Análisis NBA 2K14

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El Rey enarbola la bandera de 2K para traernos la mejor experiencia baloncestística de la generación
Por Manuel Gimeno 24 septiembre, 2013

Cuando ciertas sagas aparecen o ciertos estudios inician un trabajo, pocas dudas hay del resultado que vayan a realizar, al menos en términos de calidad. Uno puede encontrarse con aspectos que le gusten más u otros que le gusten menos, pero de normal siempre se verá reflejado el esmero de toda una tradición y costumbre al abordar el proyecto. Hablamos de 2K en esta ocasión, pero también de su saga NBA 2K, sin duda uno de los mayores y mejores exponentes del deporte interactivo en la actual etapa tecnológica.

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Este año, como otros tantos juegos, se encuentra ante el reto de ofrecer una versión lo suficientemente potente y novedosa para los usuarios de la actual generación, mientras se trabaja a destajo para sorprender ampliamente en las nuevas consola. A priori, y durante todos estos meses, NBA 2K14 apunta a añadir importantes mejoras en modos de juego, pero también en una jugabilidad que, como ya comprobamos en la pasada GamesCom celebrada en Colonia, vuelve a variar lo suficiente como para volver a sorprender al usuario habitual.

Porque este año la imagen que se asocia con NBA 2K14 vuelve a repercutir estrechamente con la jugabilidad, pero también en los modos de juego que más adelante desgranaremos y que suponen la columna vertebral de opciones para que todos los amantes de la canasta puedan experimentar la emoción del baloncesto de mil maneras distintas. LeBron James es el máximo exponente de esta jugabilidad, pues como jugador versátil supone el mejor ejemplo para mostrar todas las particularidades de un sistema de juego muy pulido pero con espacio suficiente para la evolución.

En esta evolución justamente es donde encontraríamos una de las mejoras más importantes, y es la mayor importancia del joystick derecho para hacer todo tipo de filigranas que se tercien con tal de alcanzar el aro rival. Un sistema que, como nos dijeron en Colonia, llevaba años siendo trabajado a conciencia para acabar conformando el resultado que vemos hoy en acción, y que permite de forma muy intuitiva que los jugadores desarrollen movimientos de todo tipo.

La sutileza con la que esto se lleva a cabo depende mucho del tacto, pero también de la intuición del propio usuario. Una vez conocemos los fundamentos básicos de los movimientos más elementales y asumimos las habilidades del jugador de acuerdo a sus capacidades y su posición, es relativamente sencillo emplear la palanca en nuestro beneficio para llevar al jugador a realizar la acción que más nos convenga.

Hablamos de dribbling, regates en velocidad, quiebros… pero también de pivotar o incluso lanzar a canasta. La concentración de muchos de los fundamentos del baloncesto adaptados a un control que da mucho de sí y que entra en perfecta armonía con el resto de opciones interactivas del juego. Porque la sensibilidad de los tiros a canasta en suspensión, los mates ejecutados de mil formas diferentes, los pases mágicos o los propios esprints se encuentran totalmente asociados con esta nueva forma de jugar.

Y despiertan todo el repertorio de acciones más elaboradas, como el fade-away, flopping, el bloqueo y continuación, el gancho, la bandeja… Una infinidad de acciones que evidentemente NBA 2K14 vuelve a ofrecer una vez más, y que estarán a nuestra disposición para desarrollar el baloncesto que más se adapte a nuestro estilo y a nuestras necesidades.

Qué duda cabe que todos estos movimientos aparecen perfectamente ejecutados por todos y cada uno de los jugadores que conforman el conjunto de equipos NBA. Una año más, es una auténtica gozada ver cómo la plasticidad de los movimientos modelados en el jugador se corresponde con los que haría su homónimo en la realidad. De esta manera, descubrimos como LeBron James aparece recreado de una forma asombrosa, mucho más que otros años por el protagonismo tan elevado que tiene, pero también por la ampliación de animaciones que a todas luces ha incluido 2K.

Pero es que miramos a jugadores como Kobe Bryant, Kevin Durant, James Harden o Dwight Howard y vemos exactamente las mismas acciones que disfrutaríamos en un partido NBA. Si bien es cierto que todo está encauzado dentro de los límites casi alcanzados de la actual generación, poca duda cabe que difícilmente lo visto en esta edición pueda ser superado por otros que no sean los chicos de 2K Games.

Capítulo aparte merece la inteligencia artificial, que vuelve a lograr una mejora sustancial en el aspecto táctico e individual. Como bien sabemos a estas alturas, NBA 2K14 también ofrece un amplio abanico de opciones tácticas que pueden ser empleadas en nuestro beneficio tanto defensiva como ofensivamente. Lo mismo ocurre con la IA aliada y rival, que se adapta a nuestras órdenes y a nuestras acciones sin errores aparentes, y que termina por añadir los ingredientes necesarios para que la simulación sea total y absoluta.
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Pero de poco servirían todas estas opciones si no se establecieran los lienzos adecuados para poder ponerlas en práctica. Los modos de juego que 2K ha puesto a disposición de los usuarios y que mejoran lo visto por un lado y añaden más opciones por otro, renuevan las ganas de seguir sumando horas y horas a una saga que ya se extiende mucho en el tiempo, pero que no cesa en el empeño de ofrecer nuevas posibilidades a todos sus usuarios.

Este año hablamos, por ejemplo, el modo Camino a la Grandeza. Seguramente sea la máxima expresión de todo lo que significa este juego y todo lo que presenta LeBron James como imagen de esta edición. Con su historia a las espaldas y con un futuro por delante prometedor, nos pondremos en la piel del Rey para rememorar los momentos más apasionantes de su carrera, pero también para forjar un futuro que será brillante a todas luces, pero que en esta ocasión nos encargaremos nosotros de escribir.

Pero tendremos dos opciones muy diferentes de hacerlo, dependiendo qué tipo de carrera queramos rememorar y construir. Por un lado, con Dinastía Heat asumiremos que LeBron James es fiel a su matrimonio contractual con su franquicia actual, llegando a disputar las hipotéticas finales que le aguardan en los supuestos siete años de carrera baloncestística que le auguran los desarrolladores de 2K.

Por otro lado, con Camino Fantástico veremos cómo LeBron amplía sus miras y decide hacer futuro probando otras franquicias además de los Miami Heat. Una opción más elaborada, extensa y a la vez curiosa, pues el morbo de ver a qué equipos podría acabar el Rey da mucha vida y sabor al modo de juego, imaginando hipotéticos encuentros y encontrándonos con más de una curiosa ironía del destino.

Con todo esto, con el paso de los años LeBron James sufrirá en sus carnes el envejecimiento de su cuerpo, desencadenando en una adaptación de su juego a sus capacidades atléticas, como tantas y tantas estrellas han ido haciendo con el paso de los años. Esto evidenciará los cálculos que los desarrolladores han hecho para tratar de reflejar cómo será LeBron en el futuro, pero que en el aspecto jugable nos permitirá también adaptarnos a diferentes situaciones generadas por la fuerza física del jugador a cada momento.

Pero además de esta gran novedad, otros modos de juego están de vuelta para completar todo el abanico de opciones dispuestas para que cada jugador se pueda adaptar a lo que realmente quiere sustraer de una experiencia baloncestística. Hablamos de modos de juego como los clásicos Mi Carrera, La Asociación, La Asociación Online, Entrenamiento, Temporada, Playoffs… Clásicos que no pueden faltar a la cita anual y que volverán a estar disponibles para que exprimamos al máximo la experiencia de esta nueva entrega.

A destacar de todos ellos que la vuelta de Mi Equipo, un modo de juego en el que trataremos de crear nuestro quinteto ideal en base a una condiciones determinadas y a unas clasificaciones de jugadores concretas, pudiendo modificar una gran cantidad de opciones para hacer realmente que la franquicia sea nuestra. Incluso podremos enfrentar este equipo online con otros usuarios, retando sobre el tapete a los demás a nivel jugable pero también a nivel de selección y personalización.

A todo esto, hay que añadirle la gran novedad de NBA 2K14, y es la inclusión por primera vez en su historia de hasta 14 equipos de la Turkish Airlines Euroleague, entre los que encontramos a los españoles Real Madrid, FC Barcelona, Unicaja de Málaga o Laboral Kutxa Vitoria. Una selección pequeña de equipos FIBA que contarán en cambio con una representación muy acertada de lo que significa el baloncesto a nivel europeo, adaptando la jugabilidad clásica de la franquicia a la lógica imperante en nuestro baloncesto.

De hecho, incluso muchos de los jugadores contarán con las animaciones características necesarias para darles la misma veracidad a estos equipos, exactamente igual que ocurre con los de NBA. Es una lástima que no esté toda la Euroliga al completo, o que sólo haya un estadio genérico para que todos los equipos jueguen, pero es un primer acercamiento muy grato que nos permite presenciar lo mejor del baloncesto del viejo continente dentro del que sin duda es el mejor juego de baloncesto de esta generación.

Pero todo esto quedaría en nada si no estuviera acompañado de la contextualización necesaria para convertir cada partido, cada canasta y cada reto jugable en algo épico. NBA 2K14 también ofrece en esa faceta un espectáculo visual que bebe directamente de la necesidad de transmitir la veracidad de movimientos de los jugadores al campo de juego, generando una consecuencia positiva en la jugabilidad y en el espectáculo visual que experimenta el espectador.

Así pues, y como hemos dicho antes, la contundencia de unos movimientos extremadamente bien definidos y recreados supone la mayor baza posible cuando asistimos a cada partido. No sólo es que en directo notemos el poderío de este trabajo, es que cuando las repeticiones se recrean en la jugada realizada descubrimos pequeñas particularidades que aún amplían más unas impresiones gráficas fuera de toda duda.

Ocurre con los jugadores, pero también ocurre con las luces de los focos y sobre todo con un público que vibra con cada canasta. Al final, todo supone un montón de pequeños detalles perfectamente ensamblados y llenos de calidad que logran que la fachada gráfica sea totalmente destacable, algo que siempre es necesario en un juego que apuesta tanto por el cuerpo a cuerpo visual.

El apartado sonoro no se queda atrás, y es que por un lado contamos con una selección musical de película, habiendo seleccionado LeBron James muchos de los temas, como los ya conocidos Not Afraid de Eminem, Lost! De Coldplay, The Ruler’s Back de Jay Z o el exitoso Get Lucky de Daft Punk. 2K no escatima recursos en ambientar apropiadamente los menús y ciertas zonas de juego para dar todavía una mayor contextualización a las horas que echaremos durante todo este año.

Y es que tampoco estaremos solos en cada partido, pues desde el año anterior -y esperamos que por muchos más-, el gran Antoni Daimiel, Sixto Miguel Serrano y Jorge Quiroga volverán a dar voz a todos los hechos que ocurran en el partido, ampliando el repertorio de frases que pudimos escuchar el año pasado. Una delicia para los ojos que nos traslada a esas noches en vela viendo partidos a altas horas de la madrugada, pero que ahora nos acompañarán siempre que queramos cuando enfrentemos a los equipos en NBA 2K14.

Con todo esto, poco más se puede concluir que no sea la seguridad de que 2K lo ha vuelto a conseguir. Se ha vuelto a reinventar y ha vuelto a escrutar qué era lo necesario para renovar las ganas de los usuarios de seguir jugando. En lugar de dedicarse a actualizar las plantillas, el equipo de desarrollo ofrece al usuario frescor y calidad a partes iguales. Nada sobra en NBA 2K14 y todo está realizado con el mayor cuidado del mundo. La corona de mejor juego de baloncesto del mercado vuelve a caer en la cabeza de 2K, y no porque no haya competencia, sino porque su trabajo es lo suficientemente excelente como para otorgarlo sin mirar alrededor.

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Jugabilidad: 10
Gráficos: 9
Sonido: 9
Satisfacción: 9

Análisis

2K lo ha vuelto hacer. Un año más, su saga de baloncesto NBA vuelve a reinventarse para ofrecer una experiencia totalmente fiel a las pequeñas particularidades que conforman este deporte al más alto nivel. La inclusión de equipos FIBA o la llegada del modo de juego LeBron James: Path of the Greatness son las grandes adiciones a una propuesta que, jugablemente, roza la perfección.