Análisis Injustice: Gods Among Us

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Todo el poder y carisma de los personajes del Universo DC en un título que sorprende y satisface a partes iguales.
Por Manuel Gimeno 26 abril, 2013

Como parte de un legado cultural que se remonta muchos años atrás en el tiempo, la editorial DC Comics ha supuesto siempre una de las máximas referencias para todos los fans de este tipo de lectura. Sobre todo, durante la primera mitad del siglo XX, la proliferación de historias que nacían bajo la enseña de esta compañía llegaron a generar todo un fenómeno que tal vez sólo fuera comparable al que Marvel promovía en paralelo al mismo tiempo. Y es que el motor de ambas empresas se ponía en marcha gracias a unos superhéroes que lograban contar una historia particular con ciertos puntos en común, pero que en definitiva sabían despertar un interés en el público realmente alto, hasta el punto de crear un fanatismo tan diferente como lo eran todos estos protagonistas entre sí.

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Todas estas obras contaban pues con un elenco de héroes y antagonistas que se prestaban a ser reflejados en otros planos diferentes al del propio cómic. Sobre todo el cine fue foco de explotación de todo este fenómeno, destacando por encima del resto las películas relativas a Batman y Superman. Dos héroes de renombre que han logrado alcanzar una dimensión superior en la penetración cultural de cada sociedad, ya que su difusión fue masiva en todos los aspectos.

Sin embargo, con el auge de los videojuegos y la estrecha relación que éstos mantienen con figuras de poderes sobrenaturales, dichos personajes se colocaban como sujetos ideales para poder ser representados de mil maneras diferentes. Las aventuras que experimentaban daban para poder realizar montones de juegos de diferentes historias, pero también el carácter combativo de todos ellos los colocaba en un plano ideal para que el género de lucha los reuniera y tratara de enfrentarlos con un resultado extremadamente espectacular.

Y eso es lo que se ha conseguido realizar en esta ocasión. De la mano de estudio Netherrealm capitaneado por el famoso Ed Boon, nos encontramos ante un título que trata de concentrar toda la esencia de DC Universe en un juego de lucha de corte bidimensional, intentando llegar a ofrecer unas cotas de calidad que vayan acordes a toda la fama que los héroes y villanos que encontraremos ya poseen. Una oportunidad ideal para controlar a una gran cantidad de estos personajes en base a un determinado concepto, teniendo además un argumento interesante que contextualiza adecuadamente la introducción que muchas veces supone el modo historia.
[Break=Argumento]

Pese a que un juego de estas características acaba triunfando por su eficiencia posterior en los combates presenciales o en línea contra otros usuarios, lo cierto es que es bastante importante que todos los escenarios que veremos posteriormente y los personajes que controlaremos estén correctamente contextualizados. Evidentemente, es la excusa principal para dar sentido a una reunión de superhéroes tan peculiar y a unos encuentros tan extraños, pero si además esta razón atrae, se ganan muchos enteros al observar el resultado final de la obra.

Es lo que ocurre en esta ocasión. Los personajes de DC Comics -extraídos enteramente de DC Universe– se encontrarán en una situación de emergencia extrema al ser llevados de manera inesperada a una dimensión paralela en la que las cosas andan un tanto cambiadas. Ya de por sí el traspaso de estos protagonistas al universo paralelo se produce en un momento crítico, pues a través de una secuencia presenciamos la intención del Joker de destruir toda Metrópolis de un plumazo, mientras los demás superhéroes trataban de impedirlo a toda costa.

Antes de que esto ocurra, antes de que supiéramos el desenlace final de ese conflicto, tanto héroes como villanos que estaban formando parte de dicha pelea se ven arrastrados a un mundo alternativo en el que ciertas cosas han cambiado, pero muchas otras se mantienen inalteradas. La existencia de todos ellos, por ejemplo, sigue vigente. Incluso la fama que les precede. Sin embargo, los papeles experimentarán cierto cambio que viene motivado por un drama que consiguió trastocar todo el orden anteriormente conocido.

El propio Batman, el único héroe incorrupto que queda por aquellos lares, será el precursor de este salto entre universos. El motivo resulta sorprendente cuanto menos, y es que en su propia realidad Superman fue engañado de manera cruel y despiadada por el Joker, induciéndolo a una especie de locura transitoria que provocó que asesinara con sus propias manos tanto a Lois como a su hijo nonato. Un terrible acontecimiento del que Superman despierta con sed de venganza y que le lleva a matar al Joker, dando comienzo así un reinado dictatorial del Hombre de Acero que no permitirá otra justicia que no sea la muerte para todos aquellos que realicen el mal e intenten oponerse a sus planes de control absoluto.

De esta manera empieza una lucha clandestina entre aquellos que siguen creyendo en la justicia para frenar los planes de los que deseen evadir la ley, y los que optan por el camino fácil para llegar al mismo fin; sin ningún tipo de barrera moral que frene unas intenciones que ciertamente no difieren demasiado con las de los enemigos que estaban dispuestos a combatir. Esto provoca situaciones de lo más curiosas, pudiendo ver luchas entre los héroes de un mundo y del otro que ahora defienden una ideología totalmente distinta a lo que les hizo destacar en una ocasión anterior.

Esta serie de situaciones, de cambios de rol y de luchas sorprendentes, nos propondrán una aventura que puede alcanzar hasta las cuatro horas de duración dependiendo de lo duchos que seamos con el control de los personajes que vayamos controlando. Eso en parte tiene que ver con el desarrollo dinámico de las escenas que introducen cada batalla o cada conflicto, que pese a ser concisas y no demasiado extensas desarrollan adecuadamente los hechos que motivan todo el argumento del modo historia.

Es tal vez el caso contrario a lo que pudimos ver en Naruto Shippuden: Ultimante Ninja Storm 3, aunque más bien lo correcto sería decir que es un ejemplo ideal de lo que unas determinadas escenas en un juego de lucha deben llegar a transmitir. Algo mucho más elaborado y espectacular podría haber llevado al traste una emoción y una acción que acuden rápidamente sin demasiados momentos de interrupción, conformando un equilibrio bastante correcto entre todos los elementos que forman este modo de juego.

Además, y como pequeño añadido interesante al desarrollo de la aventura realizado ya casi en plena batalla, contaremos con una serie de minijuegos muy básicos que podremos ejecutar de acuerdo también a determinados actos que se produzcan en cada momento. No en todas las batallas contaremos con esta particularidad jugable, pero cuando aparezcan darán cierta variedad al normal funcionamiento de ciertos elementos que pudieran llegar a resultar repetitivos en esta serie de juegos.

En definitiva, un modo de juego correctamente realizado y que suscita interés por el planteamiento que expone, pero que como hemos dicho anteriormente sirve principalmente para introducir todas las opciones que posteriormente podremos aprovechar en otros modos, y que realmente sí suponen la parte más importante que se extrae en todo juego de lucha que se tercie.
[Break=Jugabilidad]

Cierto temor había entre los amantes de un género tan específico como lo es el de los juegos de lucha a que Injustice: Gods Among Us fuera un título demasiado parecido en control y jugabilidad a lo que fueron las anteriores entregas de Mortal Kombat. Esto se basaba sobre todo en ver quién estaba detrás de esta entrega, pues no hubiera sido nada descabellado que hubiera acabado siendo así. Sin embargo, con Injustice: Gods Among Us nos encontramos un título con personalidad propia que logra recrear un entramado de lucha divertido, adictivo y -a excepción de ciertos aspectos relativos a unos pocos personajes- bastante equilibrado.

La plantilla de protagonistas con la que contaremos tendrá una amplitud bastante destacada, pues a nuestra disposición estarán un total de hasta 24 personajes controlables entre los que figuran auténticos símbolos de DC Comics como Batman, Aquaman, Flash, Catwoman, Linterna Verde, Superman o el propio Joker. Pero lo que más destaca de todo esto es el hecho de que cada uno de ellos contará con un repertorio de movimientos específico, convirtiendo la exhibición de fuerza de cada personaje en algo totalmente diferente a lo visto en cualquier otro.

Esto se acaba traduciendo en una profundidad jugable que sobrepasa de alguna manera las herramientas habituales que se otorgan al comienzo de cada uno de estos juegos. Destacarlo tal vez no sea del todo sorprendente, pues muchos otros títulos de calidad contrastada ahondan mucho en la variedad de personajes como núcleo principal de movimientos, esparciendo desde aquí el manejo al basarlo en la concepción única que posea cada actor elegido. La recompensa acaba siendo variedad y frescura, pero también la satisfacción de acabar controlando todas las particularidades que guardan todos estos héroes y villanos. El único problema reside concretamente en la existencia de alguna que otra desigualdad que sobre todo se personaliza en Superman. Algo lógico si conocemos la referencia de este héroe, pero que choca de lleno con los cánones de equilibrio que deben exhibir este tipo de juegos.

Entre las herramientas básicas iniciales podemos encontrar varios golpes básicos de potencia baja, media y fuerte, asociados al cuadrado, el triángulo y la equis respectivamente. A partir de aquí, y como es habitual, se desencadenan un conjunto de combos que nacen de la suma principal de los movimientos de la cruceta. Es el caso de los golpes direccionales, cuya ejecución se produce justamente al acompañar cada tipo de acometida con una dirección concreta, ampliando a un segundo nivel el conjunto de movimientos de corte básico. En el mismo marco se encuentran los aéreos, importantísimos siempre para incapacitar momentáneamente al rival por el bloqueo que supone la inestabilidad de estar suspendido en el aire.

En relación a la particularidad de lucha de cada personaje estarán los golpes especiales, que suponen el eje principal de esa diferencia que remarcábamos antes. La combinación suele ser bastante intuitiva y muchas veces será compartida entre los combatientes. Pero en cambio no lo será el efecto en sí, pues lo importante justamente es saber el alcance del golpe y cuál es el momento ideal de uso. No es algo que se puede averiguar al apretar pausa y mirar el listado de movimientos, precisamente. Con lo que la experiencia será un grado importante, como suele ocurrir siempre en los juegos de lucha bidimensional.

Estos movimientos aumentan una barra de energía particular que además puede ser consumida para lograr ciertos efectos. Por un lado, si la barra está lo suficientemente llena, ejecutamos un movimiento especial y además apretamos R2, lograremos hacer un daño más elevado en esa ocasión. Pero sobre todo, al llenarse la barra por completo podremos realizar un supermovimiento característico en cada personaje que tendrá un poder realmente elevado, con lo que puede suponer un cambio drástico en la balanza de la pelea si en ese momento las cosas andan un tanto igualadas.

Lo mismo ocurre con los enfrentamientos. Situaciones determinadas en las cuales los dos personajes apuestan una cantidad concreta de la barra de energía para plantar cara al rival. El desenlace varía dependiendo de quién inicia el enfrentamiento y de quién gana o pierde, pues podremos pasar de hacer perder vida al rival a ganarlo nosotros, o viceversa. Por último quedarían los poderes especiales, habilidades también únicas de cada avatar y que giran alrededor del botón círculo, dando aún una particularidad más elevada al descubrimiento de cada personaje.

Añadiendo poco a poco más complejidad al repertorio de golpes, pero sin alejarnos mucho de ese tipo básico que comentábamos al principio, podremos llevar a cabo dos transiciones de nivel en cada mapa. Esto significa que, una vez tengamos a un rival arrinconado en la esquina correcta de cada escenario, podremos ejecutar un golpe que los traslade a otro plano alternativo cercano al lugar anterior, con la correspondiente pérdida de vida. Este hecho pretende ofrecer un espectro algo más amplio de variedad en cada pelea, pues cambiar de localización de una manera inesperada cambia también la concepción y la estrategia que se tiene del enfrentamiento en cada momento.

Esto podría sumarse al efecto de destrucción que sufren las localizaciones con cada golpe fuerte que se realice, pero también como elementos interactivos de los que se puede echar mano en determinado momento para cambiar las tornas de manera sorpresiva. Habrá ciertos elementos en el escenario que podrán usarse en contra del rival, o incluso ciertos golpes que entrarán en interacción con el lugar si nos encontramos en la posición adecuada. Esto nos obliga a tener un ojo puesto en los movimientos del adversario y otro en nuestra posición, pues podremos tanto ejecutar estos golpes especiales como también recibirlos si nos encontramos en el lugar equivocado.

Más allá de esto, nos encontramos con una serie de modalidades de juego que contienen la suficiente variedad como para dar más empaque a todo el repertorio jugable de Injustice: Gods Among Us. Por un lado encontramos las modalidades principales referidas al multijugador, como son versus[/] y el combate en línea. Este último siempre supone un punto crítico en cada propuesta, pues la conexión debe ser siempre lo suficientemente fluida como para no dar al traste con toda una experiencia global de juego. Con varios días ya en el mercado y con un buen número de partidas acumuladas en nuestro “haber”, podemos decir que en general el funcionamiento es óptimo y no aqueja de demasiados defectos de conexión que frustren la experiencia del jugador.

Salvando un punto bastante importante, lo demás se dispone como complemento interesante que acompaña a una campaña que no da lugar a la rejugabilidad. Encontramos así pues el modo laboratorio STAR, que propone una serie de retos de los más curiosos al jugador dependiendo de la opción que se plantee en cada batalla, haciendo del combate algo realmente único. Conforme vayamos completando estas pruebas con sus correspondientes estrellas iremos desbloqueando otras, suponiendo en ocasiones pruebas realmente difíciles que pondrán en jaque la capacidad aprendida hasta ese momento.

El otro modo interesante corresponde al de batalla, que contiene el punto de vista de cada personaje y su desenlace en todo el universo que establece el juego. Esta opción tendrá una gran cantidad de variantes que nos obligarán a luchar en condiciones determinadas y relativas a los actores que se seleccionen en cada momento, o a las condiciones que se tornen reglas iniciales antes de adentrarnos en cada una de sus propuestas.
[Break=Gráficos y sonido]

Más allá de los aspectos técnicos que hacen de Injustice: Gods Among Us un juego que destila particularidad con respecto a títulos de temática similar, el simple hecho de estar asistiendo a una continua exhibición de todos aquellos héroes y villanos con los que tantas horas pasamos leyendo sus aventuras, se convierte en motivo de peso que hace aumentar la atracción hacia todo el entramado jugable.

Estos personajes contarán con una representación fiel pero con cierto margen a la personalidad que insufla Netherrealm. El imponente aspecto que lucirán héroes o villanos irá en consonancia con todo el carácter que han desprendido siempre, añadiendo además algunas características que darán un aspecto mucho más actual y llamativo a la vista. En general, técnicamente los modelados serán correctos, a excepción de pequeños detalles en los que observaremos algún que otro error gráfico reflejado en la vestimenta de estos seres.

Todo esto que vendría a corresponder al apartado artístico, se ve acompañado de unas animaciones cuidadas y muy fluidas que favorecen una visualización acertada de todo intercambio de golpes que se desencadene en cada ocasión. Los diferentes ataques especiales que hemos comentado anteriormente contarán con sus propias secuencias particulares, suponiendo un espectáculo a la vista y uno de los principales reclamos cuando abordamos cada contienda.

Además, en este apartado artístico cabe señalar la excelencia de unos escenarios totalmente ricos en múltiples detalles, que cuentan con una alta variedad y una acertada representación de lugares emblemáticos donde todos estos personajes han vivido momentos reseñables en toda su hoja de servicios. Especialmente cabe destacar el carácter destruible de los mismos, pues con cada acometida en los combates veremos que poco a poco todos esos elementos que engalanaban el sitio se van desprendiendo de forma alarmante. Eso sin contar el uso de este mobiliario para atacar al rival, que también contará con su propio efecto en este aspecto.

Comentario aparte merece además la banda sonora de tintes épicos que acompañará cada situación. Siempre reside cierta importancia sobre este componente en los juegos de lucha, ya que en muchas ocasiones supone la única señal acústica que llega a nuestros oídos, más allá de los gritos y alaridos de cada personaje cuando realiza o sufre el impacto de un golpe. En Injustice: Gods Among Us esta música se establece como pilar básico de la percepción total de cada lucha, con lo que no pasará desapercibida en ningún momento.

Por último añadir que las voces no vienen dobladas al castellano, un hecho que a veces supone una buena noticia dada la destacada calidad de las originales, pero que en esta ocasión no sucede así. Los diálogos suenan a veces demasiado fríos y con una entonación totalmente lineal que no enfatiza los rasgos de algún que otro héroe o villano. No ocurre en todos los casos, pero en los que sí pasa se notará ampliamente. Además, algunas frases o coletillas que se expresan durante las peleas no serán subtituladas, pese al buen trabajo que en este aspecto se ha llevado a cabo en el modo historia.
[Break=Conclusiones]

Injustice: Gods Among Us supone uno de los juegos de lucha más interesantes de lo que queda de generación, pero sobre todo una grata sorpresa que aparece en medio de una serie de juegos del mismo género que se habían adueñado de un escenario rico en la cultura popular de los aficionados a las peleas bidimensionales. Todo esto además viene aliñado por el poderío que exhiben los personajes del Universo DC, que no son la excusa para la creación de este juego, sino más bien invitados de excepción a una diversión continuada y con pocas objeciones que poner al respecto.

Lo que sobre todo logran conseguir es un modo historia con tintes peliculeros, pero sin el agobio que supone abusar de escenas que lastren la diversión por la falta de continuidad. La medición de esas interrupciones es totalmente perfecta en todo momento, y la impresión final acaba siendo la de una aventura que cumple su finalidad, pero de la que también se logra disfrutar con las pequeñas escenas que se van sucediendo para introducir cada pelea.

Y es que el valor principal de este título reside en haber conseguido realizar un acabado jugable que responde a la mayor parte de las exigencias que acosan a cada uno de los juegos de este estilo. La profundidad del plantel de personajes se descubre con la acumulación de experiencia continuada y con el paso de interminables horas mordiendo el polvo en la faceta online, previo paso por los modos de juego que ofrece el juego para aprender lo básico como para no ir a ciegas cuando demos el salto a ese reto máximo. Justo esa es la esencia de los juegos de lucha, y que con la multitud de opciones que posee este juego y la variedad elevada que atesora, logra alcanzar sin demasiada dificultad.

Lo mejor

  • La presencia de los carismáticos personajes del Universo DC
  • Una jugabilidad adictiva y bien implementada.
  • Profundidad de juego asociada a la variedad de cada héroe o villano.
  • Opciones de juego suficientes para no caer en el cansancio por repetición.

Lo peor

  • Algunas defectos gráficos en el acabado de ciertos modelados.
  • Desequilibrios papables en el poder de algún que otro personaje.

86
Jugabilidad: 9.25
Gráficos: 8
Sonido: 8.5
Satisfacción: 9

Análisis

Injustice: Gods Among Us se convierte en uno de los juegos de lucha más recomendables en los últimos compases de esta generación. La ambientación de todo el Universo DC sobre una base jugable fluida y adictiva acaba conformando un acabado que roza el sobresaliente. Sólo ciertos errores gráficos y algunos pequeños desequilibrios en el rendimiento de los personajes lastran una propuesta impresicindible para todos los amantes de este género.