Análisis Call of Juarez: Gunslinger

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El más salvaje oeste vuelve a Call of Juarez en una aventura cargada de acción a raudales
Por Manuel Gimeno 21 mayo, 2013

No es de extrañar que el lejano Oeste Norteamericano haya supuesto una fuente continua de obras literarias y cinematográficas. La colonización de la zona más cercana al océano Pacífico supuso una gran cantidad de movimientos sociales derivados de la subasta y concesión de tierras por parte del país a la población, con la única obligación de habitar dichos lugares y cultivarlos. Esto provocó que el auge demográfico de una población que experimentaba una fuerte tasa de crecimiento natural y una fuerte inmigración, lograra colocar hasta un tercio de la población total de los Estados Unidos en aquella zona, haciendo crecer una agricultura que no tenía en absoluto rendimientos decrecientes.

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Esto hacía que el caldo de cultivo de todo tipo de conflictos fuera ideal. El choque de culturas era evidente, pero también la repartición de una riqueza natural que seguramente tuviera su máxima expresión con la fiebre del oro californiana. Aquella tierra inhóspita iba siendo habitada cada vez por más gente como buscaba el gobierno Norteamericano, pero a cambio los problemas derivados de tan rápida expansión no se hizo esperar. De esta manera nacieron todo tipo de historias de bandoleros, forajidos, sheriffs y cazarrecompensas. En ocasiones fiel reflejo de la realidad del momento, pero otras exageradas hasta límites insospechados.

Hoy nos encontramos ante Call of Juarez: Gunslinguer, un juego que intenta aunar muchas de esas historias con base real, pero que reinterpreta y entrelaza a protagonistas de dichas aventuras para acabar conformando la curiosa historia de Silas Greaves, un forajido que dedica su vida a redimirse de situaciones que salen a su paso de manera inesperada, mientras de fondo se esconde una historia de venganza que le llevará a cruzarse con los bandidos más afamados de este lejano Oeste. Así es como, entre copa y copa en una mugrienta taberna de Abilene, Silas nos cuenta toda su vida mientras a su alrededor las sillas se agolpan para prestar oídos a muchas de sus espectaculares batallitas.

Esto da paso a una narración peculiar, efectiva y que además tiene una repercusión directa con los acontecimientos jugables que se van dando durante el modo historia con el que cuenta el juego. Silas Greaves irá poco a poco contando los inicios de su turbulenta vida delictiva, y para ello se irá apoyando en personajes como Billy el Niño, Jesse James, Pat Garett o Butch Cassidy entre otros. La voz de John Cygan en el papel de Silas Greaves será ideal, ya que se funde directamente con la ambientación, la música y los distintos efectos que se desprendan del incesante intercambio de disparos. Sin embargo, esta imponente voz contará con una problemática habitual, y es que aquellos que no tengan amplios conocimientos del inglés les costará enterarse de todos los pequeños diálogos que se produzcan durante la aventura. No es que no venga subtitulado el título, sino que en plena partida tanto nuestro protagonista como los enemigos realizarán declaraciones que no podremos leer al estar inmersos en pleno tiroteo.

Un pequeño problema que surge por la dinámica trepidante del juego, pero que no emborrona un buen resultado en esta vertiente. Además del tono irónico, ciertos guiños o burlas a situaciones comprometidas y los constantes flashbacks que narrarán los catorce recuerdos durante las casi siete horas de juego que propone el título, asistiremos a momentos en los que Silas deja que la imaginación del público de la taberna les lleve a situaciones que no existieron, o a rectificar habladurías que realmente nunca llegaron a ocurrir. Esto significa que muchas veces realizaremos esas acciones para después rebobinar cual cinta VHS después, y vivir así lo que realmente ocurrió con la perspectiva anterior aún en mente. Todo esto hace del argumento algo entretenido, divertido y sobre todo resultón. Call of Juarez: Gunslinguer no pretende realizar una historia rica, variada, original y conmovedora como lo fuera la de Red Dead Redemption, por poner un ejemplo. No es su objetivo, y con las herramientas argumentales descritas y la ambientación lograda, consigue alcanzar un objetivo no demasiado ambicioso, pero correcto para la jugabilidad propuesta.

Techland, la desarrolladora autora de obras como Dead Island, Dead Island: Riptide y anteriores Call of Juarez, se apoya en esta ocasión en el uso del cel shading para trasladar toda la ambientación del lejano Oeste a esta obra. El resultado es correcto para un juego descargable, aunque, por hacer una similitud con juegos del mismo género, queda bastante lejos de la calidad de obras como las de la saga Borderlands. Esto queda patente al ver a ciertos personajes de cerca (sobre todo en los duelos, de los que hablaremos más adelante), o algunas animaciones algo simples que restan solidez a una propuesta técnica muy dada a mostrar debilidades cuando todos sus elementos no rinden a un nivel elevado.

Sin embargo, repetimos, no encontraremos fallos técnicos que den al traste con la experiencia, pues el funcionamiento es fluido en todo momento, los enemigos detectables en cualquier situación y el decorado totalmente adaptado a todo lo que exige el contexto temático. Mención especial reciben ciertas escenas bullet time derivadas de alguna que otra particularidad jugable, en las que todo lo que vemos ocurre a cámara lenta y el tono de la pantalla cambia para destacar a los enemigos y exponerlos más a nuestro derroche contínuo de balas.
[break=Por un puñado de balas]

Sin embargo, si por algo destaca Call of Juarez y puede hacer atractiva su compra, es por una jugabilidad arcade totalmente dinámica que apuesta por la sencillez y la interacción directa como forma más rápida de diversión. De nuevo, Techland no hace grandes alardes en términos jugables al intentar abarcar más de lo que necesita, incidiendo de manera adecuada en los objetivos planteados a la hora de elaborar el juego. Esto acaba resultado en un juego que va poco más allá de recorrer una serie de escenarios derribando enemigos que nos asaltan, con pocas opciones más que se nos planteen durante todo este modo historia.

De todas formas, esta finalidad sencilla se acaba alcanzando de forma notable. Todos los elementos necesarios para hacer de esta interacción algo adictivo se presentan, pues no habrá un momento de descanso para nosotros en cada uno de los niveles que componen la campaña principal. Tendremos una gran cantidad de armas disponibles, como pistolas, revólveres, escopetas o fusiles, que además contarán con diversos tipos dentro de sus categorías. También podremos lanzar dinamita a nuestros enemigos, así como usar el entorno en nuestro beneficio haciendo explotar bidones de pólvora que acabarán de un plumazo con todo bandido que ande cerca de la explosión.

Pero además, contaremos con ciertas habilidades que nos sacarán de algún que otro apuro en más de una ocasión. Mientras enlazamos muertes en cadena y somos rápidos apuntando, habrá un medidor arriba a la izquierda que se irá rellenando poco a poco, y que al alcanzar su máximo nos permitirá usar una especie de tiempo bala durante un breve espacio de tiempo. En esos segundos seremos capaces de disparar a los enemigos con la ventaja que nos otorgará ralentizar el tiempo, pero también la marca roja que en ellos surgirá para diferenciarlos aún más del mapeado. Junto a este valor y esta habilidad, a la derecha un medidor de suerte que nos permitirá esquivar balas peligrosas en momentos determinados, muy al estilo Matrix, sin duda, pero que da otro añadido más a las variantes jugables que exhibe el juego.

Entre otras cosas, estas habilidades son importantes por un motivo, y es que el daño que recibamos será mucho más importante en comparación a otros juegos de disparos en primera persona. Si nos exponemos demasiado seguramente acabemos muertos muy rápidamente, por lo que usar las coberturas se antoja indispensable para sobrevivir y avanzar estratégicamente por cada localización. Los disparos que nos alcancen se quedarán reflejados como pequeños agujeros de bala en un papel que vendría ser la interfaz de juego, y que nos indicarán visualmente lo cerca que estamos de morir.

Pero además de las coberturas y esas dos particularidades jugables, tendremos más formas de mejorar nuestro avance por la aventura. Contaremos con una especie de sistema de experiencia que nos hará conseguir puntos después de haber conseguido realizar combos y cadenas de muertes. Estos puntos de experiencia podrán ser empleados en mejorar diferentes facetas de Silas Greaves, enfocando cada una de ellas al estilo de juego que más se adapte a nosotros. Por un lado, podremos incrementar nuestras habilidades a larga distancia si gastamos los puntos en el apartado denominado Ranger; con Trampero seremos más duchos en el combate a corta distancia; mientras que con Pistolero lograremos un control mayor cuando esgrimamos dos armas a la vez.

Más allá de estas particularidades relacionadas con la forma de jugar, nos encontraremos en el juego un desarrollo totalmente lineal, rozando en ocasiones un estilo “sobre raíles” que da poca libertad en la aventura. Si bien es cierto que contaremos con pequeños elementos coleccionables como las pepitas de la verdad que revelarán pasajes históricos relacionados con todo aquello que nos encontremos durante el juego, la escasez de zonas amplias y complejas donde indagar hará de este hecho una mera anécdota. La sensación será la de un río cuyo cauce arrastra e induce todo lo que en el cae en un mismo sentido. No es necesariamente malo, pues en esta ocasión conseguimos como resultado una acción y dinamismo total, pero las limitaciones son evidentes y la profundidad ciertamente escasa en todo momento.

Para compensar este hecho tendremos dos opciones. Por un lado, nos encontraremos ante un modo arcade basado en los escenarios que vamos cumpliendo durante la historia. Este modo propone ir mejorando la puntuación encadenando muertes con poco tiempo entre ellas, realizando cadenas enormes que aumentan considerablemente la puntuación final. Llegar vivos completando el circuito será decisivo para que compute la cifra obtenida y pueda ser comparada con el resto de contactos que tengamos en PSN. Además, por otro lado, tendremos la posibilidad de realizar duelos contra 15 rivales consecutivos, con sólo cinco vidas representadas en cinco cartas que iremos gastando cuando muramos en cualquier enfrentamiento.

Esta modalidad de combate es uno de los elementos que más variedad aporta al juego en el modo historia también pues, junto a la narración que de vez en cuando emite aquel efecto de rebobinado, se da alternativas al ritmo y desarrollo lineal en el que está enfrascado el juego. Además, existen ciertas particularidades en estas fases que hacen atractivas las secuencias, teniendo sus pequeñas claves de manejo que van variando dependiendo del forajido al que nos vayamos a enfrentar.

Call of Juarez: Gunslinguer es un título con pocas pretensiones que logra cumplir con nota en todos los frentes en los que desea actuar. Las limitaciones inherentes a la propia propuesta son asumidas y trabajadas para acabar consiguiendo un resultado compacto y notable en líneas generales. La acción trepidante es lo que impera en todo momento, y quién se adentre en este juego buscando justamente eso quedará satisfecho con lo que el juego llega a ofrecer. Además, los modos de juego alternativos complementan el eje principal que es el modo historia, y da algo más de consistencia a los elementos disponible en este juego descargable.

La forma de narrar la historia será una de las cosas que destaquen, más allá de la jugabilidad anteriormente descrita. Todo lo que rodea el argumento del título estará cuidado, consiguiendo una ambientación que contextualiza adecuadamente dicha aventura. Tal vez la propuesta gráfica no sea la mejor, pero logra darle un aire particular a todo el acabado, y tampoco genera demasiados problemas que interfieran con la interacción del juego. En líneas generales, esta nueva entrega de la saga cumple su cometido, y se establece como una opción a tener en cuenta dentro del catálogo de juegos descargables.

70
Jugabilidad: 8
Gráficos: 6.5
Sonido: 6.5
Satisfacción: 7

Análisis

Call of Juarez: Gunslinguer es una propuesta llena de acción que tiene por objetivo divertir al usuario desde el primer momento. A pesar de ello, la exploración será escasa, al igual que la profundidad de interacción con todo el entorno. Pero por encima de todo destacará la narrativa, que logrará enganchar al jugador para que esté pendiente de la curiosa historia del pistolero Silas Greaves.