Análisis La Tiranía del Rey Washington: La Traición

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Observamos a vista de pájaro los estragos que sobre Boston sigue desencadenando una tiranía inesperada.
Por Manuel Gimeno 20 marzo, 2013

Después de haber abierto los ojos hacia una reinterpretación de la realidad cuya veracidad sigue estando en duda, Ratonhnhaké:ton se dispone a seguir la senda en su camino de justicia que vuelva a colocar las cosas en su sitio. En su mente continua el recuerdo de las aventuras vividas en Assassin’s Creed III, pero la aplastante evidencia de estar presenciando una situación radicalmente distinta le obliga a tomar las riendas de un conflicto que hace tambalear los cimientos de todo aquello por lo que una vez luchó.

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Venimos de La Tiranía, una primera parte de esta aventura dividida en tres contenidos de descarga que narra la historia de George Washington como caudillo en la nueva realidad política y social que disfruta Norteamérica. Después de haber luchado agriamente en una revolución colonial por la libertad que negaba el Reino Unido, el otrora padre de los Estados Unidos aparece como déspota y tirano que pretende imponer su voluntad por encima de este panorama que tanto había costado lograr. Tras de sí, la sospecha de que un objeto de inusitado poder –muy conocido por los seguidores de la saga– había caído en sus manos, otorgándole una corrupción sorpresiva que no casaba con su anterior forma de actuar.

Estos eran los precedentes, y así se introdujo una historia que nacería en plena Frontera, con Connor desatando su naturalidad más indígena en lo que podríamos llamar perfil Ratonhnhaké:ton. Un primer encuentro nada afortunado con George Washington le obligaría a echar mano de los poderes más ocultos y peligrosos que promulgaba la matriarca de la aldea en esta nueva realidad. Un brebaje que generaba el Gran Sauce y que era capaz de otorgar habilidades increíbles que nacían directamente de la naturaleza animal que gobernaba los bosques de aquel lugar.

De esta manera Ratonhnhaké:ton conseguía el poder del lobo, un especie de arma espiritual que nos permitía llevar a otra dimensión algunas de las señas de identidad de Assassin’s Creed como son el sigilo y la ocultación. El manto del lobo permitía pasar desapercibo por delante de los enemigos sin que hubiera posibilidad de que nos detectaran –a excepción del agudo olfato canino–, mientras que podríamos convocar a toda una manada de lobos para que nos ayudaran a derrotar a los numerosos enemigos que osaran hacernos frente.

El poder del águila

En esta segunda parte continuaremos directamente después del final de la primera, justo con el acontecimiento que se deriva del último hecho acaecido y que nos retiene en una prisión a merced de los hombre del Rey Washignton. El manto del lobo nos ayudará a escapar y nos empujará al descubrimiento del segundo poder que encabeza la novedad más importante de La Traición. El poder del águila surge dentro de nosotros después de beber algo más de líquido del Gran Sauce para descubrirnos una habilidad que cambiará otras de las bases de la saga: las plataformas y el parkour.

De la misma manera que pasaba con el descubrimiento del primer poder, un trance momentáneo nos aboca a un tutorial similar a los vistos en el Animus, y que nos acompaña a descubrir las peculiaridades de esta nueva habilidad. En esta ocasión el poder del águila permitirá que nos desplacemos de tejado en tejado con la rapidez y facilidad con la que lo haría cualquier ave, penalizando de nuevo su uso al enlazarse a una barra de vida que menguará si abusamos demasiado de él.

Es una nueva manera de entender el juego dentro de la propuesta radicalmente distinta que ofrece en general La Tiranía del Rey Washington. Primero el sigilo iba ligado a una invisibilidad total, cuya dificultad radicaba en la pérdida de vida. En esta ocasión, los momentos de plataformas pasan a un segundo plano dada la facilidad que supone apretar un simple botón y trasladarnos con suma rapidez a la cornisa de enfrente sin miedo a precipitarnos al vacío. Además, esta vez el uso no se restringe de una manera tan radical, pues la rapidez de movimiento de Ratonhnhaké:ton en su forma de águila será tal que no dará tiempo a que la barra de vida baje considerablemente, con lo que podremos encadenar este tipo de saltos sin un fin demasiado cercano.

Por otro lado, también tendremos una parte ofensiva en esta habilidad que facilitará bastante las cosas cuando queramos matar a un enemigo de manera rápida y sencilla. Podremos precipitarnos hacia un grupo de adversarios para dar muerte hasta a dos de ellos, apareciendo e incrustándoles las cuchillas en pleno gaznate. De la misma forma incluso podremos combinar ambas habilidades, llegando por el aire hacia los rivales y seguidamente desatando el poder del lobo. Todo de una manera bastante intuitiva y fácil de realizar, conformando una armonía en las habilidades ideal para asumir este cambio en la forma de jugar.
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Paseando por Boston a vista de águila

Uno de los hechos que destacan en la conformación de estas expansiones es la importancia que reside en el protagonismo de cierta zona para cada una de las partes. En La Traición andaremos en pleno Boston para continuar con una aventura en la que mucho tendrá que ver otro de los padres fundadores de la patria americana como lo es el propio Benjamin Franklin. Una trama adyacente en la que no entraremos en detalles para no desvelar partes importantes de la historia, pero que en total nos volverá a llevar hasta las casi tres horas de juego, volviendo a tener también multitud de misiones secundarias que pueden alargar de manera considerable el disfrute del contenido de descarga.

Hablamos de Boston como protagonista escenográfico de esta parte, y es que su elección no está hecha al azar, pues no había otra manera mejor para dar forma a ese recorrido aéreo que iremos realizando de la mano del poder del águila. La arquitectura que ofrecen los edificios, casas y campanarios se prestan a una rapidez de vuelo que tiene mucho que ver con la fluidez con la que se ha dotado a este sistema. La mayor virtud reside justamente en su usabilidad, habiendo conseguido que Ratonhnhaké:ton responda de manera adecuada a asaltar los lugares que le vayamos indicando de manera precisa.

Sólo como contrapunto el dato que comentábamos en la descripción del poder, y es lo fácil que resulta abusar de esta habilidad sin ninguna penalización. Podría decirse que la cercanía de vuelo de cornisa en cornisa hace que sea imposible que nuestro héroe muera en una sucesión abusiva de saltos, pero realmente el fallo reside en no aumentar la pérdida de vida cada vez que empleemos esta habilidad. Algo mucho más equilibrado hubiera dado más riqueza de variedad a las situaciones, generando una alternancia de recursos muy interesante para compaginar tanto las opciones antiguas pertenecientes al título principal, como las nuevas que se nos exponen.

Ambientación soberbia, contexto peculiar

Siendo un juego aclamado por su excelente representación de los sucesos acontecidos durante el siglo XVIII, el nuevo capítulo planteaba un reto contextual todavía mayor, pues hacer convincente un capítulo que nunca existió siempre supone una dificultad añadida a toda representación. Este asunto fue uno de los que le planteamos a Marc Alexis Côté en la entrevista que realizamos en el pasado mes de febrero, y que como explicó tiene una importancia significativa en la localización de esta historia.

Y así lo comprobamos. Boston se encuentra sumergida en un nuevo conflicto sin apenas dar tregua al que había terminado hacía relativamente poco tiempo. La imposición dictatorial de un rey con autonomía suficiente como para hacer lo que le plazca, aboca a la sociedad a una opresión que se hace palpable en cada calle de la ciudad. Justo esto es lo que reflejarán las misiones que vayamos completando, o aquellos sucesos que salgan a nuestro paso mientras sobrevolamos la ciudad

En definitiva, una armonía en el apartado artístico y en la manera de jugar que completan esta segunda parte denominada La Traición. Una oportunidad para observar de manera total el alcance de la alternativa histórica planteada, y que con la suma de los dos poderes de los que dispondremos seremos capaces de disfrutar de una serie de herramientas de interacción que verán su máxima expresión en la tercera y última expansión, La Redención.

78
Jugabilidad: 7.5
Gráficos: 8.25
Sonido: 8.25
Satisfacción: 7.5

Análisis

La Traición sigue los pasos de la primera entrega del contenido de descarga de La Tiranía del Rey Washington, ofreciendo una nueva habilidad que cambia la forma de entender el parkour en Assassin's Creed III. Una manera de jugar diferente, interesante y atractiva, pero que, en comparación con la primera parte, puede ponernos las cosas demasiado fáciles, atenuándose así el reto que esta aventura nos presenta.