Analisis The Elder Scrolls V: Skyrim – Hearthfire

73
Erígete como perfeccionista en esta expansión llena de detalles.
Por Alejandro Castro 14 marzo, 2013

Uno de los grandes atractivos siempre que Bethesda ha lanzado una nueva entrega de la serie Elder Scrolls o Fallout, es el hecho de que al ya de por sí juego prácticamente inacabable, se le terminan añadiendo expansiones con las que complementar nuestras aventuras por estos mundos llenos de cosas por hacer e historias por descubrir. En esta ocasión vamos a analizar las 3 expansiones que ha lanzado Bethesda para The Elder Scrolls V: Skyrim, comenzando, quizá, por la menos importante a priori.

Hearthfire es el segundo contenido lanzado por Bethesda para el videojuego, aunque en Playstation 3 no hemos podido disfrutar de él hasta prácticamente finales de febrero. En principio, las novedades que aporta esta expansión con respecto a las otras 2, Dragonborn y Dawnguard, son relativamente pequeñas, con falta además de contenido relacionado con un argumento. Así pues, ¿qué nos vamos a encontrar en Hearthfire? ¿Es todo tan insustancial como parece de cara a vivir nuestra historia en Skyrim?

Aquellos que hayan jugado las suficientes horas en Skyrim, sabrán ya que en el videojuego original se puede acabar poseyendo algunas casas en diferentes ciudades a lo largo de la provincia. Cada casa en particular cuenta con más o menos espacio para cubrir nuestras necesidades más básicas, como guardar los objetos que encontramos en nuestros viajes, o practicar Alquimia o Encantamiento con los diferentes accesorios que lo permiten. Muchos os preguntaréis entonces, ¿qué aporta Hearthfire que no podamos encontrar ya en nuestras casas?

Para empezar a entender la perspectiva de esta expansión, partimos del concepto de “conseguir un nuevo hogar”. Pero esta vez no es un hogar cualquiera, sino uno creado desde cero por nosotros mismos. Para comenzar, tenemos que comprar, como haríamos en la vida real, un terreno, una parcela donde empezar a construir nuestra futura mansión. Pero no todo podía ser a nuestro gusto, y es que sólo podemos adquirir una parcela entre 3 posibles localizaciones, cada una de ellas en un lugar prefijado de la provincia de Skyrim (ninguna se encuentra dentro de una ciudad). No es una elección única, sino que podemos adquirir las 3 parcelas si contamos con el suficiente dinero.

Es a partir de este momento cuando le vamos a dedicar un número más que aceptable de horas a esta expansión si queremos sacarle todo el jugo posible a la creación de nuestro hogar. Al llegar a nuestra parcela recién comprada podemos observar que hay una mesa de trabajo y herramientas de carpintería. Así pues, una vez puestos manos a la obra nos tenemos que ir familiarizando con los materiales de construcción, que nos encontraremos o tendremos que fabricar.

La estructura general de la casa se compone siempre de las mismas habitaciones en cada una de las 3 parcelas: La entrada a la casa, un hall principal, ala este, ala oeste, sótano, una torre, un patio y un terreno exterior. Con estos datos nos hacemos a la idea de que construir todo conlleva tiempo y dinero, todo ello con su justa recompensa. Ahora bien, una de las cosas que más se echan en falta es la variedad del estilo de construcción de cada una de las 3 casas que podemos construir. Porque excepto por un par de funciones especiales que tiene cada mansión en particular, por lo demás todo es exactamente lo mismo en las 3 ubicaciones.

Lo interesante de esta expansión, aparte del hecho de construir tú mismo la casa, es que cada habitación puede ser complementada con diferentes objetos del mundo de Elder Scrolls. Sin entrar en el detalle de cómo conseguirlas, podemos destacar entre ellas la posibilidad de adoptar hasta un par de niños, plantar ingredientes usables para alquimia, llenar tu propia sala de trofeos, organizarte una librería, un pequeño redil para vacas y gallinas… todo ello sumado a todas las cosas que ya podíamos hacer antes de la expansión y que por supuesto se encuentran también disponibles en la casa.

En general es una expansión bastante larga si queremos sacarle el jugo a todos los pequeños detalles de nuestro nuevo hogar. Una de las cosas que quizá nos hubiese gustado ver es la posibilidad de organizarte tú mismo el mobiliario en cada habitación, puesto que viene ya puesto de serie cuando lo fabricas. En cualquier caso, esto no son Los Sims, y para el poco tiempo que estamos en ella tampoco se echa demasiado de menos.


Lo mejor

  • La construcción desde cero de la casa añade muchas horas jugables a un buen precio.
  • Nuevas utilidades añadidas, como por ejemplo adoptar niños.

Lo peor

  • Se echa en falta un estilo arquitectónico distinto en cada una de las 3 ubicaciones.
  • No habría estado mal poder personalizar el mobiliario de cada habitación.

73
Jugabilidad: 7
Gráficos: 7.5
Sonido: 7.5
Satisfacción: 7.5

Análisis

Aquellos que disfruten de los detalles están de enhorabuena. Hearthfire nos proporciona todo lo necesario para construir nuestro hogar ideal, además de las utilidades necesarias para hacerlo aún más completo. Sin embargo, no esperéis ningún contenido jugable extra; si vuestra única intención es vivir aventuras por toda la provincia de Skyrim, este DLC no es para vosotros.