones con total acierto para recrear a la serie televisiva. La historia es simple, controlamos al hijo de una familia con más secretos que el sótano del Vaticano y que, por extrañas circunstancias, se ha mudado a South Park. Bajo la insistencia de nuestros padres, salimos a hacer amigos con tal de no quedarnos aislados en casa y conocer a gente. No pasarán ni cinco minutos de juego cuando un extraño minijuego nos incita a echar el mojón padre en el retrete de nuestra propia casa. Como recompensa, una pepita de mierda utilizable en combate. Puede parecer duro leerlo así en caliente pero os aseguramos que esto es light, muy light. Y lo de caliente no iba con segundas.

Nada más salir de casa comenzará la aventura propiamente dicha con un Butters siendo atacado por un flacucho elfo al que, como buen ciudadano, ayudaremos a quitarselo de encima. Como recompensa, Butters el Paladín nos lleva ante la máxima autoridad de los humanos, el Mago Cartman, lo más similar a Antonio Recio si lo comparamos con nuestra querida España. Resulta que están jugando a un juego de rol donde humanos y elfos (liderados por un Kyle algo druídico) combaten por un artilugio que promete el poder más grande del universo, la Vara de la Verdad, algo parecido a lo que viene siendo el palo del célebre Eladio Guardiola, residente de Alcafrán y más conocido como el Tio la Vara. Eso sí, ésta es más molona.

Una vez hechas las presentaciones, Cartman nos ofrece adoptar un rol con el que jugar a sus aventuras y que serán Luchador, Mago, Ladrón y Judío. ¿Os podéis imaginar qué clase será el chiste fácil de Cartman? Pues eso. Cada clase cuenta con habilidades únicas de lo más hilarantes. Por ejemplo el Luchador opta por la batalla limpia cual justiciero de la paz y entre sus golpes especiales se encuentra la legendaria patada en los huevos o batear al enemigo con un palo de béisbol. Especial mención a las habilidades que realizan los diversos acompañantes que pelean a nuestro lado en las divertidas batallas que nos encontramos. Nosotros queremos destacar las relacionadas con dos personajes en especial, la Princesa Kenny y Jimmy el Bardo. El primero con su graciosa oleada de ratas y estampida de unicornio, el segundo porque si logramos mantenernos serios mientras las ejecutamos, sus baladas serán una risa constante. Os recomendamos dejar el ojo puesto en estos dos personajes, ofrecen diversión a raudales.

Bajo una vorágine de estupideces propias de South Park y tras “elegir nuestro nombre”, acabamos involucrados en algo más gordo de lo que realmente aparentaba a primera vista y nuestro papel de niño bueno es, sin duda, esencial en la narración. No queremos desvelar mucho más porque sería una pena echar a perder la original historia que han escrito los mismos Trey Parker y Matt Stone. Una historia que puede llevar completarla unas 10 horas y unas 14 en total si queremos realizar todas las misiones secundarias. El guión no da ningún tipo de respiro, no tiene altibajos ni momentos sin humor. Tanto es así que un servidor tuvo que cambiar prácticamente de teclado tras verter todo el café de sobremesa después de escoger simplemente el nombre del avatar que controlamos.
[BREAK= Página 2]Una vez iniciados los primeros pasos, el pueblo en toda su amplitud estará a disposición para nuestra insaciable curiosidad exploradora. En él podremos observar los miles de detalles con los que ha otorgado tanto sus creadores originales como Obsidian Entertainment a la réplica de South Park en videojuego. La escuela, la oficina de correos, la tienda de caza de Jimbo… Cualquier lugar famoso de la serie homónima aparece en el videojuego. No faltarán a la cita los cameos típicos en la franquicia. Es posible ver tanto a David Hasselhoff, Justin Bieber como a Orlando Bloom. No solo eso, todo el juego coge muestras de aquí y de allá. Algunas músicas y efectos especiales están inspirados en The Elder Scrolls V: Skyrim (incluso cierto spoiler), el juego gira en torno a Facebook y Twitter, apodado según Cartman, el Cuervo Negro. La Alemania nazi, Breaking Bad, la sociedad en la que vivimos, el poder de las redes sociales y un largo etcétera.

Os hemos hablado un poco por encima de los combates, pero no de su funcionamiento. ¿Recordáis los videojuegos de rol de Mario & Luigi? El sistema es el mismo. Ya sea para atacar, defenderse o lanzar habilidades, debemos de pulsar en el momento adecuado el botón pertinente. Algunos hechizos incluso irán más allá y optan por una combinación de botones o minijuegos al más puro estilo Dance Dance Revolution. No hace falta decir (¿o sí?) que las batallas son por turnos y que los enemigos pueden visualizarse en el mapa y, en consecuencia, decidir si entrar en combate o no. Además, la inmensa mayoría de las mismas pueden concluir incluso sin entrar al trapo, interactuando con el entorno. Por ejemplo, encarar nuestro culo en un fuego, tirarnos un cuesco y eliminar por completo al enemigo gracias a la flatulenta llamarada que dará como resultado.

La evolución de los personajes está ligada a la facilidad que tenemos para hacer amigos en Facebook. Cuantos más amigos, más habilidades conseguimos. Y cuantos más amigos, más mensajes graciosos dejan en nuestro muro personal. Hay que decir también, que el Facebook de South Park: La Vara de la Verdad es además la interfaz de juego, un poco áspera de manejar pero fácil de entender y sin complicaciones. En ella vemos tanto las estadísticas de nuestro personaje como las de los compañeros, el inventario, el registro de misiones, mapa y coleccionables.

Como ya hemos dicho, South Park: La Vara de la Verdad utiliza sabiamente las dos dimensiones con total perfección y asemeja el estilo gráfico al visto en la serie. No podemos dejar de aplaudir el magnífico trabajo que ha realizado Obsidian Entertainment en este videojuego. Nunca y repito, nunca veremos ningún fallo gráfico, diente de sierra, popping, tearing, clipping ni cualquier cosa acabada en -ing. El resultado final es perfecto, maravilloso y extraordinario, es lo mismo que ver en directo un capítulo de South Park pero incluso a más calidad. No explota la circuitería de PlayStation 3 y las diferencias con PC son nimias, ¡pero ni falta que le hace! Nos moveremos a lo largo del mapa jugando con los scrolls y, aunque pueda parecer pequeño, el pueblo de South Park y alrededores esconde muchos misterios, pasadizos ocultos y mazmorras.

Melodías típicas de la edad media, celtas o incluso casposas al más puro estilo del glorioso cine español comandado por Pajares y Esteso (en los momentos de censura), conforman una banda sonora brillante que no solo se compone de lo que hemos mencionado sino que abarca muchos más géneros. Podríamos poner como pega que las voces no están dobladas en nuestro idioma, pero de haberlo hecho nos hubiéramos perdido las geniales voces originales. Y creernos, escuchar en inglés a Jimmy el Bardo no tiene parangón.

Es imposible contar en un análisis medianamente legible todas las bondades que recoge South Park: La Vara de la Verdad. Hemos tenido que contenernos por no contar las múltiples maravillas que hemos tenido ocasión de jugar. Ya solo con pararnos a leer los más de 200 objetos inútiles e inservibles que pueblan el juego da para una tarde entera de risas. En el tintero quedan las ingeniosas invocaciones (no hay dinero suficiente para ver la relacionada con Jesús una y otra vez), la cantidad de sorprendentes habilidades que se ha marcado Obsidian, un tramo “algo pixelado”, sus objetos utilizables en batalla, las magias pedo, los coleccionables, a Señor Mojón, uno de los personajes finales que entra a escena a modo sorpresa, el misterio de Taco Bell, la extensa personalización del personaje mediante objetos de estilismo, las bizarras situaciones por las que pasamos, sus graciosos equipos de armadura o sus armas.

Pero aún hay mucho más. Es por ello que desde LaPS3 recomendamos fervientemente la compra de South Park: La Vara de la Verdad. No importa si eres experto o novato en el género RPG, puesto que aunque sea bastante fácil, en el modo de dificultad más alto se ajusta un poco más para los más experimentados. No importa tampoco si no te gusta la serie televisiva, va a ser una experiencia que nunca olvidaras. Las únicas pegas que le hemos visto al título es, sin lugar a dudas, un pequeño error en el movimiento del personaje que hace que se vuelva incontrolable durante unos segundos o hasta que presionemos de nuevo el analógico. Y luego está su duración, que no es que sea muy boyante pero que si lo tomamos como un juego de aventuras y no como un rpg, es una duración más que suficiente.

Obsidian Entertainment ha realizado uno de los mejores títulos de PlayStation 3 que hemos tenido el placer de disfrutar . También quizás el más divertido que hayamos probado nunca. Poderío técnico, ingenio, jugabilidad perfecta y una historia que engancha desde el primer minuto y sin tirar de topicazos.

Bienvenidos a un capítulo más de South Park.

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Jugabilidad: 9.5
Gráficos: 9
Sonido: 9.5
Satisfacción: 10

Análisis

Por títulos como este, merece la pena ser aficionado a los videojuegos. Calidad, mimo, una historia que no da respiro y diversión, mucha diversión. South Park: La Vara de la Verdad es uno de los mejores juegos de la historia de PlayStation 3.