Análisis Minecraft

80
La locura creativa de los bloques aterriza en PlayStation 3
Por Ricardo Fernández 3 enero, 2014

El panorama indie se vio fuertemente afectado, con la salida allá por 2009, de una versión Alpha de un título por el cual la gente no pensó desde un principio lo que iba a suponer para el mundo de los videojuegos. Un título sandbox, de construcción, exploración y supervivencia. ¿Cómo era posible introducir todos estos elementos dentro de un juego? La respuesta era Minecraft.

Sencillez hasta la extenuación, imaginación al poder y unos requerimientos para PC que eran acordes a prácticamente todos los compatibles que por aquel entonces existían eran la pieza fundamental para su éxito. De hecho, y gracias a los mods, no es difícil encontrar por la red a máquinas con procesadores Pentium 4 ejecutando esta propuesta tan divertida.

Markus Persson o más conocido como Notch, es el padre de esta pixelada criatura que tantas y tantas alegrías le ha reportado tanto a él como a millones de jugadores. Apasionado de la programación Java y antiguo desarrollador de King.com (Candy Crush Saga), este jóven de tan sólo 34 años lleva toda su vida programando.

Tanto es así que hace un par de semanas pudimos conocer gracias a su libro, que antes de crear su exitoso juego de construcción, Valve le ofreció un puesto para trabajar con ellos. Mojang AB es su compañía y en ella trabajan más de 30 personas, la mayoría destinada a su producto estrella, Minecraft.

Actualmente es quizás el juego con más vídeos en la web YouTube y no es de extrañar. El fenómeno YouTuber está fuertemente arraigado a este juego y multitud de famosos jugadores hicieron sus pinitos a la sombra de estos bloques.

Hemos tenido que sufrir una larga espera, retrasos y más de 5 conversiones distintas para tener aquí, por fin, la versión PlayStation 3 de este juego que mueve a las masas. Seguramente serán pocos los que no sepan de qué va este título pero, por si acaso, vamos a detallar algunos aspectos de qué es lo que intenta conseguir Minecraft.

[videolpo]7465[/videolpo]

Minecraft no tiene historia, guión alguno y ni tampoco protagonistas buenos o malos, sólo tú y un vasto mundo por recorrer, explorar e incluso sobrevivir. Con la única ayuda de un inacabado mapa de papel y nuestras desnudas manos deberemos de intentar llegar sanos y salvos al día siguiente una y otra vez no sin antes modelar el mundo a nuestro antojo.

Empezaremos solitarios en mitad de un mapa generado aleatoriamente, tanto su terreno como la climatología. Por ejemplo en las distintas partidas realizadas para este análisis hemos empezado tanto en áridos desiertos como en pantanosos bosques, pasando por nevadas montañas.

[Break=Página 2]Por suerte para nosotros lo haremos a la luz del día con lo que ganaremos unos minutos para empezar a recolectar rápidamente madera y/o bloques de tierra para construir nuestra primera fortificación. ¿Que por qué? Porque al caer la noche los enemigos estarán al acecho. Arañas, zombies, esqueletos o los temidos (a la par que famosos) Creepers harán acto de aparición y, en el mejor de los casos, terminarán con nuestra vida y vaciando nuestros bolsillos en el acto. Si creíais que aquí no existía el terror, esperad a ver qué pasa cuando un Creeper se acerca a la puerta de vuestra casa y os pilla desprevenidos.

Con nuestra primera casa y gracias al estupendo interfaz incluido en la versión de PlayStation 3, podremos elaborar mesas de trabajo u hornos para fabricar más herramientas que nos permitan seguir explorando el mundo. Con tan sólo pulsar el botón cuadrado accederemos al modo creación que, además, contiene de serie el libro de recetas con detallada información de los objetos que podemos crear para beneficio propio.

Con el triángulo abriremos nuestro inventario y con el analógico haremos la función de ratón de un emergente puntero que hará aparición. Para desplazarnos entre los 9 espacios primarios de acceso rápido dedicados a objetos utilizaremos los botones L1 y R1. Si queremos utilizar algún objeto, construir o usar el banco de trabajo, el L2 será nuestro amigo. Para picar o empuñar nuestro arma tendremos que ser rápidos con el botón R2.

A partir de aquí deberemos de picar, recolectar materiales, descubrir el Inframundo o El Fin, la morada de un poderoso dragón que nos permitirá disfrutar de un trabajado combate. Es posible encontrar a lo largo y ancho de este mundo además, algunos poblados, acampamentos, minas abandonadas e incluso mazmorras con valiosos premios. En definitiva, todo lo imaginable se encuentra en Minecraft. Estamos hablando prácticamente de todas las opciones originales de la versión PC salvo la adición de mods o packs de texturas de forma manual. Esto significa horas y horas de diversión, de crear contenidos únicos que a vuestra mente se le antoje y un sinfín de posibilidades y formas de jugar.

Es posible también disfrutar de todo esto en el modo cooperativo online o local del que dispone. Hasta cuatro jugadores podrán unirse a tu partida de forma inmediata para así construir edificaciones o divertirse en el modo creación. Además también se puede retocar la aleatoriedad del mundo mediante el uso de semillas, aportando así un poco más de incertidumbre sobre el mundo generado.

Debemos de alabar una y otra vez el esfuerzo empleado para adaptar un juego que, desde un principio, fue destinado para ordenadores compatibles con el uso de teclado y ratón a una consola de sobremesa que no dispone de ellos de serie para sus juegos. El control por su parte es simplemente perfecto, algo que hay que agradecer en parte a su motor gráfico.

Aunque pueda parecer a broma, Minecraft requiere de un motor a la altura y no precisamente por sus texturas, poligonaje o calidad gráfica en general. El mundo está completamente formado por millones de cubos tridimensionales texturizados y cada cubo puede ser desde una mina de cuarzo hasta incluso un trozo de césped. Tanto nivel de procesamiento requiere de una buena memoria RAM, algo que en PC no supone problema alguno pero sí en la consola PlayStation 3.

Es por ello que, alabamos una vez más el trabajo realizado en esta adaptación ya que el juego se mueve de una manera extremadamente fluida aunque levemente empañada en algunas pequeñas situaciones. La distancia de dibujado se antoja lo suficientemente lejana como para no preocuparnos por ella y la calidad gráfica está a la altura de la versión original aunque a tan sólo 720p (aunque requiere resolución 1080p para su multijugador local). Esta diferencia se nota en la primera media hora de juego, luego se hace prácticamente imperceptible.

Algo de lo que se le puede achacar es que a diferencia de la versión para ordenadores, los mapas generados en la adaptación a PlayStation 3 son significativamente más pequeños a causa de su escasa memoria RAM. Este hecho puede provocar que en tan sólo una pequeña sesión de juego hayamos explorado el fondo del mapa así como su extensión terránea.

El sonido no ha sido nunca el plato fuerte de este título y tampoco lo es en PlayStation 3. El juego cuenta con unas bellas y tranquilas melodías que te acompañarán en tus vicisitudes a lo largo de tus aventuras y poco más.

Por último en las partidas que hemos probado en el modo multijugador y salvo a excepción de un pequeño cuelgue en la consola tanto por parte del anfitrión como del visitante, no hemos sufrido problema alguno y todo ha funcionado como debiera.

Nos encontramos en la tesitura de recomendar Minecraft para PlayStation 3 si es la primera vez que os acercáis a esta obra maestra de Mojang, tanto por su espectacular conversión a dicho sistema, sus controles o la accesibilidad como a su simplificado sistema de creación de objetos. Sus mapas (algo más pequeños de lo habitual) pueden ser también un plus para este tipo de público aunque no para los más avezados.

Sin embargo si somos perro viejo en el área de los cubos pixelados, tan sólo es recomendable si se es un auténtico fan, si se va a jugar con amigos o si se desea jugar con mando.

No obstante estamos hablando de un excelente trabajo por parte de la desarrolladora 4J Studios que solamente se ve empañado por las limitaciones técnicas de PlayStation 3 como su memoria RAM y la imposibilidad de introducir packs de texturas y modificaciones a nuestro antojo.

80
Jugabilidad: 9
Gráficos: 8
Sonido: 7
Satisfacción: 8

Análisis

Minecraft para PlayStation 3 es una excelente versión que incluso cuesta reconocer. Un pulido motor gráfico, una sencilla pero perfecta adaptación al mando DualShock 3 y un modo online/multijugador bien resuelto son sólo algunas de sus mejores bazas. Ha tardado en lanzarse, pero se lo perdonamos.