Análisis Knack

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La primera aventura familiar de PS4
Por Antonio López 28 noviembre, 2013

Knack fue uno de los primeros juegos que se dieron a conocer de PS4 tras el anuncio oficial de la consola. PlayStation apostó fuerte por un título diferente, enfocado a todos los públicos, desarrollado por los prestigiosos Japan Studios y dirigido por el mismísimo Mark Cerny, el responsable principal de la arquitectura de la nueva consola de sobremesa de PlayStation.

Y, aún cuando Knack tiene una serie de aciertos interesantes a todas luces, cae en la monotonía y la repetición en múltiples aspectos de su desarrollo jugable y visual, lo que termina por restarle puntos en el cómputo global. Con todo, veamos más detenidamente los diferentes aspectos que hacen de Knack una propuesta interesante para su juego cooperativo en familia y poco atractiva para el jugador solitario.

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La historia arranca cuando los goblins atacan a los humanos con una tecnología tan poderosa como desconocida. Será entonces cuando El Doctor muestre a sus colegas científicos su última gran creación: un golem capaz de aumentar su tamaño gracias a la recolección de reliquias (repartidas por todo el mundo) y que sin duda puede hacer frente a los goblins. Tras la breve presentación tomaremos el control de Knack, debiendo superar un tutorial de lo más interesante y divertido que nos permitirá hacernos con los controles.

Evidentemente, la trama de Knack no revoluciona ningún aspecto narrativo dentro de la industria de los videojuegos, simplemente se utiliza como telón de fondo para demostrar el poder que Knack puede alcanzar y lo mucho que puede hacer para ayudar a los humanos en apuros. El principal problema al que deberá enfrentarse el jugador es que, tras el tutorial, la mayoría de retos que deberá afrontar serán idénticos unos a otros. En algunas ocasiones habrá más enemigos que abatir, pero básicamente deberemos hacer lo mismo fase tras fase.

Arrancaremos siempre con Knack en sus dimensiones más reducidas e iremos recolectando reliquias a lo largo de las 13 misiones que componen la campaña del título para terminar siendo un ser todopoderoso y enorme que arrasa con casi todo lo que encuentra a su paso. En el camino habrá que solventar algunos sencillos puzles y hacer frente a unos enemigos tan incansables como genéricos, lo que terminará por aburrirnos si jugamos muchas horas seguidas al título. Un título cuya duración dependerá en todo momento de su nivel de dificultad.

Y es que si optamos por el nivel fácil, Knack no supondrá un reto para el usuario, resultando la opción ideal para jugar en familia, con los pequeños de la casa familiarizándose con la consola, así como permitiendo a los jugadores que no han tenido experiencia previa con una máquina de sobremesa descubrir la comodidad del DualShock 4. Pero la cosa cambia mucho en el modo normal o en la máxima dificultad.

Aunque Knack no sea un juego imposible, resulta frustrante como en ocasiones nos vemos obligados a repetir las mismas secciones del escenario por culpa de la mala distribución de los puntos de control que ha realizado Japan Studio. Aunque Knack puede llegar a resultar amenazador, su resistencia es ridícula en comparación con sus poderes. Muchos enemigos acabarán con toda nuestra vida de un solo golpe y terminaremos haciendo una y otra vez la misma parte del escenario hasta tener ese poco de suerte que necesitamos para seguir avanzando.

A lo largo de la aventura tendremos ocasión de buscar objetos coleccionables que mejorarán determinadas habilidades de Knack, así como deberemos afrontar diferentes fases de plataformas, no muy exigentes, pero realmente interesantes y que a buen seguro harán las delicias de los amantes de este longevo género. Por desgracia, aunque los escenarios están perfectamente representados y a nivel visual cumplen notablemente su función, resultan “pasilleros” en exceso. No podemos explorar los diferentes niveles del juego libremente y es imposible salirse del camino establecido por Japan Studios.

En lo referente al control, Knack apuesta por la sencillez. Nos moveremos con el stick, usaremos un único botón para atacar, otro para saltar (si lo pulsamos de nuevo haremos doble salto) y un tercer botón para realizar acciones especiales. Con el stick derecho tendremos ocasión de esquivar a los enemigos (aunque en más de una ocasión creeremos evadir correctamente el ataque rival y nos llevaremos el golpe igual) y con el botón restante podremos realizar tres tipos de ataques mágicos.

Según vayamos recolectando cristales de color amarillo (Piedras Solares) iremos rellenando unos círculos de poder que nos permitirán utilizar nuestras piezas para atacar como si fuéramos un torbellino, dispararlas para acabar con los enemigos o golpear brutalmente el suelo y dañar a todos los enemigos situados en un radio de acción concreto. También veremos como Knack utiliza habilidades especiales en secciones concretas de los diferentes niveles, vistiendo piezas de hielo, de madera o de cristal que nos reportarán habilidades únicas de forma momentánea. El uso de la cámara fija, contra todo pronóstico, funciona a la perfección, aunque esto delimite aún más la libertad de movimiento del título.

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En lo que sí acierta de pleno Knack es en su diseño artístico. Japan Studio utiliza unos personajes de corte animado, similares a los que hemos podido ver en películas como Planet 51, dejando muy claro que su objetivo es llegar a cualquier tipo de público. Humanos y goblins están perfectamente diseñados y a buen seguro gustarán a los más pequeños de la casa. Con todo, el gran beneficiado del apartado artístico del título es el bastante carismático Knack.

Cuando el protagonista del juego no tiene más que unas piezas pegadas a su núcleo resulta de lo más divertido, incluso cómico en sus movimientos. A medida que va ganando tamaño y poder se convierte en una gran criatura compuesta por decenas de reliquias, haciendo su aspecto mucho más aterrador. Los amantes de los pequeños detalles disfrutarán comprobando que es posible observar el escenario (veremos desde bosques hasta laboratorios, pasando por minas antiguas y mansiones) a través de los huecos que componen el cuerpo de Knack.

A nivel gráfico, Japan Studio utiliza el potencial de PlayStation 4 hasta cierto grado. Es cierto que la imagen se mantiene estable en todo momento y que el sistema de partículas y efectos lumínicos resulta sobresaliente, pero Knack no termina de explorar las verdaderas posibilidades de PS4 más allá de este punto. No hace falta echarle más que un simple vistazo a las diferentes capturas y vídeos que han ido saliendo del título para darse cuenta de que no se trata de ninguna revolución gráfica.

Posiblemente debido a la intención de los desarrolladores de ofrecer una propuesta de corte familiar se ha optado por una apariencia sencilla, que sea del gusto de cualquier tipo de jugador que pueda acceder a la obra. Tendremos que seguir esperando a que Mark Cenry se decida a dirigir otro juego para demostrar el verdadero potencial tecnológico y gráfico de su consola, puesto que en esta ocasión ni a nivel jugable o gráfico se ha apostado por llevar al límite la nueva máquina.

Otro aspecto que Knack cuida con mucho mimo, además del artístico, está relacionado con el apartado sonoro. Como producto destinado a todos los públicos, PlayStation ha optado por realizar una localización al español de calidad. Esto se traduce en un doblaje sobresaliente, con reconocidos actores de voz haciendo su trabajo de la mejor forma posible. Conviene destacar en este sentido el trabajo realizado por Gabriel Jiménez, al que muchos conocerán por ponerle voz en español a Hugh Jackman cuando interpreta a Lobezno. Jiménez le pone voz a Knack y consigue darle vida, con un trabajo que creemos necesario remarcar. Al igual que el de todos sus compañeros.

La banda sonora también resulta de agradecer, aunque es cierto que muchas partituras terminan siendo algo repetitivas. En lo que respecta al apartado sonoro y a los efectos que utiliza Knack descubrimos una amplia biblioteca de explosiones, disparos y demás efectos que conjugan un sonido reseñable, tanto en su versión en español como en inglés.

Además de poder jugar la campaña de manera individual, Knack presenta un modo cooperativo tan simple como efectivo. Un segundo jugador puede tomar, en cualquier momento, el control de un DualShock 4 para meterse en la piel de Robo Knack, una versión metálica del protagonista. El segundo usuario podrá ayudar al primero curando sus heridas otorgándole reliquias o luchando con otros enemigos. Aunque no hay cambios de dificultad ni jugables en el modo cooperativo, esta opción de juego resulta imprescindible para que el juego llegue realmente a todos los públicos, posibilitando que padres e hijos pasen una agradable velada jugando juntos.

Además del modo cooperativo, Knack permite disfrutar de un modo Arena en el que deberemos aniquilar a tantos enemigos como podamos. Los rivales, que son los mismos que luchan contra Knack a lo largo de la campaña, aparecerán por oleadas y deberemos hacerles frente aprovechando las bonificaciones por combo. Aunque no resulte el modo más innovador, permite que la experiencia jugable se amplíe y tenga algunas horas más de diversión. Knack puede extenderse hasta la quincena de horas si el jugador está dispuesto a conseguir todos los objetos coleccionables y a probar todos los modos de juego existentes, estén desbloqueados desde el principio o no.

Resulta encomiable que Japan Studio, Mark Cerny y PlayStation quieran que todos los miembros de la familia jueguen a PS4. Knack es la clara prueba de ello y su objetivo no es otro más que el de divertir a pequeños y mayores. Y lo consigue gracias a sus opciones cooperativas, aunque decepciona en muchos otros aspectos. Knack no aprovecha, ni de lejos, las características técnicas de la nueva consola de Sony, por muchos efectos de partículas y de luz que hagan acto de presencia.

A Japan Studio le ha faltado motivación o, simplemente, se ha dedicado ha crear un producto digerible desde el primer día, sin pretender nada más. El juego en solitario se hace repetitivo (aún cuando diferentes momentos de los variados niveles alcanzan buenas cotas de espectacularidad) y termina siendo frustrante pasar por el mismo punto una y otra vez. Si todos los miembros de la familia quieren probar PS4, Knack es una buena opción. Para el resto de hogares, el catálogo de lanzamiento de la consola tiene mejores ofertas disponibles. Solo queda esperar que la próxima propuesta para todos los públicos de PS4 sea más exigente consigo misma.

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Jugabilidad: 5.5
Gráficos: 7
Sonido: 7.5
Satisfacción: 6.5

Análisis

Knack, a pesar de acertar con su estética familiar y sus opciones de juego cooperativas, termina resultando repetitivo y poco satisfactorio para lo que se espera de las grandes apuestas de PlayStation 4.