Análisis Final Fantasy X | X-2 HD Remaster

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El mejor rol de antaño con las virtudes gráficas de la actualidad
Por Manuel Gimeno 10 marzo, 2014

Son muchos los que aún recuerdan con cierta añoranza la época dorada de Squaresoft. Un periodo de tiempo que se extendió durante años hasta su fusión con Enix, y que, a pesar de haber contado a posteriori con juegos de notable calidad, muchos fans coinciden en señalar aquel hecho como el detonante de un cambio de rumbo que no continuó por la senda de la excelencia en la que andaban todos aquellos títulos, entre los que encontramos auténticas joyas como Chrono Trigger, Parasite Eve II, Vagrant Story, la retahíla de juegos Final Fantasy o Kingdom Hearts, otra de sus grandes últimas obras.

Justo la línea divisoria que separa aquellos dos momentos se encuentra tras el fin de Final Fantasy X. La historia trágica de amor y peregrinación se estableció como la última gran obra de la empresa japonesa en solitario, suponiendo el primer título de la saga para PlayStation 2 y uno de los más recordados entre todos los fans de las historias fantásticas por turnos. Justo una aventura que fue la primera en contar con una secuela directa en la historia de la franquicia -ya a manos de Square Enix-, que aunque no consiguió el beneplácito de los usuarios a dicho nivel, si que contó con un sistema de batalla original que aportaba frescura a lo visto hasta ese momento.

Justo ambos juegos fueron elegidos por Square Enix hace unos años para realizar una remasterización a la Alta Definición, en lugar de haber optado por el controvertido Final Fantasy XII, aparecido también en PlayStation 2 a finales de aquella generación. Un trabajo que se ha prolongado algún tiempo más del previsto en un primer momento, pero que como hemos podido comprobar, cuenta con una calidad lo suficientemente elevada para considerar esta adaptación visual como una de las mejores que hemos visto en la anterior generación de consolas.

Más allá de un conjunto de virtudes gráficas que surgen gracias al trabajo realizado por el estudio chino Virtous en esta adaptación a la Alta Definición, poca duda debe caber que nos encontramos ante sendos juegos de contrastada calidad a muchos niveles -sobre todo Final Fantasy X a opinión del que suscribe estas líneas- que conservan todas esas virtudes intactas en esta nueva reedición.

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Esto significa que de entrada contamos ya con la seguridad de encontrarnos con grandes títulos que se ofrecen de nuevo a los más nostálgicos, pero que también lo vuelven hacer para aquellos que no tuvieron la oportunidad en su día de disfrutarlos. La apasionante historia de amor de Tidus y Yuna y su trágica peregrinación por alcanzar la Calma Eterna, así como la búsqueda de la invocadora a posteriori que le llevará a recorrer los anteriores escenarios bajo un propósito totalmente diferente.

Un argumento más poderoso en la primera parte que en la segunda, sin duda, y con un desarrollo diferente que evoluciona de la férrea linealidad con la que contaba Final Fantasy X a la gran libertad que ofrecía Final Fantasy X-2, una entrega que permitía a los usuarios, prácticamente desde el principio, precipitarse hacia todo el mundo recreado en el juego para realizar la exploración.

Diferente entre ambos títulos era también el sistema de batalla. Uno clásico por turnos con hasta tres personajes y que contaba con la posibilidad de intercambiarlos en plena batalla en Final Fantasy X, donde además las invocaciones (Eones en este título) contaban con una fuerza destacada como venía siendo habitual en anteriores juegos. En Final Fantasy X-2 las vestisferas dominaban la jugabilidad, un sistema de clases intercambiables en plena batalla que daba mucho dinamismo a cada lucha.

Por supuesto, y siendo algo que destacaba en los títulos de la saga por aquella época, ambos juegos supusieron un referente gráfico en PlayStation 2, siendo éste también uno de los motivos por el cual dicha remasterización se presenta tan bien. Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 contaban con un apartado gráfico y artístico soberbio, con unos escenarios muy cuidados, diseño de personajes adaptado a cada situación, secuencias cinemáticas para quitar el hipo y una banda sonora que corría a cargo de Nobuo Uematsu que cerraba sin fisuras todo el entramado artístico de ambas obras.

Como suele pasar con gran cantidad de películas y videojuegos, el paso de los años suele afectar a la percepción visual que sobre ellos teníamos cuando lo vimos en su momento. El contexto es importante para valorar la calidad gráfica de una obra a posterior, pero también la conciencia de las capacidades técnicas que se disponían en cada momento.

Final Fantasy X | X-2 HD Remaster ahonda mucho en esta idea para realizar un lavado de cara profundo que permita que el juego se pueda disfrutar perfectamente bajo el entramado tecnológico en el que nos encontramos. De hecho, no sería exagerado asegurar que esta revisión cuenta con una calidad visual más elevada que muchos de los juegos que han aparecido en la anterior generación de consolas. Juegos incluso con los que compartirían género.

[break=Página 2]Y es que el impacto visual del cambio lo vemos desde un primer momento. Algo que destaca al instante y se disfruta a lo largo de la aventura es la revisión que disfrutan los personajes para adaptarlos a la Alta Definición. Recordemos que Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 contaban con diferentes diseños de personajes dependiendo del uso que se hacía de ellos en cada momento, notando que en las secuencias de vídeo tenían un mayor detallado que en los relativos a las batallas o a la exploración por Spira.

Pues cada uno de ellos ha contado con una mejora sustancial, notando unos perfiles mucho más redondeados, unos cabellos mucho más trabajados y con más movimiento y una nitidez mayor en las texturas que se encuentran en sus vestimentas. Aspectos como las expresiones faciales y demás se conservan intactas con respecto al motor Emotion Engine, pero todo aparece ahora con una definición mucho mayor y que no flaquea en ningún momento.

Algo menos de esmero encontramos en los personajes secundarios, aunque hemos visto una mejora sustancial desde que pudimos probar el juego el año pasado durante el E3 2013 de Los Ángeles a la versión final que poseemos en nuestras manos. Ahora tanto la nariz como los ojos están mucho más trabajados, y aunque el diseño de personajes menos importantes sufre de por sí una reducción del detalle ya en el juego original, al menos no rompe demasiado con la estética general de los principales.

Los escenarios cuentan también con una revisión exhaustiva que se refleja en ciertos aspectos nuevos, como vienen a ser los efectos del agua cuando interaccionamos con ella o el simple movimiento que se produce en la superficie si algún objeto incide. De la misma forma, detalles como el humo o la niebla se ven mejorados, siendo siempre uno de los efectos más complicados de adaptar en todas las generaciones de consolas.

El mayor problema reside en el trabajo que se ha llevado a cabo en los elementos prerrenderizados. La dificultad en tratar estos elementos con respecto al modelado en tres dimensiones es que no se puede mejorar en base a algo diseñado, sino que, a no ser que se conserve el material original, no queda otra opción que realizar un reescalado que rompe visualmente con toda la estética tratada. Es cierto que la cantidad de estos elementos se ve reducida ya en ambos juegos, pero aquellos escenarios que aún conservan algunos detalles de esta forma chirrían un poco al fusionarse con todo el conjunto.

Mención especial merecen las secuencias cinemáticas de ambos juegos, famosas siempre dentro de la saga por su gran calidad y espectacularidad. Y es que, de forma diferente a lo visto en remasterizaciones tales como God of War Collection, estas escenas de vídeo han sido tratadas convenientemente para ser adaptadas también a la Alta Definición, luciendo en la actualidad a un nivel igual de espectacular que antaño, pero bajo los cánones de resolución que se exigen ante la tecnología que ya disponemos. Un hecho que es de agradecer por lo dicho: no en todas las remasterizaciones salidas hasta la fecha ha ocurrido lo mismo.

Por otro lado, en el apartado musical nos encontramos con un tratamiento especial para los temas que corrieron a cargo de Nobuo Uematsu. Aquellas canciones se han visto revisadas para aumentar la calidad de audio, haciendo la música más nítida y clara y elminando los efectos MIDI con los que contaban los juegos en su versión original.

No sólo gráficamente se ha visto revisado Final Fantasy X | X-2 HD Remaster, sino que también se incluye contenido adicional que hará las delicias de muchos usuarios que, por razones geográficas, no lograron disfrutar de las diferentes versiones que aparecieron para cada uno de los dos juegos.

En el caso de Final Fantasy X, pocas novedades encontraremos, pues aquí recibimos la versión internacional, con gran cantidad de contenido extra como eran los Eones oscuros, algunos enemigos opcionales o el tablero de esferas avanzado. Aunque sí dispondremos de la posibilidad de visionar Eternal Calm, un vídeo que muestra los hechos acaecidos entre Final Fantasy X y Final Fantasy X-2 y que ayuda a enlazar ambas historias, explicando el cambio que sufren Yuna, Rikku y Pain en su evolución hasta las variopintas Yuripas.

Diferente ocurre con Final Fantasy X-2, donde sí encontramos contenido diferente a la versión original que llegó a occidente. Con Last Mission tendremos ocasión de disponer de más vestisferas, un creador de criaturas y algunos detalles gráficos añadidos, además de la propia misión en sí, que constará de una torre de 80 pisos en la que haremos frente a muchos enemigos y encontraremos a personajes que habremos visto a lo largo de la aventura.

Un conjunto de novedades todas éstas que invitan a los fans de la saga y de los JRPG en general a hacerse en su colección con está magnífica remasterización. Un historia que que hay que volver a escuchar, oír y disfrutar una vez más.

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Jugabilidad: 9.5
Gráficos: 8.5
Sonido: 9.5
Satisfacción: 9

Análisis

Final Fantasy X | X-2 HD Remaster es la mejor remasterización a la Alta Definición que hemos podido disfrutar en la anterior generación de consolas. Además de la calidad con la que ya contaban ambos títulos, la inclusión de Eternal Calm y Last Mission aportan contenido adicional muy interesante para los fans de ambos juegos.