Análisis Need For Speed: Most Wanted

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Sé el más buscado por la ley y por tus amigos.
Por Alejandro Castro 15 noviembre, 2012

Introducción

Nadie pone en duda hoy en día que una de las sagas más conocidas, sino la que más, cuando nos referimos al género de conducción dentro de los videojuegos, es Need For Speed. Mucho ha llovido desde la primera entrega, allá por 1994. Por aquel entonces, la idea de los chicos de Electronic Arts fue bastante novedosa y, cómo no, exitosa. Carreras callejeras con coches de alta gama donde la diversión primaba por encima de todo.

Pero si algo tienen en común todas las ideas exitosas dentro del mundo de los videojuegos, es que hay que sacarles todo el jugo posible, cual gallina de los huevos de oro. Tras la primera entrega, y hasta el año en el que nos encontramos, se han lanzado nada menos que 19 entregas en 18 años. A través de hasta 8 equipos de desarrollo diferentes, se ha intentado, año tras año, buscar el punto, la esencia, que diese un soplo de aire fresco a la saga de EA.

Tras una primera toma de contacto con la saga, tanto el público como la crítica fueron aclamando esas novedades que iban apareciendo año tras año. Persecuciones policiales, personalización del coche, mejoras de tuning… sin embargo, tras la época dorada de la saga (1998-2005) se fueron sucediendo juegos que cada año vendían un poco menos que antes. Fuera por cansancio o por la dejadez de la desarrolladora, EA decidió emplear un ciclo bianual con 2 desarrolladoras a partir de 2009.

Es entonces, y tras varios éxitos y fracasos, cuando nos encontramos, una vez más, con un nuevo videojuego. Bajo el sobrenombre renovado de Most Wanted, los chicos de Criterion Games vuelven a ponerse manos a la obra para intentar desarrollar un juego que destaque por encima de todos los demás que hayamos podido ver en la actual generación de consolas. Tras una primera toma de contacto de la compañía con la saga en Hot Pursuit (2010), es momento de dar un segundo veredicto.

Es la hora de la velocidad.

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Jugabilidad

Si hay en lo que tiene experiencia Criterion Games es en la jugabilidad de sus títulos de conducción. Tras saltar a la fama con la saga Burnout, y tras el gran éxito de Burnout Paradise, han vuelto a demostrar que su fórmula es sinónimo de éxito y diversión. Pasamos a comentar los entresijos de Need For Speed: Most Wanted.

El argumento del videojuego ya lo hemos vivido anteriormente, y repite básicamente la fórmula de que llegamos a la gran ciudad siendo un don nadie, y debemos ascender en la lista de los pilotos más famosos y temidos, la lista Most Wanted. En esta ocasión, sin embargo, se ha prescindido del argumento en sí mismo, y desde el principio seremos libres para retar o ir dando vueltas por la ciudad. Ni siquiera hay escenas de vídeo, con lo que se pasa directamente a la conducción.

A la hora de movernos por la ciudad observamos varias cosas: los coches que podemos conducir se encuentran repartidos por toda la geografía de la urbe, con el motor y las luces encendidas, esperando a que nos montemos en ellos. Desde el mismo principio podemos acceder a cualquiera de estos coches si los encontramos, y posteriormente su lugar de aparición quedará grabado. Es una forma muy eficiente de animar al jugador a explorar cada recoveco, cada camino. El número de coches está bien y el repertorio es variado.

La gran ciudad donde se desarrolla Most Wanted es también origen de muchas tareas secundarias, que son las que dan mucha más vida útil al videojuego. Entre estas tareas secundarias están los radares, los carteles o puertas metálicas. Cada vez que pasamos por delante de un radar o cada vez que saltamos en un cartel (curioso el detalle de que todos los carteles son divisiones de Electronic Arts), nuestra velocidad o distancia de salto queda registrada en una tabla clasificatoria, donde también se encuentran nuestros amigos.

Esta es la base de Need For Speed Most Wanted: la diversión con amigos. Incluso en el modo offline te acabas “picando” por alcanzar una mayor velocidad en un radar o saltar mayor distancia que otro de tus contactos. Gracias a esto, el juego gana muchos enteros que únicamente con la lista de pilotos Most Wanted no se podría llenar.

La pieza fundamental con la que ascendemos en nuestro estatus social son los Speed Spoints. Estos puntos se consiguen haciendo prácticamente cualquier cosa: desde ganar una carrera, realizar un derrape, escapar de la policía, hasta derribar a un contrario. Con los puntos podemos retar a rivales más fuertes de la lista Most Wanted, hasta llegar a lo más alto.

La personalización de los coches siempre ha sido un tema importante, a tener en cuenta en Need For Speed. En esta ocasión únicamente existe la posibilidad de mejorar los aspectos técnicos del vehículo, dotándolo de más aceleración, velocidad, control… Todos los vehículos tienen las mismas mejoras que se desbloquean según ganemos carreras. Cada una de estas mejoras tiene su versión “pro”, que supone otro pequeño aliciente a la jugabilidad, pues para conseguirlas hay que realizar tareas secundarias, que por lo general son sencillas.

Como el propio nombre del videojuego indica, otra parte importante a la hora de conducir por las anchas calles de la ciudad es el cuerpo de policía de la misma. Las patrullas policiales no nos perseguirán a menos que en el momento de cruzarnos con ellas estemos haciendo algo fuera de lo común: conducir a una velocidad muy elevada o provocar un accidente, por ejemplo. Los esfuerzos del cuerpo por atraparnos se miden en una escala del 1 al 6, donde el 6 es el grado máximo de presión policial.

Para no extendernos ya demasiado, hay que decir que Criterion ha realizado un muy buen trabajo en general con el apartado jugable, que en muchos aspectos se asemeja a su hermano virtual, la saga Burnout. Los piques están asegurados.

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Online

Otra de las funciones destacables del videojuego es la inclusión de un monitor interactivo, llamado Autolog, que nos indica, siempre que estemos conectados, tareas o hitos realizables a partir de puntuaciones amigas para conseguir Speed Points. Esto, aunque se realiza dentro del modo Un Jugador, es parte de las opciones Online que vienen integradas en el propio juego.

Desde el menú podemos acceder directamente a una partida multijugador aleatoria, o por el contrario crear o unirnos a una partida con amigos. Sea cual sea la opción escogida, la dinámica del modo Online es la misma: una mezcla de pruebas y desafíos callejeros donde los piques y la adrenalina están asegurados.

A través de las propias listas de pruebas de Criterion o de una lista creada por el jugador, se consiguen Speed Points al contribuir juntos a la consecución de un desafio, intentar destacar por encima de los demás en un desafío cronometrado, o por el contrario ser el más rápido en una carrera estándar o por equipos. Con la variedad de pruebas creadas por la desarrolladora, el Modo Online puede durarnos mucho tiempo sin que nos aburra.

Tenemos además un nivel multijugador que va aparte del modo de Un Jugador. Según conseguimos Speed Points aumenta nuestro nivel, con lo que incluso jugando offline nos veremos posteriormente recompensados en el Online con más coches y nivel. Hay que destacar que la progresión de los vehículos en el modo multijugador va totalmente aparte del modo para un jugador, con lo que habrá que desbloquear desde cero las mejoras. En general la diversión está asegurada, más aún si jugamos con amigos.

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Gráficos

En los juegos de conducción, y más en aquellos donde el arcade es la seña de la saga, como en Need For Speed, la importancia de un apartado gráfico no es tan destacable como el apartado jugable, aun así, no podemos hacer el análisis sin poner los puntos sobre las íes también en lo concerniente a la parte más técnica.

Los coches son en lo que más nos fijamos a la hora de jugar. Son elementos que están todo el rato en pantalla y en los que se ha puesto más empeño. Los modelados por lo general están muy bien realizados, y los daños que sufren los coches cuando nos chocamos son bastante visibles y realistas (aunque nunca afectan al rendimiento del coche, solo al aspecto exterior). Otro punto a favor es que los coches son todos reales, con licencia. Marcas como Bugatti, Porsche, Maserati o Lamborghini están presentes.

Sin embargo, es en los modelados de la ciudad donde cojea el videojuego. Aunque son coches muy veloces y el mapeado es relativamente grande, hemos podido observar varias veces efectos de popping en pantalla. Zonas que tardan en cargar y crean vacíos durante una fracción de segundo, hasta que entramos en ellas. Visualmente es un poco desastre.

En algunos edificios o rocas de montaña si pegamos demasiado el coche a las paredes, podemos observar el vacío de las texturas. Es ese aspecto se podía haber mejorado. Pero como se suele decir, a poca gente le importan este tipo de cosas cuando pasamos a 300 km/h por las calles, y en general, la mayoría del mapeado se ha realizado con gran acierto.

Para finalizar, destacar un aspecto que nos ha llamado mucho la atención de forma positiva, y es el hecho de que al haber ciclos de día y noche, en las franjas del amanecer y atardecer, cuando conduces de cara, los rayos de sol impiden ver con claridad, lo que se asemeja bastante con la conducción real.

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Sonido

Variada como nunca. Y buenas elecciones en general. Así es la banda sonora de Need For Speed Most Wanted. Como siempre, EA Trax se convierte, con temas de grupos de música reales, en la cara más marchosa de la conducción. En una lista de reproducción con varios subgéneros musicales, seguro que encontrareis vuestro nuevo tema musical favorito. No obstante, tampoco es una banda sonora demasiado larga, y en cuanto jugamos varias horas ya nos habremos familiarizado con todos los temas musicales.

Otro de los aspectos más importantes a la hora de jugar es el sonido del coche. La atmósfera que se crea al acelerar, frenar o derrapar con el coche es una experiencia jugable que puede ser desastrosa si los sonidos no están bien realizados. Sin embargo, esta es una de las cosas más sobresalientes del videojuego: los coches rugen perfectamente según modelo y marca.

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Conclusiones

Electronic Arts ha perdido en los últimos años un poco de la confianza de sus fans con la saga Need For Speed. Desde el lanzamiento de PlayStation 3, se han ido sucediendo juegos año tras año que no han llegado a colmar las expectativas de los fans más acérrimos. Este año, tras una larga travesia por el desierto, podemos decir que estamos ante el mejor Need For Speed de la presente generación.

Con sus más y sus menos, la segunda entrega de Criterion en esta franquicia logra divertir y hacer que nos enganchemos más de 20 horas si queremos sacar el 100% del videojuego. Con las texturas y el popping como tema a mejorar de cara a las próximas entregas, estamos en general bastante satisfechos con el resultado.

Si juegas con amigos, la diversión y los piques están asegurados. Con un modo Online que recuerda mucho a Burnout en su dinámica, y el aliciente de conseguir más Speed Points que nadie, a los que les guste el videojuego tendrán leña para rato.

A favor

  • Mucha rejugabilidad y variedad de coches.
  • El modo Online divierte como ninguno.
  • Los modelados de los coches están por lo general bien realizados.
  • La banda sonora tiene mucha variedad con grupos conocidos.

En contra

  • Las texturas tardan a veces en cargar. Hay popping.
  • Hemos sufrido algún que otro bug o ralentización, aunque no son frecuentes.
90
Jugabilidad: 9
Gráficos: 8.5
Sonido: 9
Satisfacción: 9.5