Análisis F1 2013

80
Velocidad, emoción y nostalgia, la nueva fórmula para esta entrega
Por Manuel Gimeno 2 octubre, 2013

Como cada año sobre estas fechas, Codemasters termina por montar todos sus aparejos para extender la lona de su circo virtual. La competición que aúna a los monoplazas más rápidos del planeta se virtualiza casi al término del campeonato anual real para darle la oportunidad al usuario de vivir la Fórmula 1 de ese año carrera a carrera, pero también para trasladar la posibilidad reescribir la historia siendo nosotros mismos los dueños de un volante y un destino que irán ligados a nuestra habilidad.

Este año, los motivos que la editora exhibe para tratar de convencernos de su adquisición son variados e interesantes, pues no sólo de la actualización de pilotos y escuderías irá el asunto. Varios modos de juegos que vuelven y algunos nuevos coparán la lista de novedades que nos trae una entrega que se establece como la última previa al salto a la nueva generación. Pero sin duda, la existencia de una mirada al pasado de la Fórmula 1 es lo que más atrae y brilla en primera instancia.

[videolpo]7084[/videolpo]

Sin entrar a valorar por el momento los diferentes caminos que nos propone F1 2013 para alcanzar la diversión, una de las cosas más importantes en todo juego de conducción es conocer la reacción que se produce con la interacción. En esta edición nos encontramos con dos experiencias tan diferentes como lo puedan ser conducir con coches de última generación o algunos bólidos de finales de los 80 y principios de los 90. La sensación es totalmente diferente, y la mentalidad con la que nos ponemos a los mandos de un tipo u otro de coche debe cambiar para poder alcanzar la meta con las máximas garantías posibles.

En primer lugar hablaremos de las sensaciones que se extraen de los coches de la temporada 2013 del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Las pequeñas diferencias de sensibilidad no serán demasiado perceptibles para aquellos que no hayan echado horas y horas a las anteriores entregas, pero haberlas haylas. Por supuesto, muchas de ellas las descubriremos cuando abandonemos las numerosas ayudas de conducción que siempre llevan estos juegos, pues en ese justo momento es cuando descubrimos todo el potencial de simulación que esconde la entrega de Codemasters.

De entrada, el primer contacto nos ofrecerá a grandes rasgos conocer el rendimiento de cada uno de los coches dependiendo de su potencia y de sus cualidades aerodinámicas. Es interesante comprobar como la estabilidad de los coches cambia dependiendo de la escudería a la que pertenecen (los millones invertidos, básicamente), pues con los primeros giros veremos lo duro, complicado y exigente de los coches que ocupan las últimas posiciones de parrilla en cada carrera.

Eso nos permitirá luego disfrutar de una conducción mucho más profunda en los más rápidos y eficientes. De la misma manera que un piloto empieza a entrar en contacto con la Fórmula 1 con los coches menos competitivos y recoge la experiencia suficiente como para luego tener las capacidades para competir al más alto nivel, en Fórmula 1 2013 podremos experimentar esas diferencias, sobre todo en el modo Trayectoria del cual hablaremos más adelante.

La gran diferencia que encontraremos al enfrentarnos a la conducción de los coches clásicos vendrá dada por la ausencia de las ayudas electrónicas tan socorridas, y que se manifiesta sobre todo en el paso por curva, la que suele ser la clave del rendimiento de todo coche, ya sea éste actual o del pasado. Los controles de estabilidad se esfuman cuando vemos que no podemos acelerar fuerte al salir de una curva, o cuando las frenadas deben ser mucho menos agresivas y más ortodoxas para no perder el control del monoplaza.

En ambos casos los cambios meteorológicos dinámicos afectarán de una forma capital. La aleatoriedad de conducir en condiciones cambiantes que difieren tanto de la establecida al principio de una carrera, exige que el manejo del coche sea distinto para que todo los factores cuadren con lógica. La lluvia, el elemento que más suele interferir, no sólo está bien reflejado gráficamente, sino que transmite una buena sensación de peligro e inestabilidad que nos obligará, una vez más, a recalcular las órdenes que vayamos a imprimir a nuestro mando.

Sin embargo, si en algunas de estas situaciones o en otras nos encontramos con que nuestra trazada no es la correcta o algún error nos lanza de forma violenta contra las protecciones del circuito o algún otro coche, tendremos varias oportunidades para usar una especie de rebobinado que nos permitirá retomar la trazada desde el punto anterior a cometer dicha incidencia. Una opción que si bien pensamos que resta cierto componente de simulación a la propuesta, puede salvar más de una situación dramática si nos encontramos en alguna carrera en la que hayamos invertido alguna que otra hora de juego.
[Break=Página 2]

Pero todos estos aspectos deberemos ponerlos en práctica dentro de la multitud de modos de juego con los que cuenta F1 2013. Como todos los años, a nuestra disposición se despliegan una gran cantidad de posibilidades para poner a nuestros coches en el asfalto y competir de las formas más variadas posibles dentro de las opciones que nos brinda cada edición.

En concreto, este año dará comienzo todo de una manera bastante peculiar, siendo las pruebas de novatos en Abu Dabi el preludio de una carrera profesional que no estará exenta de los acontecimientos más relevantes que se suelen suceder en la vida de un piloto. A modo de tutorial, el juego nos dispone de una serie de pruebas que ir superando para luego ser calificadas con medallas de bronce, plata y oro. Todo esto va enfocado a que logremos llamar la atención de las escuderías del mundial, llegando a tener ofertas muy importantes en el caso de haber conseguido las mejores calificaciones.

Una vez concluidas esta serie de pruebas nos toca elegir equipo, pero también se nos permite escrutar los otros modos de juego que dispone el juego. Seremos capaces de llevar a cabo un mundial de pilotos y de constructores entero, pero también podremos hacer el nuestro propio, con la duración y las características que consideremos. El modo Trayectoria ofrece una gran cantidad de opciones dentro y fuera de la pista para ser explotadas, haciendo que se adapte la competición a nuestras necesidades y exigencias. Además, tendremos la posibilidad de medir nuestras habilidades mediante un modo multijugador en el que encontrar a rivales a los que batir a través de todo el mundo se posible.

Sin embargo, uno de los modos de juego que mayor atractivo nos han supuesto durante la experiencia no ha sido otro que Recreaciones. La posibilidad de cumplir una serie de breves retos bajo unas condiciones determinadas y diferentes hace que se pueda disfrutar de la experiencia Fórmula 1 de una manera rápida y totalmente dinámica, sin centrarnos siempre en el reto de ganar.

En ocasiones deberemos sobreponernos a una sanción, en otras el objetivo será acabar por delante de nuestro compañero de equipo y en otras entrar en los puntos. Objetivos tal vez no tan ambiciosos como los que siempre tenemos entre ceja y ceja, pero que aportan una gran frescura al transcurso de las horas de juego que pensemos dedicarle al juego.

Un modo de juego que además estará presente en la vertiente F1 Classics. Cuando decidamos dar una vuelta por el pasado y subirnos al coche de los mejores pilotos del ayer, seremos capaces de competir en muchos de los modos disponibles en el resto de secciones, a excepción de Trayectoria. Todo queda algo heterogéneo al ver competir a pilotos que no corresponden a la misma época, ni tan siquiera vehículos, pero la sensación a añejo estética e interactivamente supone de lo mejor de esta nueva edición.

De nuevo y como comentábamos, el modo Recreaciones dentro del concepto clásico supone otro gran atractivo. Si aquellos retos estaban anclados en situaciones del presente, éstos se sitúan en lances de carrera pasados, teniendo que solventar los problemas y alcanzar el objetivo con las herramientas limitadas o tan rudas que disponen dichos bólidos. Una gran oportunidad para sacar la máxima experiencia de situaciones límite, sin saturar en ningún momento al jugador con carreras excesivamente largas y monótonas.

Como no podría ser de otra manera, cada nueva edición viene de la mano del repertorio completo de pilotos y escuderías relativos al presente año de competición que ahora mismo empieza a llegar a su fin. En esta ocasión las once escuderías con los dos pilotos por equipo estarán disponibles, pero también los 19 circuitos que forman parte del calendario de la temporada actual.

Pero en cambio, en lo que se refiere a la parte clásica de la propuesta echamos a faltar algunas de las figuras más míticas en la historia de este deporte de motor. O al menos eso ocurre con la versión estándar del juego, ya que F1 2013 Classics Edition reune muchos más pilotos y circuitos de lo que encontramos en la edición normal. De esta manera, al circuito de Jérez y de Brands Hatch se añaden los de Imola y Estorial, y a los pilotos de los 80 como Alan Jones, Alaint Prost, Mario Andretti, Emerson Fittipaldi, Gerhard Berger, Michael Schumacher, Satoru Nakajima, Mika Hakkinen, Nigel Mansell y Damon Hill, se le sumarían otros establecidos en los 90, como Jean Alesi, Nigel Mansell, David Coulthard, Damon Hill, Jacques Villeneuve, Eddie Irvine o Jody Scheckter

A este elencoo de modos de juegos, pilotos, saltos temporales y opciones de interacción hay que sumarle una apartado técnico muy adecuado a las exigencias de este deporte. Sin lugar a dudas, el modelado de los coches supone el mayor espectáculo visual de dicha propuesta, con un acabado totalmente destacable tanto en los coches actuales como en los clásicos (cuya aparición en escena contará con un filtro de color para afianzar la sensación de antigüedad). Los pilotos en cambio no cuentan con las animaciones más desarrolladas, y aunque de cuerpo entero aparecen en pocas ocasiones, queda algo raro observar ciertos gestos bajo esos monos enfundados.

Los circuitos, por otro lado, mantienen un nivel aceptable, pero sobre todo destacan por la sensación de velocidad que transmiten al conducir. En la mayoría de situaciones la responsabilidad de la sensación de velocidad recae justamente en los escenarios sobre los que ruedan los coches, y en esta ocasión cumplen su papel a la perfección. A destacar también los efectos de la lluvia en el asfalto, y los cambios de luz que se llevan a cabo cuando la climatología cambiante entra en escena.

Por último, el sonido de los motores, la fricción de las ruedas con el asfalto o los derrapes cuentan con la calidad suficiente como para que la inmersión sea la adecuada. Es gratificante ver como cada choque, desprendimiento de piezas o movimientos bruscos generan un sonido bastante consistente. De la misma manera, el doblaje de las voces de nuestro ingeniero es una buena noticia para recibir la información de la carrera sin fijarnos en más indicaciones, pese a que nos hubiera gustado encontrar muchas más frases que las disponibles.

En conclusión, F1 2013 cuenta con un acabado notable en muchas de sus facetas, aunque ninguna de las adiciones presentes suponen una revolución que haga subir el nivel de una manera sustancial a esta propuesta. Para todos los aficionados al motor y, en especial, para los fans de la Fórmula 1, es una compra casi obligada, aunque su desfase temporal entre la salida al mercado y el fin del campeonato mundial sigue siendo un lastre importante que sigue sin poderse salvar.

80
Jugabilidad: 9
Gráficos: 8
Sonido: 8
Satisfacción: 7

Análisis

Codemasters vuelve a proponernos un año más un nuevo título de Fórmula 1 que añade opciones interesantes a la siempre emocionante competición automovilística. La inclusión de los coches clásicos y el modo Escenario se constituyes como las novedades más importantes, pues el resto de adiciones siguen una clara línea continuista con respecto a la entrega anterior.