Análisis Toukiden: The Age of Demons

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Conviértete en el mayor cazador de demonios para conseguir salvar a la humanidad en lo nuevo de Tecmo KOEI para PS Vita
Por David Soriano 10 febrero, 2014

Toukiden: The Age of Demons es lo nuevo de Tecmo KOEI desarrollado por Omega Force, el estudio a cargo de la franquicia Dinasty Warriors. Tras su exitoso paso por Japón, donde ha conseguido vender medio millón de copias, llega esta semana a Europa para aumentar un catálogo de PlayStation Vita que últimamente se está nutriendo bastante de propuestas llegadas del país del Sol Naciente para mantenerse con vida. Este Action-RPG sorprende y bastante por sus capacidades técnicas, pero también tiene bastantes detalles interesantes que pasamos a desglosar a continuación.

En Toukiden tomamos el control del último recluta de Utakata, una de las fortalezas de resistencia humana contra el avance de los Oni. Se nos presenta un mundo casi acabado, con solamente unos humanos en él, tras un suceso llamado el «Despertar» que trajo a los demonios Oni a la Tierra y acabó con ella. En primer lugar daremos forma a nuestro propio personaje, otorgándole un nombre, eligiendo su sexo así como otros detalles como su rostro o peinado (aunque luego siempre iremos con algún tipo de casco como armadura). Sin llegar a ser un editor de personajes demasiado extenso, sí que se centra bastante en la apariencia de un rostro que luego debido al tamaño de la pantalla de Vita y el uso de elementos de armadura termina pasando totalmente desapercibido, pero nos permite introducirnos más en la aventura, siempre es mejor que los personajes nos llamen por nuestro nombre.

En estos primeros compases de aventura iremos conociendo a nuestros compañeros de aventuras. Hablamos de nuestro jefe militar Hamako y los personajes que nos podrán acompañar en la batalla (Oka, Hayatori, Nagi, Ibuki, Hatsuho y Fugaku). Cada uno de ellos posee un estilo de combate distinto, unos más centrados en labores defensivas, otros en sanación y otros en puro ataque. De igual manera, cada uno hace uso de un arma distinto (espada, machetes, arco, lanza, cadena y guanteletes respectivamente), nosotros podremos seleccionar un arma al comienzo, pero esto no definirá una clase cerrada para nosotros, sino que podremos ir cambiando de tipo según nos convenga.

Al aceptar las primeras misiones nos enfrentaremos a los tipos de Oni más básicos, con los que aprenderemos las técnicas de combate básicas. Debemos prestar atención a las dos barras que aparecen en la esquina superior izquierda: la verde indica la vida y la amarilla es llamada «focus» y nos indica la cantidad de especial de la que disponemos. El esquema de control es bastante básico, con cuadrado para ataque normal, triángulo para ataque fuerte y círculo para ataque especial. La X se mantiene para rodar, acción ya común en este tipo de género. Al acabar con los enemigos tendremos la posibilidad de purificarlos accionando R, de este modo podemos obtener ciertos objetos que son importantes para ir mejorando nuestro equipo (tanto en armas como en armadura) y completar las misiones secundarias de búsqueda. En ocasiones, al purificar a algún enemigo obtendremos un Mitama, un alma de un guerrero asesinado por los Oni que pasa a formar parte de nosotros y cada uno tiene una serie de bonus especiales. La importancia y desarrollo de los Mitama es uno de los mejores apartados del juego. Estos guerreros son tanto ficticios como basados en figuras históricas de la cultura japonesa como por ejemplo Himiko, la reina del Sol que bien recordarán los jugadores del último Tomb Raider.

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Como Slayer, que así se denomina este grupo de élite, podremos vagar por nuestra fortaleza, pues entre misión y misión existen ciertos actos que podremos hacer y ciertos personajes que tendrán una importancia capital en el desarrollo de nuestro personaje. En cuanto a los personajes, cabe destacar Tatara el herrero, quien irá mejorando nuestras armas o nos podrá crear otras nuevas si le traemos los materiales suficientes y por otra parte Shikimi, que será la encargada de mejorar nuestro Mitama. Este tipo de mejoras de equipo y alma se antojan clave, pues suponen la parte RPG del título al no contar con un sistema de progresión mediante puntos de experiencia como tal. Además disponemos de una tienda en la que comprar y vender, un árbol guardián al que realizar ofrendas a cambio de artículos difíciles de conseguir, una piscina de aguas naturales en las que purificar nuestros pecados y conseguir ciertos boosts así como una biblioteca en la que consultar todos los detalles con respecto al argumento.

Una vez que conocemos que nuestro personaje es el único conocido que tendrá la posibilidad de absorber varios Mitama a la vez, comprenderemos la importancia que tendrá para salvar al mundo de los humanos de su desaparición. Según cifras oficiales hay 200; nosotros, tras un buen puñado de horas solamente hemos desbloqueado 37, lo que da una idea de la magnitud de un título que está llamado a permanecer un número gigantesco de horas en nuestra PS Vita. Nuevamente, según cifras oficiales, conseguir todo lo que el juego nos ofrece nos puede llevar 500 horas. Nosotros no hemos podido llegar a esa cifra ni aunque hubiéramos jugado las 24 horas del día desde que tenemos el juego, pero sí que podemos certificar que el universo de Toukiden es bastante extenso en posibilidades y no es tarea fácil ni rápida concluir todos los desafíos que nos propone.

Anteriormente hemos hablado de los Oni normales, que rápidamente conseguimos dominar y dejan de ser un reto para nosotros, pero es en los combates con los grandes Oni cuando el sistema de combate luce más y se observan todos los puntos fuertes de esta entrega. En primer lugar, la cooperación con nuestros compañeros se antoja vital. Antes de cada misión podemos seleccionar hasta 3 de nuestros compañeros slayers. Como alternativa, se puede jugar online con hasta 3 personas. Pero volviendo al modo singleplayer cabe destacar el gran trabajo realizado con la Inteligencia Artificial de nuestros compañeros, pues está muy trabajada tanto en ataque como en defensa y siempre estarán dispuestos a acudir raudos a nuestro auxilio si caemos en combate.

El estilo de combate difiere un poco del de los enemigos normales. Si accionamos SELECT tendremos una vista especial llamada «El Ojo de la verdad» en el que podemos ver el estado de cada una de las extremidades y otros puntos débiles del enemigo. Debido a su gran tamaño, varias docenas más de veces que el de un humano, lo más efectivo es ir atacando de manera individual estas porciones del enemigo, para ir seccionándolas y así debilitar su barra de armadura y más tarde la de vida. Acabar con un enemigo de estas proporciones es tarea ardua y nos puede llevar fácilmente y con un equipo ya avanzado media hora por cada combate, lo que explica mejor el elevado número de horas que nos puede dar el juego.

En estos enemigos es donde recae el gran atractivo del juego, pues hay de varios estilos diferentes y con una especie de evolución aún más poderosa que aparecen más tarde, por lo que encontrar la estrategia de combate adecuada para cada uno de ellos es clave. Aquí, una vez más, encontrar el Mitama que más nos pueda servir de ayuda puede marcar la diferencia. El diseño artístico de estos enemigos es algo que cabe mencionar, tenemos desde arañas gigantes a una especie de figura femenina con brazos de serpiente y concha a sus espaldas. Cuando consultamos la enciclopedia disponible en la biblioteca y vemos los bocetos y cómo estos son luego representados en combate nos quedamos muy satisfechos de su resultado.

A nivel visual también cabe destacar la calidad de las escenas cinemáticas, donde el trabajo realizado es admirable para una consola portátil, por mucho que sepamos de las bondades a nivel de hardware de nuestra pequeña Vita. El diseño y modelado de los personajes que nos acompañarán es excepcional. De igual manera, las distintas zonas de nuestra fortaleza también están muy bien trabajadas. Los escenarios de combate, divididos en diferentes eras, sí que nos dejan algo fríos, pues quedan demasiado desiertos. Esto favorece el espacio para el combate, pero algunos detalles más en el horizonte no estarían nada mal. También algunos Oni considerados de tamaño pequeño pero que multiplicarán nuestro tamaño merecen la pena de ser observado su modelado (por ejemplo unas especies de babosas o sapos gigantes).

Si Toukiden destaca por su apartado visual, no es menor el sonoro. Se han incluido voces en japonés, lo cual siempre queda mejor en juegos de esta ambientación. El elenco de voces y el número de líneas de diálogo es algo que se agradece, por mucho que la mayoría de usuarios europeos no vayamos a entender ni papa. Es en este punto cuando deberíamos apoyarnos en los textos, pero lamentablemente solo encontramos el idioma inglés, lo que nuevamente volverá a dejar fuera a un buen número de jugadores que se perderán por desconocimiento del idioma el gran argumento detrás de Toukiden. En cuanto a la banda sonora resulta demasiado repetitiva por la falta de un número considerable de piezas. Parece que los esfuerzos en lo sonoro se han destinado más a la arena de combate, donde el número de sonidos es igual de elevado que el de los efectos que se observan.

79
Jugabilidad: 8.25
Gráficos: 8.5
Sonido: 7
Satisfacción: 8

Análisis

Toukiden: The Age of Demons es una aventura épica que nos pone ante nosotros un argumento bastante interesante con el que contrarrestar la repetitividad de su esquema de misiones. Un apartado técnico envidiable que sin embargo pierde puntos por su ausencia de localización al menos en textos al castellano.