Análisis Saints Row IV

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Los Saints vuelven con ganas de juerga y armados hasta los dientes para patear culos alienígenas
Por Antonio López 14 agosto, 2013

Volition vuelve a la carga con la cuarta entrega de su saga más reconocida. Tras ofrecer a los jugadores un tremendo salto de calidad con Saints Row: The Third le llega el turno a Saints Row IV. El desarrollo de esta nueva entrega no ha sido nada sencillo, debido en buena parte a la bancarrota de THQ, antigua distribuidora de la saga. La franquicia, ahora en manos de Deep Silver y de Koch Media en Europa, reaparece con una propuesta que inicialmente iba a ser lanzada como contenido adicional o DLC de The Third.

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Con todo lo que ello supone, Saints Row IV llega dispuesto a seguir ofreciendo acción por un tubo, velocidad sin límite, gamberradas para nuestro deleite y un sentido del humor tan grueso como la sal gorda. Nada ni nadie se libra de la mofa en esta cuarta entrega, incluyendo el pueblo norteamericano y la industria del videojuego, que recibe más de una colleja a lo largo de las diferentes misiones que componen la aventura principal. Con todo, esta cuarta parte presenta algunos destacados inconvenientes que le impiden alzarse como la gran propuesta que debería haber sido.

Tras una primera misión introductoria, con momentos a lo Call of Duty, descubrimos que nuestro personaje, el líder de Los Saints, consigue ser nombrado Presidente de los Estados Unidos. Las cosas parecen haber cambiado y Los Saints tienen ahora la complicada misión de mantener la paz mundial, erradicar el hambre en el mundo e, incluso, descubrir la cura contra el cáncer. Pero todo se irá al garete en menos que canta un gallo. Una poderosa raza de horribles extraterrestres ataca el planeta y secuestra a buena parte de la raza humana, induciendo a nuestro querido protagonista a vivir una aventura de lo más surrealista dentro de un mundo virtual creado a imagen y semejanza de Steelport.

Saints Row IV no se olvida de nadie en su historia y ofrece elementos para todos los gustos: desde acción descerebrada hasta ciencia ficción de mercadillo que hará las delicias de los amantes de la serie B. El planteamiento argumental resulta divertido y ofrece situaciones de lo más desternillantes, con final inesperado incluido a las pocas misiones de comenzar (una de sus muchas bromas). El principal problema al que se enfrenta Saints Row IV es la escasa innovación con respecto a la anterior entrega de la saga. Más allá del planteamiento argumental, de algunos minijuegos, de los superpoderes y de varias armas, el título no presenta elementos originales suficientes como para hacernos olvidar que se ideó, al menos en principio, como un DLC.

La saga siempre ha vivido, desde sus orígenes, a la sombra de otros grandes sandbox que le impedían ser la gran alternativa del género. Las cosas cambiaron con The Third, título tan divertido como políticamente incorrecto, una notable delicia que cambió el rumbo de la franquicia y, entonces si, la posicionaba como una alternativa directa y barriobajera del siempre multimillonario Grand Theft Auto. Por desgracia, Saints Row IV no presenta ningún apartado tan novedoso como para seguir haciendo de la saga una alternativa, más allá de sus guiños a los fans y a la desfachatez de sus misiones, tanto principales como secundarias.

Al igual que en The Third, nuestro objetivo será recuperar el control de la ciudad de Steelport, aunque con la variable de salvar a la humanidad por el camino. Para ello deberemos superar una serie de objetivos secundarios y minijuegos, a cada cual más estrafalario, a la vez que avanzamos en la trama siguiendo las 37 misiones principales. Tendremos ocasión, como es habitual en la saga, de crear a nuestro protagonista de la forma que deseemos: hombre o mujer, gordo o fornido, con pechos de tamaño aleatorio y colores chillones. El sentido del humor más poligonero sigue presente y, de vez en cuando, se agradece.

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Como ya hemos destacado, el Steelport de Saints Row IV no es más que una representación virtual que los aliens desarrollan para tener atrapado a nuestro protagonista. Esto significa que todos los minijuegos tendrán como objetivo saltarnos algún código de seguridad en la emulación para poder hacernos con el control del programa. Para ello deberemos superar algunos minijuegos, de toda clase y condición. Grieta de plataforma, Inyección y Recogida de virus, Rastro llameante, Borrado de seguridad… son algunos de los objetivos secundarios que deberemos desarrollar para conseguir el control de todo el mapa.

Muchos de los minijuegos son simples variaciones de los que pudimos ver en Saints Row: The Third. Algunos nos llevarán a eliminar diferentes holeadas de enemigos mientras que otros nos llevarán a correr desde el punto A al punto B pasando por una serie de checkpoints. También vuelve el Profesor Genki y su sesión de caos sin sentido, así como las brutales destrucciones en tanque. Evidentemente, al ganar estos minijuegos conseguiremos dinero y nuevas habilidades. También es posible hacerse con varios negocios (como los de armas, ropa o vehículos), aunque en esta ocasión no tendremos que comprarlos, si no superar pequeños minijuegos de pirateo.

Además de estos jugosos extras, la propuesta presenta una serie de misiones secundarias que reportarán a nuestro protagonista nuevas habilidades (que iremos mejorando al conseguir clústeres diseminados por el mapa), como la posibilidad de disparar bolas de fuego, correr a supervelocidad, saltar distancias gigantescas o mover objetos con la mente. Todos estos detalles son la verdadera novedad de Saints Row IV, ofreciendo al jugador una libertad casi sin límites a la hora de explorar y pasarlo en grande en Steelport. Podremos vestir al líder de Los Saints como nos venga en gana (incluso llevarlo desnudo si así lo deseamos) y tunear los coches a nuestro antojo. El mapa, por desgracia, se ha quedado un poco pequeño si lo comparamos con los grandes escenarios que presentan juegos similares en la actualidad.

Volition ha tomado el mapa que ya tenían desarrollado del título anterior y simplemente ha introducido más actividades, olvidando que en los juegos numerados conviene añadir situaciones y escenarios que justifiquen el valor numérico del título. La gran cantidad de cosas por hacer se ve resentida por la escasa innovación jugable, aunque lo compensa en cierta manera con variados niveles de dificultad y la posibilidad de superar los minijuegos con diferentes puntuaciones, lo que obligará a los más puristas a repetir las misiones hasta conseguir la más alta calificación.

Según avancemos en la resolución de misiones, diferentes “colegas” se irán uniendo a nuestro particular grupo de salvadores de la humanidad. Volition ha querido rendir aquí un homenaje a toda la saga y presentar a los más carismáticos personajes de la franquicia como posible compañía de nuestro protagonista. Además, para hacer la cosa aún más interesante, como si de Mass Effect se tratase, tendremos la posibilidad de realizar misiones de lealtad, una por personaje, para conseguir que nuestro amiguete pase a ser un “supercolega”, con “superpoderes” y todos los superalgo que se os ocurran. Posiblemente, sea este uno de los puntos fuertes del juego, con misiones divertidas y muy variadas, que harán las delicias del respetable y que se ríen en todo momento de las grandes superproducciones del sector.

Para que la cosa no decaiga en ningún momento, tendremos a nuestra disposición un amplio arsenal. En él encontramos todo tipo de armas de fuego, así como algunas originales y divertidas armas alienígenas y, por supuesto, perversiones dignas de la mente más enferma, como el dildo gigante con el que aplastar cabezas. En este sentido, puede que muchos encuentren la broma del pene gigante algo oxidada, más si tenemos en cuenta que ya en Saints Row: The Third hacía acto de presencia. Pero que nadie se preocupe, Volition ha pensado en todos e incluso ha introducido un arma que mata a los enemigos con música dubstep. Algo lógico si tenemos en cuenta lo horripilante de sus “melodías”.

Una amplia gama de vehículos, donde destacan las naves extraterrestres, cierra el triángulo del colegueo de barrio. Por supuesto, todos los objetos de transporte del juego pueden ser modificados. Para muestra un botón: durante la partida que hemos utilizado para realizar este análisis, nuestra protagonista (de pechos generosos, por supuesto) se movía por Steelport en un coche de color rosa chillón con tremendas llantas de aleación, tubo de escape tamaño XXL y nitro hasta en el asiento del copiloto mientras pateaba culos de aliens con un arma que poco tiene que envidiar a las perversiones japonesas de tentáculos y menores de edad. Y es que, si una cosa destaca especialmente en Saints Row IV es la posibilidad de hacer lo que queramos como queramos.

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Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Saints Row IV es la inexistente evolución visual del título con respecto a su predecesor. Como ya comentamos al inicio de este texto, el juego nació como contenido adicional de Saints Row: The Third, por lo que Volition jugó la baza del “todo vale” para aprovechar el mapa, el diseño de personajes y de escenarios, así como todo lo relacionado con el apartado artístico de la obra. Esto supone que el título presenta un aspecto desfasado, que si bien en la tercera entrega resultó llamativo, en esta ocasión se antoja algo fuera de lugar, cuando la generación está llegando a su final y se ven joyas gráficas casi todos los meses.

Saints Row IV presenta, no obstante, algunas curiosidades gráficas que lo salvan en cierta medida, como las texturas que cambian a propósito simulando píxeles o los personajes que sufren problemas “técnicos” y muestran el código informático con el que están hechos. La cámara es libre en todo momento y, aunque suele aguantar bien los movimientos, en ocasiones presenta tearing, lo que esperamos pueda solucionarse con un parche futuro. También destacan las partículas generadas por explosiones o disparos de armas extraterrestres, aunque en los momentos más caóticos resulta casi imposible ver que sucede a nuestro alrededor, siendo una locura intentar localizar un objetivo cuando tenemos poca salud.

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A pesar de los problemas que ha experimentado Volition para llevar a cabo esta cuarta entrega, no hubiera estado de más apostar por aprovechar el potencial gráfico de las máquinas actuales, que dan para mucho más que lo que ofrece Saints Row IV. Aunque la saga nunca ha mostrado alardes tecnológicos en este sentido, siempre por detrás de sus competidores (posiblemente por cuestiones de presupuesto), la sensación general es que nos encontramos ante una expansión de Saints Row: The Third y, lo que hubiera sido genial hace un año, resulta en estos momentos poco menos que un “quiero y no puedo”, posiblemente derivado de los problemas que tuvo la saga tras la quiebra de THQ.

A pesar de todo lo anterior, aquellos que se lo pasaron en grande con la tercera entrega se lo volverán a pasar en grande con la cuarta, aunque cuando lleven unas horas de juego recordarán cada rincón del escenario. Las escenas cinemáticas, por suerte, cumplen con su función a la perfección, mostrando unas animaciones decentes. La propuesta presenta varias situaciones que aportan variedad al conjunto, como un genial homenaje a los juegos de acción lateral de finales de los 80 y principios de los 90, haciendo que, aunque solo sea por un breve instante, disfrutemos de lo que Volition puede ofrecer.

Si algo cuida al detalle Saints Row IV es su apartado sonoro, de lo mejorcito de la propuesta. El título cuenta con una buena cantidad de temas populares y de emisoras como para componer una selección musical destacable y llamativa, que podremos disfrutar mientras conducimos a toda velocidad por Steelport o mientras caminos, pudiendo también desactivar la música cuando así lo deseemos. Además, Saints Row IV cuenta con varios temas orquestales que potencian el apartado sonoro del título y lo hacen sobresaliente en su conjunto.

Como es habitual en la saga, el juego llega con voces en inglés y unos más que correctos subtítulos en castellano. El doblaje resulta convincente y profesional, con algunas estrellas de renombre que hacen aún más completo este apartado del título, con Nolan North (Nathan Drake en la saga Uncharted) como principal estrella en una de las voces del protagonista o actores como Keith David (visto en filmes como La Cosa) interpretándose a si mismo, una coña que Volition ya desarrolló de manera magistral en The Third, donde el gran Burt Reynolds hacía de si mismo.

Otro de los puntos fuertes que presenta Saints Row IV es la posibilidad de jugar la campaña en modo cooperativo, hasta un total de 37 misiones. Volition no consideró oportuno añadir opciones competitivas online a la propuesta y tal decisión se merece nuestro más fuerte aplauso, algo cansados ya de ver como títulos que no necesitan ofrecer multijugador competitivo terminan añadiendolo, viéndose afectado el resultado final.

En este sentido, Volition cumple de manera sobresaliente con su parte, añadiendo un cooperativo que resulta divertido y muy recomendable disfrutar en compañía de un amigo/a. Junto a las misiones de campaña descubrimos actividades que hacer en equipo como Gato y Ratón o Marca de Muerte, específicamente diseñadas para disfrutar acompañados por un amigo. Aunque la opción cooperativa no sea la principal razón de ser del título, es de recibo reconocer la tarea de Volition en este sentido.

Lo mejor:

  • Misiones principales variadas.
  • Muchas opciones de personalización.
  • Notable cantidad de opciones secundarias que desarrollar.
  • Las bromas y el sentido del humor de mercadillo.

Lo peor:

  • La sensación general de estar ante una expansión.
  • Ninguna novedad a nivel gráfico.
  • Momentos de caos donde resulta imposible ver lo que sucede alrededor.
  • El mapa se queda pequeño en comparación con otras propuestas del género.

[inglesvr]Saints Row IV offers varied missions and content, even though you will
never stop feeling like this is just an expansion pack. The characters’
charm and mischevious sense of humor will suit any fan of the saga,
although the absence of any real novelty (both in the playability and
graphics department) makes Saints Row IV a less satisfactory game than
expected.[/inglesvr]

80
Jugabilidad: 8
Gráficos: 7.5
Sonido: 9
Satisfacción: 7.5

Análisis

Saints Row IV ofrece misiones variadas y contenido por descubrir, aunque la sensación de estar ante una simple expansión se mantiene durante todo el juego. El carisma de sus personajes y el sentido del humor gamberro lo hacen ideal para los seguidores de la saga, aunque la ausencia de verdaderas novedades (jugables y gráficas) hace de Saints Row IV una propuesta menos satisfactoria de lo esperada.